Desde Cuba Oswaldo Paya hace un llamado de Alerta a la Democracia Cristiana y a la comunidad Internacional

MESSAGE TO BRUSSELS CONFERENCE, MAY 13-14 2008-05-08

 En el marco de cierre de la reunión en Bruselas sobre Cuba titulada Quo Vadis Cuba ? : Transición tras la era de Castro, Oswaldo J. Paya Sardiñas, quien representa en Cuba el pensamiento Social Cristiano ,hizo un llamado a centrar todos los esfuerzos de la Democracia Cristiana y la comunidad internacional en respaldo a un verdadero cambio donde el pueblo de Cuba sea el único protagonista.

La conferencia fue patrocinada por la Fundacion Konrad Adenauer y la Fundacion Robert-Schuman.

En su mensaje leído por Ricardo Carreras, presidente de la ONG “Solidaridad Española con Cuba designado desde Cuba a tales efectos, pidió como solidaridad ” impostergable  trabajar en apoyo a lo que hacemos dentro de Cuba “.”Si van a ser solidarios apoyen esas campañas”.

Se refería a ” Lo que estamos haciendo adentro para lograr los cambios” …”Van a salir de aquí para divulgar y promover el apoyo a Foro Cubano , al Proyecto Varela, que son campañas por el derechos de los cubanos y la liberación de los prisioneros políticos?”…”Van a promover el apoyo y los reclamos de  liberación de esos prisioneros, que protagonizan sus familiares dentro de Cuba, incluyendo Las Damas de Blanco?’”…

“La ausencia física del MCL en esta conferencia también se debe a una violación sostenida la cual no nos cansamos de denunciar: En Cuba viajar NO es un derecho.”Durante años he sido invitado a diferentes eventos y los mecanismos del gobierno cubano ni siquiera dejan huellas de violación, pero esta el hecho. En Cuba , los cubanos no pueden entrar y salir libremente  por eso, en medio de nuestra situación de persecución ,no daremos la apariencia de normalidad que algunos se empeñan en forzar hablando de cambios cuando no hay derechos “….

ÚNICO PROYECTO PARA CUBA: LA LIBERTAD

Llegue nuestro saludo a todos los participantes y en especial, nuestro reconocimiento a los organizadores de esta conferencia la KAS (Fundacion Konrad Adenauer y la Fundacion Shuman), que han trabajado arduamente para que se escuchen muchas voces en este evento, también por facilitar que nuestra voz, que sale desde el interior de Cuba sea escuchada y considerada.

Agradecemos mucho sus esfuerzos y su dedicación solidaria.

Si algo es meridiano en el ideario, en la doctrina o enseñanza socialcristiana es que las personas, su libertad, su dignidad, sus derechos, su derecho a la realización plena, su vocación a la fraternidad y por lo tanto a vivir en comunidad humana con igualdad y justicia, están por encima de toda consideración ideológica, de toda estrategia e intereses y de todo esquema.

La Democracia cristiana no es ambigua, sino que toma su referencia mas arriba; en las propias personas humanas, los hijos de Dios. Esos ideales, esos valores y esas metas se resumen en una categoría irreductible: Liberación.

Esa, opción por el prójimo, por su liberación integral, ha sido nuestra inspiración en la lucha pacífica dentro de Cuba.

Aun habiendo convocado a todos, es posible que algunas veces hayamos marchado solos, pero no hemos luchado solo por nosotros sino por todos. Por todos los cubanos. Ahora no estamos hablando solamente del Movimiento Cristiano Liberación si de Foro Cubano, esta mobilizacion cívica, que es aun modesta, pero real y creciente.

Si nos van a apoyar tienen que apoyarnos ahora en lo que hacemos, no en lo que no hacemos y nadie hace. No queremos exclusivas, ni somos excluyentes, llamamos a todos y ya muchos ciudadanos van respondiendo. Si no van a ser solidarios con lo que hacemos solo porque otros no quieren hacerlo, si no van a concretar la solidaridad con nosotros en espera de apoyar a todos, pasará este momento de la historia y vuestra buena voluntad y espíritu solidario quedará flotando en el aire sin haber encontrado donde aterrizar.

