Diálogo Nacional Todos Cubanos. Documento

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LLAMAMIENTO A UN DIÁLOGO NACIONAL «TODOS CUBANOS»

en PDF Llamamiento al diálogo nacional 01

El llamamiento a un Diálogo Nacional entre todos los cubanos acaba de ser lanzado desde La Habana. Incluimos el texto oficial de dicho documento y en las próximas horas estaremos dando a conocer las líneas de orientación de la participación ciudadana dentro y fuera de Cuba. Este Diálogo Nacional es un paso inmediato para que todos los cubanos nos pongamos de acuerdo en la forma en que vamos a realizar los retos que, en este momento, la Nación cubana necesita de sus hijos para iniciar el proceso para recuperar la paz en reconciliación.

Nadie estará excluido. Es un diálogo de todos los cubanos, desde las autoridades hasta el último ciudadano que sienta no haber participado aún en este proceso. Sólo se excluirá a los que no quieran participar, pero esto no es razón para que los que determinadamente queremos contribuir nos paralicemos en esta hora suprema con argumentos. La hora es ya, y todos estos reclamos por los derechos son del pueblo, y no de nadie en particular.

1. INTRODUCCIÓN

La expresión «Todos Cubanos» proclama que todos los hijos de este pueblo y sus descendientes, vivan dentro o fuera de Cuba, somos cubanos y somos hermanos, y debemos poder vivir en libertad, con todos los derechos y fraternalmente, en esta tierra hermosa que Dios nos dio, construyendo una sociedad cada vez más libre, más humana y más justa, y abriéndonos a toda la humanidad, a todos los pueblos de todas las razas y culturas, como la gran familia de la que formamos parte.

El pueblo de Cuba amanece a la nueva aurora de este año 2009 en silencio, sin hablar sobre su futuro, pero deseando que sea el comienzo de una nueva etapa en su historia.

La esperanza está en la buena voluntad de todos los cubanos, porque quieren y ya humanamente procuran, la reconciliación. Éste es el signo de que el amor de los cubanos y a la Patria se impone sobre los prejuicios sobre el futuro y los juicios sobre el pasado. Las experiencias diversas vividas por cada cubano y por cada familia no se pueden y no se deben ocultar, pero estas experiencias no deben enfrentarnos. Si no podemos ponernos de acuerdo sobre el pasado, sí tenemos la responsabilidad de ponernos de acuerdo sobre el futuro. Y el futuro comienza ahora.

No debemos renunciar a nuestros sueños sino despertar para hacerlos realidad todos unidos.

Y el mundo se está abriendo a Cuba y Cuba se está abriendo al mundo, pero la primera justicia es que Cuba se abra para los propios cubanos. La liberación de los encarcelados en Cuba por motivos políticos será el comienzo de esa justicia para todo el pueblo.

Sólo reconociéndonos como hermanos, hijos de un mismo pueblo, podemos edificar por nosotros mismos esta nueva etapa de nuestra historia y entregarles a nuestros hijos, a los jóvenes y a los niños su propio tiempo en un país libre y en paz, en una sociedad sin odios, ni miedos, ni discriminaciones de ningún tipo. Pero los jóvenes no deben ser espectadores, sino que están llamados a ser protagonistas, no los únicos, pero sí los mas dinámicos, creativos, audaces y generosos de este proceso de diálogo al que llamamos «Todos Cubanos».

Este Diálogo Nacional será un camino bueno para todos los cubanos y trabajaremos con transparencia y lealtad para lograr su realización, sin excluir a ningún cubano que quiera participar en este proceso pacífico y reconciliador por los cambios que el pueblo quiere y necesita. Resultado de este diálogo serán los derechos y el bienestar para todos, inclusive para los que no quieran participar o rechacen el diálogo. Será un gran bien para el pueblo si el gobierno acepta e impulsa este diálogo y participa. Las autoridades deben poner en función de este proceso todos los recursos, medios de difusión y espacios que pertenecen al pueblo para que todos puedan expresarse libremente.

Lograr este diálogo y conseguir que produzca los frutos esperados también es responsabilidad de todos los que formamos la oposición democrática pacífica dentro y fuera de Cuba y de todos los cubanos, sin exclusiones, que tengan la voluntad de trabajar en adelante en este proceso pacífico y cívico.

Debemos recordar que los derechos de los cubanos no pueden depender de la realización de este diálogo ni ser decididos en él. Los cubanos tenemos derecho a los derechos porque somos seres humanos, hijos de Dios todos, y por eso tenemos una dignidad y una libertad que nadie puede quitarnos ni darnos. Por eso debe continuar y continuará la campaña del Proyecto Varela en la que los protagonistas son los propios ciudadanos y demandan que, en las leyes y en la práctica, se garanticen los derechos fundamentales. El Proyecto Varela no es el único camino, ya que el Diálogo Nacional y otras vías pacíficas pueden lograr los mismos objetivos. Pero la campaña del Proyecto Varela continuará mientras no se logren sus demandas. Esto es indeclinable, porque los derechos de los cubanos no son negociables.

Para hacer realidad este diálogo, es necesario el encuentro personal. Por eso, los miembros de la oposición democrática debemos reunirnos entre nosotros pero también con los representantes del gobierno.

