Publicado originalmente en Zoepost
El gobierno español ha contestado a las Diputadas del Partido Popular Valentina Martínez, Marta González y Belén Hoyo luego de que por segunda ocasión le han interpelado en Cortes sobre mi derecho a entrar libremente en mi propio país Cuba, del cual fui desterrado en agosto de 2010.
En su respuesta aseguran que no contaba ninguna petición mía ni en la Embajada, ni en el Consulado español en la Habana para de manera excepcional gestionar humanitariamente ante el régimen cubano mi entrada en la isla.
Advierten los de Pedro Sánchez que no se debe perder de vista el hecho de que soy nacido en Cuba y que los tiranos que nos impiden el ejercicio pleno de nuestros derechos aplican en cualquier caso el principio de nacionalidad efectiva.
No se puede ser más hipócrita, no se puede ser más cobarde y cómplice con la dictadura cubana al adoptar una postura tan equidistante y falaz.
Por supuesto que no podrá aparecer ninguna petición humanitaria dirigida por mi a los diplomáticos españoles en la Habana. No la he hecho ni la haré jamás porque no he pedido ni pediré nunca permiso para entrar en mi propio país.
Lo que sí hice fue dirigirme como ciudadano español a los portavoces de los grupos parlamentarios Popular, Socialista, de Vox, Ciudadanos, Podemos y nacionalistas o separatistas, que no me quedara ni uno solo de ellos fuera, para que demandaran respuesta a los representantes del régimen totalitario cubano en Madrid por impedir mi derecho y el de todos los cubanos que aun somos segregados y se nos impide por parte de la dictadura ejercer el derecho a entrar y salir libremente de nuestra patria.
Lo hice porque es desde la representación diplomática represiva cubana que me entregaron, previo pago de las tarifas draconianas que exigen a los nacidos en Cuba, mi pasaporte nacional hace poco más de un año luego de solicitarlo oficialmente. Yo no renuncié a mi ciudadanía cubana cuando recibí hace algún tiempo mi ciudadanía española,. Por lo tanto, lo lógico, ante la ilógica realidad que el régimen de la isla intenta imponer a los cubanos desterrados, exiliados o emigrados, yo en el primer caso, era cubrir ese trámite, mas que burocrático, represivo demandando un pasaporte que me acreditara como ciudadano cubano.
Pero en enero de 2020 al intentar abordar un vuelo con destino a la Habana desde la ciudad de Miami, los empleados de American Airlines apenados, pero ejerciendo como voceros del régimen dictatorial cubano, me respondieron que desde Cuba le habían respondido y advertido que no podían permitirme volar debido a tener una prohibición de entrar a mi propio país.
Desde julio de 2012 estoy haciendo gestiones con el Ministerio de Exteriores español para que se me reconozca el derecho a regresar a mi propio país.
De Margallo a Borrell, pasando por Dastis, a quien el representante del régimen Bruno Rodríguez respondió que «analizarían» mi caso, a lo que aclaré al Ministro español que los de la dictadura no deberían analizar mi caso sino reconocer mi derecho y el derecho de todos los cubanos a entrar y salir libremente en su propio país, algo que propusimos en 2007, aun estando yo en prisión, en el texto de la Ley de Reencuentro Nacional o Proyecto Heredia que entregaron en la Asamblea Nacional cubana Oswaldo Payá y Minervo Chil.
Cuando el Cardenal Jaime Ortega visitó Madrid para presentar su libro y destacar su rol en las negociaciones que determinaron el restablecimiento de relaciones entre la administración Obama y la junta económico militar castrista una amiga periodista lo abordó para recordarle que yo estaba intentando entrar en mi país.
Jaime al principio tuvo palabras cariñosas para mí y mi familia, pero su respuesta a mi intención de regresar a Cuba fue «que se olvide de eso, no lo van a dejar entrar para seguir en lo mismo como portavoz del Movimiento Cristiano Liberación, así nunca lo dejaran entrar».
Monseñor Ortega, Jaime, el que me llamó a prisión en 2010 para decirme que «los caminos de Dios son misteriosos», que aceptara el destierro que todo se resolvería en algún momento era años más tarde quien se encargara de enviarme el recado de que por continuar defendiendo a la persona humana, los valores libertarios del Evangelio y la patria que Dios me dio, mi castigo continuaría siendo efectivo, una extinción de mi secuestro en 2003, en el destierro.
Pero volviendo al gobierno español, debo preguntarles ¿qué entienden ellos por «ciudadanía efectiva»? ¿La segregación de mis derechos como cubano? ¿El castigo mantenido por defender la libertad de los cubanos?
Yo responderé por ellos ya que sé no lo harán o si lo hacen llenarán cuartillas de hipócritas intentos para justificar sus buenas relaciones con una dictadura, porque se apelarán a las leyes talibanes de aquella tiranía para dar reconocimiento leguleyo a un régimen que no respeta ni sus propias draconianas leyes y secuestra, encarcela, destierra, asesina a quienes desde esa ley opresiva intentan con el respaldo de los ciudadanos devolver a todos los cubanos sus derechos.
Yo no espero del régimen que nos ha robado la libertad por más de 60 años ningún gesto que denote su voluntad de transformación y cambio.
Ese régimen es opresivo, intenta lavar su cara ensangrentada y vendernos todo género de distracciones para que cándidos nos olvidemos de lo fundamental.
A estas alturas tampoco espero nada efectivo de las democracias que se hacen cómplices de un sistema totalitario mientras de cara a la galería ingenua dicen apoyar cuanta distracción inútil se nos intenta vender.
Si mi castigo, si la falta de libertad y derechos de los cubanos continuará y por cuánto tiempo no lo sé. Pero no dejaré de intentar rescatar mi derecho y el de los cubanos de regresar a nuestro propio país.
No me determinó un día hace 32 años unirme a mis hermanos del Movimiento Cristiano Liberación para demandar todos los derechos para todos los cubanos, aunque esto nos ha costado segregación, cárcel, destierro y la vida de nuestros amigos.
Seguiremos contracorriente con nuestro ideal de Libertad y Vida, con nuestra convicción de que para los cubanos ahora, ¡¡¡la Libertad!!!
Regis Iglesias Ramírez es escritor, poeta, ex preso político de la Primavera Negra de Cuba, portavoz del Movimiento Cristiano Liberación. Fue desterrado y reside en Madrid.