Los prisioneros políticos cubanos están confinados junto a prisioneros comunes que en ocasiones les amenazan y hostigan, inclusive estimulados por las propias autoridades.
El ambiente de violencia, corrupción y agresividad reina en las prisiones, en la que han sido confinados decenas de cubanos condenados injustamente a altas penas de prisión, por defender pacíficamente los drechos humanos.Según una llamada telefónica que recibimos desde la prisión de Kilo 8 y también por testimonio de familiares de prisioneros políticos, el día 29 de Agosto, tres prisioneros comunes redujeron a un guardia y lograron entrar en una celda, del destacamento número 7, donde atacaron con armas blancas a otro prisionero, al cual, parece querían ultimar. Pasados varios minutos, varios guardias entraron en esa celda y golpearon fuertemente a los tres reclusos atacantes. Como resultado de esta acción resultaron muertos dos de los tres reclusos que habían entrado en esa celda por la fuerza. Tanto el recluso que había sido agredido por los otros tres, como uno de sus atacantes resultaron gravemente heridos en estos sucesos y desconocemos su suerte.En esta prisión se encuentran confinados los prisioneros políticos pacíficos Juan Carlos Herrera Acosta y José Daniel Ferrer García. La violencia y los hechos de sangre son frecuentes entre los prisioneros comunes y también por acciones crueles y abusivas de los guardias. En esta prisión llamada Kilo 8, como en todas las prisiones de Cuba, los prisioneros políticos tienen alta probabilidad de ser agredidos y sufren gran tensión y estrés, debido a este confinamiento en condiciones crueles, degradantes y de grave peligro para sus vidas.Confinar prisioneros políticos con comunes ha sido poco común en la historia de Cuba, inclusive en la dictadora anterior a esta, pero ahora se ha convertido en una práctica perversa de parte de las autoridades que se ensañan contra estas personas, solamente porque se han atrevido a defender y promover los derechos de los cubanos. La alternativa a estos confinamientos con prisioneros comunes ha sido el aislamiento en celdas de castigo o en condiciones impropias hasta para animales.Este lenguaje y amenaza de muerte no es exclusivo de algunos prisioneros comunes, sino de las propias autoridades del penal y la Seguridad del Estado. Según llamada telefónica del prisionero Juan Carlos Herrera Acosta a Ana Belkis Ferrer García, el día dos de agosto, en esa prisión de Kilo 8, el mencionado prisionero fue conducido a una oficina en la que se encontraban varios oficiales del penal y de la Seguridad del Estado. Estos oficiales le amenazaron con “fusilarlo” y les dijeron que “van a ser ultimados en caso de ocurrir algo”.Estas amenazas de muerte, directas y expresas por parte de un grupo de hombres y mujeres de la Seguridad del Estado y de oficiales de la prisión, no necesitan calificativos, ni explicaciones, pues simplemente les están anunciando que serían asesinados.Todos los cubanos deben conocer el peligro de muerte y las condiciones degradantes en que se encuentran los que están en prisión sólo por defender los derechos humanos de todos los cubanos. Pero las condiciones inhumanas y degradantes y el ambiente de sangre y terror existen en muchas de las prisiones cubanas, en las cuales son víctimas tanto los prisioneros comunes como los políticos.Durante años hemos llamado a todas las instituciones, gobiernos y personas sensibles para que levanten su voz en defensa de los que están presos en Cuba por defender los Derechos Humanos. Pero aun las voces dentro y fuera de Cuba son pocas y muchas veces ahogadas por los que gritan más con la mentira, o silenciadas por la falsa prudencia de los que quieren hacer su papel, sin asumir las consecuencias de enfrentar la injusticia.Oswaldo José Payá SardiñasLa Habana, 8 de Agosto de 2007