Estoy seguro que los organizadores y participantes en esta conferencia tienen como propósito que su alcance llegue mucho más allá del día de la clausura. Es lo que nosotros deseamos.

Por eso les sugiero que se propongan dedicar un tiempo para cumplir una misión. Esa misión, después de escuchar tan interesantes propuestas y postulados sobre el futuro de Cuba, debe ser algo que en este tiempo de maduración es impostergable:

Trabajar en el apoyo a lo que hacemos dentro de Cuba.

¿Van a salir de aquí para divulgar y promover el apoyo a Foro Cubano, al Proyecto Varela, que son campañas por los derechos de los cubanos y por la liberación de los prisioneros políticos? ,¿Van a promover el apoyo a los reclamos de liberación de esos prisioneros, que protagonizan sus familiares dentro de Cuba, incluyendo las Damas de Blanco?

Pues es eso lo que estamos haciendo para lograr los cambios. Si van a ser solidarios apoyen esas campañas y no salgan de aquí sin coordinar ese apoyo. No estamos pidiendo dinero ni recursos materiales, sino una campaña publica para apoyar nuestra campaña por el derecho de los cubanos a los derechos.

Caminantes , si hay camino , pues ya lo estamos haciendo. Acompánnenoss caminando ustedes por el mundo con nuestro mensaje.

El gobierno cubano, sus voceros, sus periodistas e intelectuales siguen hablando de los que trabajamos por los cambios que quiere el pueblo y luchamos pacíficamente por los derechos humanos en Cuba, con el mismo lenguaje insultante, falsificador y amenazante. Sus cuerpos represivos siguen hostigando a los activistas cívicos y, con todos los recursos del totalitarismo, negando derechos fundamentales a todos los cubanos.

Los prisioneros políticos y también los comunes, continúan en condiciones inhumanas. Los defensores de los derechos humanos injustamente encarcelados y condenados, continúan en prisión. Mientras esta situación de opresión permanece, algunos se encargan de ofrecer una imagen amplificada y forzada de apertura, construyendo todo un escenario virtual de cambios, que ni siquiera el propio gobierno cubano ha anunciado a su pueblo.

Los cubanos aun se informan a hurtadillas o se desinforman por los lances de la prensa extranjera que rebotan en Cuba indirectamente.

Nadie desea más la verdadera apertura, que el pueblo cubano, nadie trabaja mas de manera transparente y pacifica por esa apertura que los luchadores por los derechos humanos. No es nuestro espíritu negar el valor de lo que sea positivo, pero consagrar como verdadera apertura algunas medidas y algunas maniobras, es cerrar las puertas del futuro a nuestro pueblo y condenarlo vivir sin derechos, es, sepultarlo en la mentira.

Nuestra disposición al diálogo es auténtica, pero hasta ahora el gobierno responde con la arrogancia fatal de quien cree que tiene todo el poder y se le esta pidiendo una limosna. Responde con más represión, ofensas y calumnias. Si proponemos diálogo es porque es el camino del pueblo, el camino preferible. Pero se produzca o no este dialogo, los cubanos reclamaremos nuestros derechos. De hecho ya ese diálogo y camino de reconciliación comenzó en el seno del pueblo.

Los cubanos tienen derecho a que se les de la voz en las urnas para decidir, a que se le reconozcan en las leyes y en la practica todos sus derechos. Este camino comenzó con el Proyecto Varela, esa reclamación legal y ciudadana que ahora continuará hasta lograr sus objetivos.

Algunos están ofreciendo modelos económicos con derechos restringidos, como el chino, o mejor dicho como el modelo impuesto a los chinos. Otros postulan esquemas de cambios al ritmo de una escala jurásica o se disponen a ofrecer cheques en blanco para que los sucesores del poder experimenten con una dictadura eficiente. Ofrecen sucedáneos de la democracia, como si los cubanos estuviésemos sentenciados a vivir sin derechos.

