PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
En una acción conjunta poco usual, representantes de más de un centenar de grupos disidentes cubanos difundieron el martes en La Habana un llamamiento que recaba el apoyo de la población en favor de que se abran «los espacios para ejercer los Derechos Fundamentales» en la isla.
«Cuba necesita cambios en todos los órdenes. Corresponde a los cubanos definir cuáles deben ser esos cambios y realizarlos dentro de un proceso donde todos participen y nadie quede excluído», afirmó un documento firmado por los dirigentes de 119 grupos y asociaciones políticas, de derechos humanos, sindicales y cívicas, ninguna de las cuáles es reconocida por las autoridades.
El llamamiento, que consiguió un respaldo mayoritario de los grupos disidentes, insta a los cubanos a respaldar con su firma la solicitud legal de un referendo sobre el denominado Proyecto Varela, que aboga por cambios políticos en el país, dominado hace más de cuatro décadas por el Partido Comunista de Cuba. Según la constitución vigente la Asamblea Nacional puede someter a consideración cualquier, pedido refrendado por un mínimo de 10,000 electores.
«En esa consulta popular o referendo, el pueblo decidirá soberanamente sobre los cambios que deben realizarse en la leyes, para que estas garanticen la participación libre y responsable de los ciudadanos en la vida económica, social y política de nuestra sociedad», subrayó el llamamiento.
El movimiento por el referendo es coordinado, entre otros, por Oswaldo Payá, del Movimiento Cristiano Liberación; Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional; Gustavo Arcos, del Comité Cubano Pro Derechos Humanos y Héctor Palacios, del Partido Solidaridad Democrática.
La idea del referendo en favor del Proyecto Varela fue mencionada por primera vez por el Movimiento Cristiano de Liberación poco después de la visita del papa Juan Pablo II en enero de 1998. Desde entonces el gobierno ha tratado de evitar a toda costa la coordinación de grupos opositores en torno a este proyecto, que ahora se proponen reunir las firmas necesarias en los próximos meses.
«Comparto el pesimismo de algunos de que el gobierno no va dejar pasar esta iniciativa», dijo Sánchez, a medios internacionales de prensa en La Habana.
Por su parte Palacios, explicó que el referendo busca preguntar al pueblo cubano si desea que se implementen cambios contenidos en el Proyecto Varela que pide garantizar «el derecho a la libre expresión y asociación, la amnistía para los presos políticos, el derecho a formar empresas y una nueva ley electoral que contemple el pluripartidismo».