  • Llamamos al gobierno cubano y a los representantes de la oposición democrática a organizar juntos y realizar un diálogo para abrir el proceso de cambios pacíficos en la sociedad cubana. La meta principal de este diálogo será garantizar, en la ley y en la práctica, el ejercicio de los derechos políticos y civiles de los ciudadanos y los demás derechos humanos y la participación democrática, en ese proceso de cambios, de todos los cubanos, en un ambiente de libertad y reconciliación. La etapa de diálogo entre el gobierno y la oposición democrática, que es una parte del Diálogo Nacional, sólo será posible después de la liberación de los que permanecen encarcelados en Cuba por motivos políticos.
  • Llamamos a todos los miembros de la oposición democrática pacífica dentro y fuera de Cuba a que concertemos una base común y designemos una representación que pueda presentar al gobierno, a toda la sociedad civil y al pueblo de Cuba sus propuestas para este diálogo.
  • Llamamos a todos los cubanos que viven dentro y fuera de Cuba a que apoyen e impulsen este proceso de diálogo y a que participen con pleno derecho y responsabilidad.
  • Llamamos a todas las iglesias, a sus obispos, pastores, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos,  a todos los miembros de organizaciones fraternales, asociaciones y organizaciones sociales y a todos los miembros de la sociedad civil a que participen en este Diálogo Nacional, lo apoyen, lo promuevan con su expresión pública y ofrezcan su cooperación para facilitar su realización.
  • Llamamos a todos los gobiernos, instituciones y ciudadanos del mundo a que apoyen al pueblo cubano en este proceso de diálogo que busca darle la voz al propio pueblo. Ésa es la solidaridad que necesita Cuba ahora, y será la mejor muestra de respeto al derecho de autodeterminación de los cubanos.

2. LÍNEAS DE ORIENTACIÓN

Para la realización de este Diálogo Nacional proponemos las siguientes pautas:

2.1. El espíritu del diálogo

Abrir los corazones y las mentes movidos por el amor a la Patria, y reconocernos como hermanos. El diálogo no es para una distribución del poder, ni para negociar posiciones, sino para servir al pueblo sembrando el perdón y la reconciliación entre cubanos y trabajando juntos por un futuro mejor. Todos tenemos la responsabilidad de escuchar a los demás y el derecho a ser escuchados y tomados en cuenta. Todos los cubanos, vivan dentro de Cuba o en el exterior, como un solo pueblo, sin exclusiones, pueden participar con plenos derechos en este proceso pacífico y por la paz, por la libertad y los derechos, con todos y para el bien de todos. Los cubanos somos los protagonistas de nuestra propia historia y los únicos que podemos diseñar y protagonizar nuestro proyecto nacional en nuestra Patria soberana e independiente. La etapa de este Diálogo Nacional, en la que trabajarán juntos representantes del gobierno y de la Asamblea Nacional del Poder Popular con representantes de la oposición democrática, sólo comenzaría si antes son liberados todos los que están encarcelados en Cuba por motivos políticos.

2.2. Sus objetivos

  • Lograr la meta principal definida en este llamamiento al Diálogo Nacional: darle al pueblo lo que es del pueblo. Trabajar juntos el gobierno, la oposición democrática pacífica, otros miembros de la sociedad civil y todos los cubanos, sin ruptura del orden ni de la institucionalidad, para echar a andar un proceso en el que se puedan transformar, rápidamente, las leyes para que éstas garanticen el ejercicio de todos los derechos civiles y políticos, entre ellos la libertad de expresión y la libertad asociación con respeto al pluralismo. También para garantizar el derecho de todos los cubanos a viajar libremente desde y hacia Cuba, vivan dentro o fuera del país.
  • Presentar para su aprobación en la Asamblea Nacional del Poder Popular una nueva ley electoral, y la recomendación de una Comisión Electoral, para que entonces se convoquen nuevas elecciones libres y democráticas de manera que los cubanos, ejerciendo plenamente sus derechos a través de sus nuevos representantes, participando en el Diálogo Nacional o por otras vías cívicas, puedan definir y decidir soberanamente sobre todos los cambios en las leyes y en la Constitución, y diseñar y realizar el proyecto nacional para la nueva etapa de nuestra historia.
  • Propiciar un ambiente y un marco legal de respeto a la pluralidad, de paz, de orden, de participación ciudadana y de reconciliación entre los cubanos superando rencores, miedos, exclusiones y fomentado la confianza sobre la base de la buena voluntad.

2.3. Método de trabajo

Un equipo gestor inicial, formado por algunos miembros de la oposición democrática y por otros miembros de la sociedad civil, realizará los contactos para lograr la participación más amplia de este sector y de otros componentes de la sociedad civil que quieran trabajar en el diálogo para lograr la meta inicial proclamada en el llamamiento al Diálogo Nacional. Este equipo propondrá una metodología de participación para definir las propuestas básicas que este sector de la sociedad llevaría a los encuentros con los representantes del gobierno, siempre con el objetivo transparente de conseguir la meta inicial definida en el llamamiento. También se podrán sugerir otros objetivos que vayan encaminados a reforzar y ampliar esa meta.

En los contactos y encuentros que se realicen dentro de la oposición democrática y otros componentes de la sociedad civil, dentro y fuera de Cuba, se definirá la forma de designar a los representantes de este sector que participarían en el diálogo con el gobierno.

La metodología de trabajo para el Dialogo Nacional deberá ser acordada entre sus participantes.

Movimiento Cristiano Liberación

Los que quieran colaborar a la instrumentación de este proceso de diálogo en el exterior, por favor comuníquense con nosotros en [email protected]

La Habana, 19 de enero de 2009

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