Nuestra pregunta es una demanda radical: ¿ Por que no los derechos?

Esta última pregunta es de todos los cubanos en tono de esperanza y determinación. Esa pregunta es para los que gobiernan en Cuba, porque también son cubanos, pero en tono de llamado y exigencia porque es su responsabilidad implementar esos cambios en las leyes para que se respeten todos los derechos de los cubanos.

Para todos los que se relacionan con Cuba, los que hablan de Cuba, los que se involucran en la vida de Cuba de una u otra manera, sean estados, grupos de estados, instituciones o personas individualmente, esta pregunta es en tono de llamado a la solidaridad, pero también en tono de advertencia y denuncia, diciéndoles: nosotros los cubanos no hemos pedido embargos, ni aislamientos, ni sanciones, ni castigos, pero tampoco recetas mediatizadas como si no mereciéramos la libertad, ni modelos en los que no se respetan todos los derechos, ni complacencia con un orden sin derechos que nunca escogimos, ni aplausos y cortinas de humo para presentar como éxitos propios supuestas aperturas, supuestos cambios que no han comenzado y que ni si quiera el gobierno define públicamente.

Algunos dicen que hay que esperar a que pase este gobierno de los Estados Unidos de América para ver cambios en su política hacia Cuba y piensan que así se producirían cambios en Cuba. Los cubanos no tenemos que esperar cambios desde el exterior para cambiar lo que debemos cambiar nosotros mismos. Ese es nuestro desafío y nuestra obligación.

Los cubanos tenemos derecho a los derechos porque somos seres humanos, pero solo nosotros mismos, los propios cubanos, podemos y debemos lograr los cambios pacíficos si queremos disfrutar de esos derechos y de la libertad. Muchos de nuestros hermanos están en prisión sólo por defender esos derechos pacíficamente, pero eso no es un asunto solamente interno, pues por algo esos derechos son universales y negarlos a un ser humano es herir a toda la humanidad, de la que todos somos familia.

Los Estados Unidos de América han sido constantes en su reconocimiento y respeto por los que en Cuba luchamos pacíficamente por los derechos humanos, algo que no ha cambiado con cada gobierno o cada diplomático de turno. Muchos cubanos han encontrado un hogar, derechos, oportunidades, libertad y una vida mas digna en ese país, aunque sufren el destierro y la separación. También han sido constantes en su reclamo por los derechos civiles y políticos de los cubanos y de la liberación de los prisioneros políticos.

El respeto a los derechos de los cubanos es inseparable del respeto a nuestra soberanía, autodeterminación y independencia nacional, sin esos respetos mutuos e inseparables, no puede haber una relación de amistad verdadera entre nuestros países, como lo desean y merecen nuestros pueblos.

Libres y amigos así queremos ser. Quien no exige el respeto a los derechos de las personas, que somos los cubanos, en verdad no respeta nuestra soberanía.

Quien no respete la autodeterminación y la soberanía del pueblo cubano tampoco está respetando nuestros derechos fundamentales, porque somos nación con identidad e historia propia y nuestra manera de ser y existir y la única manera que queremos, es la independencia total, del norte, del sur, del este y del oeste. Hoy mañana y siempre,

No soy mediador entre los gobiernos de Cuba y el de USA, pero lo que haga el gobierno de los Estado Unidos que nos afecte, también es asunto nuestro y por eso, por ser parte de este pueblo me corresponde opinar y exigir sobre lo que hacen y pueden hacer los Estados Unidos y cualquier otro país, respecto a Cuba.

Decimos que estamos en momentos de cambios, porque el pueblo de Cuba se despierta, no para negar sus sueños sino para hacerlos realidad.

Decimos que estamos en momentos de cambios no porque haya apertura en Cuba a los derechos, sino porque cada vez mas el pueblo los exigirá y finalmente los logrará, creemos y queremos que pacíficamente.

