El pleno del Congreso rechazó hoy una moción del PP, enmendada por CiU, relativa a los presos encarcelados en Cuba por motivos políticos, al considerar que la iniciativa ‘popular’ hace seguidismo de los dictados en política exterior del presidente de Estados Unidos, George Bush.
La moción del PP, consecuencia de una interpelación urgente, fue enmendada por CiU con un texto de sustitución, que cosechó el aval del PNV y CC, pero la oposición del resto de grupos de la Cámara, que acusaron al PP de ser el ‘representante’ en España del ‘imperio’ estadounidense.
El diputado del PP Jorge Moragas defendió su moción, consecuencia del ‘inaudito’ viaje a Cuba en abril del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, en abril.
Moragas opinó que la consecuencia ‘más sangrante’ de ese viaje es que el Gobierno ha abierto una ‘profunda herida’ con el movimiento democrático de Cuba, que, a su juicio, es necesario ‘curar’ en aras del ‘buen nombre’ de España y de la ‘amistad sincera’ con el pueblo cubano.
Parafraseando al escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, culpó al Ejecutivo de adolecer de una ‘insufrible castroenteritis’, para después hacer un llamamiento a los diputados socialistas a fin de que apoyen a los ‘hermanos sudamericanos’ en lugar de ‘abrazarse a la peor vesícula del totalitarismo caribeño’.
La enmienda de CiU, presentada en la tribuna por Jordi Xuclá, era más ’suave’ que la del PP, que pedía al Ejecutivo que exigiera al Gobierno cubano la ‘inmediata’ liberación de 134 ‘presos políticos’ condenados ‘por defender la democracia, la libertad y los derechos humanos’ en la isla.
Xuclá abogó por promover el diálogo entre todos los cubanos para que decidan ‘libre y democráticamente su futuro’, desde ‘el respeto a la diversidad de iniciativas, posiciones y proyectos’.
También el PSOE presentó una enmienda de sustitución por medio de su diputada Fátima Aburto, quien apostó por mantener la actual línea de ‘normalización’ y ‘recuperación’ de instrumentos de actuación para acompañar el proceso y las decisiones que el pueblo cubano pueda adoptar sobre su futuro, sin ningún tipo de injerencia externa.
Aburto subrayó la importancia de tener un diálogo ‘permanente, fluido y constructivo’ con el Gobierno de Cuba y con los grupos de la oposición pacífica interna, y constató la necesidad de recuperar la cooperación entre ese país caribeño y la UE.
La diputada socialista denunció que al PP le importa ‘un rábano’ el pueblo cubano y aseguró que la única pretensión del principal partido de la oposición con este tema es buscar la ‘confrontación política’ en el Parlamento español.
Por ERC, su portavoz, Joan Tardá, deseó ‘larga vida y salud’ a Fidel Castro antes de recriminar la ‘hipocresía’ del PP por insistir en sacar a colación el tema de los derechos humanos en Cuba y no criticar nunca lo que sucede en Estados Unidos o en Rusia.
Tardá cuestionó la legitimidad del PP para hablar de derechos humanos cuando, dijo, apoyó la ‘intervención’ en Irak, por la que, según vaticinó el republicano catalán, el ex presidente José María Aznar acabará siendo juzgado por un tribunal internacional ‘por crímenes contra la humanidad’.
Calificó también de ‘estéril’ la política exterior del PP, que equiparó con la del presidente estadounidense, George Bush, en una línea argumental a la que también se sumó la diputada de IU-ICV Isaura Navarro,
La política exterior de EEUU es ‘un cáncer para la humanidad’, que sólo conlleva ‘muerte’, ‘destrucción’, ‘guerra’ y ‘pobreza extrema’, clamó Navarro, quien puso a Cuba como ‘referente’ de Latinoamérica en aspectos como la educación o la sanidad.
Al margen del trasfondo de lo que ‘unos y otros utilizan como principio inspirador’, el diputado del PNV Josu Erkoreka suscribió el texto de la enmienda de CiU y coincidió en la necesidad promover el diálogo entre todos los cubanos para que puedan decidir libremente su futuro.
Por el grupo mixto, Francisco Rodríguez, del BNG, sugirió la conveniencia de dejar un ‘margen’ a la política del Gobierno y se mostró contrariado ante el hecho de que el Congreso pueda ponerse ‘chulesco’ con un país como Cuba, cuyo régimen, dijo, tiene el ‘valor’ de la ‘no subordinación’.