“Ha demostrado ser coherente con los principios y valores cristianos que profesa, asumiendo su rol de pastor defensor del pueblo, de los que sufren dolor y aflicción, reseñando los problemas más acuciantes de la sociedad cubana, haciendo un llamamiento a todos para transitar hacia un cambio radical, sin odios, sin venganzas, enfatizando la necesidad de que los presos del 11 de julio sean liberados y que nadie sea marginado, perseguido o encarcelado por ejercer derechos fundamentales como expresarse libremente”, indicó el doctor Eduardo Cardet, coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación
Durante la misa celebrada en la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, el arzobispo elevó un ruego a la patrona de Cuba para que mueva los corazones de los que tienen en sus manos la posibilidad de que sean revisados todos los fallos judiciales y puedan salir en libertad los que quisieron expresar sus opiniones.
“Dionisio ha dejado clara la urgencia de cambios en Cuba como única vía de solución a los graves problemas que nos atenazan. Ha recalcado que es importante que termine la intolerancia y la violencia como vía de solución a los problemas que enfrentamos en el día a día”, dijo Cardet a Radio Martí.