Los derechos de los cubanos no pueden ni deben depender de la política de los Estado Unidos hacia Cuba, ni del estado de las relaciones entre los dos gobiernos. Cualquiera sea el estado de estas relaciones seguiremos reclamando, como hasta ahora, los derechos para los cubanos y la liberación de los prisioneros políticos. Pero nadie puede negar que el estado de estas relaciones acapara la mayor publicidad y es el centro de atención nacional e internacional y un foco de tensión constante.

Decir que los Estados Unidos de América no tienen nada que cambiar, seria decir que todo lo ha hecho bien o que todo lo que hace es un bien para el pueblo de Cuba. Pero no es así En este momento de cambio la buena voluntad se manifiesta cambiando. Aclaro que lo que pensamos que debe cambiarse en Cuba lo hemos proclamado ya y lo estamos demandando en el Proyecto Varela que ahora seguiremos impulsando con la Campaña Foro Cubano.

Decimos que el embargo y las leyes que le acompañan deben derogarse, no solo porque han sido un mal para el pueblo de Cuba, sino porque no contribuyen en nada a ese bien que es el cambio pacifico. El Programa de Transición para Cuba redactado por una comisión del gobierno de los Estado Unidos de América debe ser anulado porque el programa de transición para Cuba solo corresponde redactarlo y aplicarlo a los propios cubanos.

La ayuda y la colaboración serán bienvenidas y agradecidas si se coordinan de mutuo acuerdo entre los dos países. Los Estados Unidos pueden y deben extender el dialogo, que sostiene con los movimientos cívicos y de derechos humanos del interior de Cuba, al gobierno de Cuba. Porque ese dialogo pudiera contribuir a un mejor ambiente para nuestros pueblos y también a un mejor ambiente internacional. No estamos hablando de una concesión de parte y parte.

Ninguno de los dos gobiernos debe tomar esta exhortación con arrogancia, pues ese dialogo es una obligación y una responsabilidad de cada gobierno para con su propio pueblo y para con toda la humanidad. Aclaramos que los cubanos no tenemos que esperar ni depender de los resultados de ese posible diálogo para que se respeten nuestros derechos y que por lo tanto los seguiremos exigiendo. Pero la relación y las tensiones entre nuestros países, son parte innegable de nuestras realidades nacionales.

El diálogo sincero, respetuoso, civilizado y honesto es un buen camino, si la meta de ese camino es favorecer la buena relación de respeto, paz y amistad entre nuestros pueblos. Relación que será autentica y legitima en la medida en que los ciudadanos de cada país disfruten del respeto a sus derechos en sus propios países y en la medida en que haya un espíritu de cooperación dentro del respeto a la autodeterminación dé cada pueblo. Libres y amigos.

Existe un vínculo humano entre España y Cuba con profundas raíces históricas, familiares y culturales. Este vínculo ha servido y debe servir para que España, dentro de su contexto europeo, ayude a la mejor comprensión de la realidad cubana. Pero suponer que ese vínculo le otorga a España el rol de ser voz de los cubanos en ese contexto e interprete de nuestros intereses o exponente de aquello que mas le conviene a Cuba, es, cuanto menos una inercia de mentalidad colonial por parte de los que así lo consideren. En este sentido, España es decir, sus ciudadanos y su gobierno, están llamados a promover el dialogo de los europeos con todos los sectores de la sociedad cubana, no a desalentarlo.

Tanto a la Unión Europea en conjunto como a cada uno de sus miembros, les corresponde exigir publica y constantemente el respeto de los derechos de los cubanos dentro de Cuba y la liberación de los prisioneros políticos y exhortar en lo posible el dialogo dentro de Cuba. Esta ha sido hasta ahora, la conducta de las instituciones de la Unión Europea, especialmente del Parlamento Europeo ,que repetidamente le solicita al gobierno cubano que demuestre su voluntad de cambio permitiendonos a las Damas de Blanco y a este servidor poder presentarnos ante ellos para exponer la situacion real de nuestro pueblo en estos momentos. Sin embargo la tendencia mas reciente de algunos de sus miembros, no de todos, ha sido la disminución de los contactos con la oposición democrática en Cuba y el autosilenciamiento paulatino. La tendencia de algunos en la Union Europea es a no hacer nada que moleste al gobierno cubano y a dar la oportunidad al gobierno cubano y no al pueblo cubano.

