Publicado originalmente en COPE
La oposición democrática al castrismo no puede pensarse sin el Movimiento Cristiano Liberación y la figura de Oswaldo Payá, fallecido en oscuras circunstancias. Durante decenios, las gentes del MCL fueron las únicas que de manera organizada y no clandestina lideraron un proyecto de transición a la democracia que permitiera que los cubanos gozaran de libertades sin derramar una gota de sangre. Por eso, en estos días, la figura de Payá merece ser recordada. En Herrera en Cope se ha escuchado hoy la voz de quienes siguen creyendo en su legado. Carlos Payá, hermano de Oswaldo, ha denunciado la represión castrista, el terror que generan las detenciones perpetradas en los domicilios, una a una, y el miedo a que el régimen inicie juicios sumarísimos, sin garantías y con sentencias dictadas de antemano.
Es posible que lo que las calles de Cuba vienen mostrándonos desde el pasado domingo sea la protesta de un pueblo que carece de los bienes más básicos, que sufre duramente los estragos de pandemia y que está cansado de vivir bajo el yugo del castrismo. No será fácil resistir la respuesta del Estado, más cuando el castrismo va a jugar a enfrentar a unos cubanos contra otros. Pero, mientras el pueblo aguante y siga pidiendo libertad, la gran pregunta es qué va a hacer la comunidad internacional, Estados Unidos y la Unión Europea.
Se podrá discutir mucho acerca del embargo, su legitimidad e incluso su utilidad, pero es innegable que los únicos culpables del estado en el que viven los cubanos es el castrismo, así como los países que durante años han permitido su pervivencia.