Nunca pedimos sanciones de la Unión Europea contra el gobierno cubano, ni creemos que se hayan producido, aunque se generalizo y acepto el concepto indignante e insultante, de que invitarnos a recepciones delas fiestas nacionales, es “una sanción”. Nunca lo pedimos y si a algunos, les iba a causar tanta ansiedad no tener en esos eventos a los excluyentes representantes del gobierno cubano, mejor no nos hubieran invitado. Ciertamente nos ofendieron. Por otra parte si esta tendencia “al abandono” que estamos observando, se profundiza y generaliza, el verdadero sancionado por la Unión Europea será el pueblo cubano.

La Campaña Foro Cubano en El Declaración de Libertad de los Cubanos (www.oswaldopaya.org) que es la visualización de los cambios que nos proponemos lograr, ha proclamado inequívocamente la esencia del cambio que queremos: Nosotros los cubanos queremos la libertad.

Esta conferencia ha tomado un titulo, un emblema que se convierte en grave desafío para todos nosotros. Por que al decir Quo Vadis Cuba? invocamos el titulo de Henryk Sienkiewicz, en su inmortal novela. Yo pienso que ustedes tuvieron en cuenta quien hace esa pregunta y a quien se la hace, en el desenlace de esa novela.* Yo veo que muchos en el mundo, muchos de los mencionados en este mensaje, inclusive muchos cubanos, le están preguntando a Cuba, Quo Vadis Cuba? Por cierto que conociendo a Cuba, y Cuba somos todos los cubanos, la primera reacción pudiera ser ¿Donde me han traído y donde me quieren llevar?

…Pero seguramente a la pregunta de Quo Vadis Cuba, Cuba responde:

>No voy a matar por que no creo en la muerte, pero voy a desafiar la muerte porque quieren obligarme a vivir sin libertad.

>Voy a perdonar para que mis hijos se perdonen y así se liberen del odio para que el mal que hayan sufrido no les persiga.

>Voy a caminar descalza para que los mercaderes aprendan que mis hijos y yo no tenemos precio.

>Voy a gritar por mi misma porque muchos hablan por mí, pero no dicen lo que yo siento y lo que yo quiero.

>Voy a buscar la oscuridad donde están los cautivos porque ellos tienen la luz de la verdad.

>Voy a mirar hacia delante para que estalle la reconciliación y la paz.

> Voy a emerger sobre las olas del miedo que sumergen a mis hijos en el mar de la mentira

>Voy a extenderle mis manos amigas a todos los países del mundo recordándoles que sobre mi nadie puede poner sus pies.

>Voy a dividir el mar para que regresen mis hijos desterrados, porque soy el hogar de todos.

>Voy a regresar a la fuente de todos los derechos: somos creados libres y hermanos

>Voy proclamar la esperanza pues se acerca la liberación

Oswaldo José Paya Sardinas

Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación

MESSAGE TO BRUSSELS CONFERENCE, MAY 13-14 2008-05-08

THE ONLY PROJECT FOR CUBA: LIBERTY

May our greetings reach all participants. We would especially like to recognize the organizers of this conference, the Konrad Adenauer Foundation and the Shuman Foundation, who have worked arduously so that many voices can be heard at the event, as well as facilitating that our voice, which originates in the interior of Cuba, be heard and considered. We appreciate your efforts and dedicated solidarity greatly.

If anything is clear in the ideology, the doctrine or teachings of social Christianity is the idea that people, their liberty, their dignity, their rights, their right to full development, their vocation to fraternity and therefore to live a life in human community with equality and justice—all these matters are above ideological consideration, all strategy and interests and all schemes.

Christian Democracy is not ambiguous, in fact, it takes it cues from above; in human people themselves, the sons of God. Those ideas, those values and those goals can be summarized in a single irreducible category: liberation. That option for you neighbor, for his liberation, has been the inspiration of our peaceful struggle inside of Cuba.

Even though we have called on all, it is possible that at times we have marched on our own. Nevertheless, we have not struggled just for ourselves but for everyone—all Cubans. We are not only talking about the Christian Liberation Movement but the Cuban Forum, a civic mobilization, though still modest is nevertheless real and growing.

If we to be supported we need support now, in what we do—not in what we do not do or no one does. We do not want exclusives, nor are we exclusive. We call on everyone and many citizens have already responded. If you are not going to be in solidarity with what we do because others do not want to do it. If you are not going to cement your solidarity with us in the hope of supporting others, this historic moment will pass and your good will and spirit of solidarity will continue to float in the air without ever having found a place to land.

I am sure that the organizers and participants of this conference have as a goal that their reach and impact go beyond this conference. That is what we wish. That is why I suggest that we propose some time to dedicate to the fulfillment of a mission. That mission must be something that during that time of maturity cannot be postponed: to support the work that we do inside of Cuba.

Will you all leave here to speak of and promote support for the Cuban Forum, the Varela Project, which are campaigns for the rights of Cubans and the liberation of political prisoners? Will you all promote support the cries for liberty of these political prisoners, who lead their families in Cuba, including the Damas de Blanco?

That is what we are doing to create changes. If you are all in solidarity support these campaigns and do not leave without coordinating that support. We are not asking for money or material resources. We are asking for a public campaign to support our campaign for the right of all Cubans to their rights. Supporters, there is a path, we are creating it. Join us across the world with our message.

The Cuban government, its spokespersons, its journalists and intellectuals continue to speak about those of us working towards change that the Cuban people want and struggling peacefully for human rights in Cuba, with the same insulting, falsifying and threatening language. Its repressive bodies continue to harass civic activists and, with all the resources of totalitarianism, denying the fundamental rights to all Cubans.

Political and common prisoners continue to live in inhuman conditions. The defenders of human rights imprisoned and condemned unjustly continue in prison. While this situation of oppression remains others dedicate themselves to offer an amplified and forced image of opening, creating an entire virtual world of change which the government itself has yet to announce.

Cubans continue to inform themselves stealthily and misinform themselves of the lances from the international press that bounce back to Cuba indirectly.

No one wishes more for real change than the Cuban people themselves. No one works in a more transparent and peaceful way for this change than the fighters for human rights. It is not our spirit to deny the value of what may be positive but to consecrate as real change some measures and maneuvers is to close the doors of the future on our people and condemn them to live without rights—burying them in lies.

Our disposition to dialogue is authentic but until now the government has responded with fatal arrogance of someone who believes in having all the power and to whom charity is being asked of. It responds with more repression, offenses and calumny. But whether or not this dialogue comes to fruition, the Cuban people will reclaim their rights. In fact, this dialogue and road to reconciliation has already begun among Cubans.

Cubans have the right to have their voice heard at the polls, to have recognized in the laws and in practice their rights. This road began with the Varela Project, that legal and citizen reclamation continues today and will do so until it reaches its goals.

Some are offering economic models with restricted rights, like that of the Chinese, or better said, the model imposed upon the Chinese. Others propose schemes of change that have a rhythm of Jurassic scale or are disposed to offer blank checks so that the successors to power may experiment with an efficient dictatorship. They offer substitutes to democracy, as if Cubans were sentenced to live without rights.  

Our response is a radical demand: Why not rights?

This last question is of all Cubans in a tone of hope and determination. That question is for those that govern Cuba, for they too are Cuban, but in a demanding tone because it is their responsibility to implement those changes in the laws so that all the rights of Cubans are respected. For all those related to Cuba, those that speak about Cuba, those involved in the life of Cuba, be they states, group of states, institutions or individual persons, this question is in a tone of solidarity but also in a tone of warning and denunciation, telling them: we Cubans have not asked for embargos, isolation, sanctions, nor punishments but we have not asked for media publicity as if we are not worthy of liberty, models in which our rights are not respected, complacency with an order without rights which we did not choose, applause nor smoke curtains to present as successes supposed openings, supposed changes which have not begun and which the government itself has not defined publicly.

Some say that we must wait until the next presidency of the United States to see changes in the policy towards Cuba and believe that this is how changes will be produced in Cuba. We do not have to wait for changes outside of Cuba to change what we have to change ourselves. That is our challenge and obligation.

We have the right to rights because we are human beings, but only ourselves, only Cubans, can and must achieve the peaceful changes that we wish to enjoy. Many of our brothers are in prison solely for defending these rights peacefully. But that is not only an internal matter, which is why these rights are universal and to deny them to one person is to injure all of humanity, of which we all are family.

The United States has been constant in its recognition and respect for those in Cuba fighting peacefully for human rights, something which has not wavered with each government or diplomat. Many Cubans have found a home, rights, opportunities, liberty and a more dignified life in that country, although they suffer from exile and separation. It has also been constant in calling for civil and political rights for Cubans and the liberation of political prisoners.

Respect for the rights of Cubans is inseparable from the respect to our sovereignty, self-determination and national independence, without those mutual and inseparable respects there can be no honest friendship between our countries, as people wish and deserve.

Free and friends is how we wish to be. He who does not demand the respect to the rights of people, of us Cubans, in reality does not respect our sovereignty.

He who does not respect our self-determination and the sovereignty of the Cuban people is also not respecting our fundamental rights, because we are a nation with our own identity and history and our own way of living and existing and the only way we want it is total independence from the north, the south, the east and west. Today, tomorrow and forever.

I am not a mediator between the governments of Cuba and the United States, but whatever the government of the United States does that affects us is also our business and that is why, as part of the Cuban people, it corresponds to me to opine and demand on what the United States does or can do or any other country, with respect to Cuba.

We say that we are in moments of change because the Cuban people are awaking and not to be denied their dreams but to make them a reality.

We say that we are in moments of change no because there is an opening in Cuba to rights but because increasingly the people demand them more and we believe and desire that one day they will achieve them peacefully.

The rights of Cubans cannot and must not depend on the policy of the United States toward Cuba, nor on the state of relations between the two countries. Whatever the state of these relations we will continue to reclaim, as we have until today, the rights for Cubans and the liberation of political prisoners. But no one can deny the state of these relations will capture the majority of publicity and is the center of national and international attention and the focus of constant tension.

To say that the United States has nothing to change would be to say that everything that done or everything that it is doing is good for the Cuban people. But that is not the case. In this moment of change good will is expressed by change. I want to be clear, what we believe must change in Cuba we have already proclaimed and continue to demand in the Varela Project which we continue to push with the Cuban Forum Campaign.

We say the embargo and the laws that accompany it must be repealed, not only because they have been bad for the people of Cuba, but also because they do not contribute in no way to that good which is peaceful change. The Transition Program for Cuba authored by a commission of the government of the United States must be annulled because it only corresponds to the Cuban people to write the transition program for Cuba.

Help and collaboration will be welcomed and appreciated as long as they are accorded mutually between the two countries. The United States can and must extend the dialogue it sustains with civic movements and human rights groups inside of Cuba to the government of Cuba. This dialogue could contribute to a better environment for our people and to a better international environment. We are not talking about a concession.

Neither of the two governments must take this exhortation with arrogance, as that dialogue is an obligation and responsibility of every government with its own people and with all of humanity. We want to be clear that we do not have to wait nor depend on the results of that possible dialogue for our rights to be respected and for that reason we will continue to demand them. However, the relations and tensions between our countries are an undeniable part of our national realities.

A sincere, respectful, civilized and honest dialogue is a good path, if the goal of that path is to favor the good relation of respect, peace and friendship between our peoples. A relationship which will be authentic and legitimate in the measure that the citizens of each country enjoy respect to their rights in their own countries and in the measure that there is a spirit of cooperation within the respect to self-determination of each people, free and friends.

There exists a human bond between Spain and Cuba with profound historic, family and cultural roots. This bond has served and must serve so that Spain, within its European context, may help achieve a greater comprehension of the Cuban reality. But to assume that that bond gives Spain the role of being the voice of Cubans in that context and allow it to interpret our interests or exponent of what is in Cuba’s best interest, is, at the very least, the inertia of a colonial mentality. In that sense, Spain, its citizens and its government are called to promote a dialogue between Europeans and all sectors of Cuban society, not discourage it.

It corresponds to the European Union as well as to every one of its member states to demand publicly and constantly the respect of the rights of Cubans in Cuba and the liberation of political prisoners and exhort in whatever way possible dialogue within Cuba. This has been until now the conduct of the institutions of the European Union, especially the European Parliament, which repeatedly calls on the Cuban government to demonstrate its willingness to change by allowing the Ladies in White and myself to present before them the real and current situation of our people. Nevertheless the recent tendency of some of its members, not all, has been to diminish their contacts with the democratic opposition in Cuba and gradual self-censorship. The tendency of some in the European Union is to do nothing that will annoy the Cuban government and give opportunity to the government and not the people of Cuba.

We have never has for sanctions from the European Union against the Cuban government, nor do we believe them to have been generated, although the indignant and insulting concept of not inviting us to receptions celebrating national holidays was created and accepted. Never did we ask and if to some our presence was going to cause so much anxiety not having in those events the excluding representatives of the Cuban government, it would have been better not to have invited us. Certainly we were offended. If this tendency of abandonment that we are observing is solidified and generalized the only people being sanctioned by the European Union are the people of Cuba.

The Cuban Forum Campaign in the Declaration of Liberty for Cubans (www.oswaldopaya.com) which is the visualization of the changes we propose to achieve, has proclaimed unequivocally the essence of the change we seek: we Cubans want liberty.

Lastly, the physical absence of the Christian Liberation Movement in this conference is also due to a sustained violation that we do not tire of denouncing: in Cuba, travel is NOT a right. For years I have been invited to different events, and the mechanisms of the Cuban government do not leave even fingerprints of violation, but the facts remain, and I am not there with you. Cubans cannot enter Cuba freely or leave freely; therefore in our state of persecution, we will not put up a façade of normality that some seek to force by talking about changes when there are no rights.

This conference has taken a title, an emblem which is a grave challenge for all of us. By saying “Quo Vadis Cuba?” we invoke the title of Henryk Sienkiewicz’ immortal novel. I believe you all had in mind who asks that question and to whom it is asked in the development of the novel.* I see that many across the world, many of those mentioned in this message, including many Cubans, are asking to Cuba, Quo Vadis Cuba? Certainly by knowing Cuba, and Cuba being all Cubans, the first reaction could be, where have they brought me and to where do they want to take me?

…but surely to the question of Quo Vadis Cuba, Cuba responds:

> I will not kill because I do not believe in killing, but I will challenge death because they want to obligate me to live without liberty.

> I will forgive so that my children may forgive themselves and that way release the hatred so that the evil they have suffered cannot follow them.

> I will walk barefoot to teach the merchants that my children and I cannot be bought.

> I will shout for myself because many speak for me but do not say what I feel and what I want.

> I will seek the darkness where the captives are kept for they hold the light of truth.

> I will look forward so that reconciliation and peace may break out.

> I will emerge above the waves of fear that submerge my children in a sea of lies.

> I will extend my hand in a gesture of friendship to all the countries of the world reminding them that over me no one can place their feet.

> I will part the sea so that my exiled sons may return, for I am the home of all.

> I will return to the fountain of all the rights: we are created free and fraternally.

> I will proclaim hope for liberty is near.

Oswaldo José Paya Sardinas

Coordinator of the Christian Liberation Movement

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