Anillas olímpicas con alambres de púas. Por Oswaldo Payá

En estas olimpiadas el régimen totalitario que domina china, exhibe sus controladas olimpiadas, en un ambiente de disciplina y orden propio de campamentos, por muy digitalizados que estén. Exhiben el esplendor de uno de sus dos sistemas, pues el otro, el que sepulta multitudes en la pobreza y la semiesclavitud permanece oculto, dentro de la filosofía excluyente de “un país dos sistemas”. Una oligarquía, formada por los nuevos ricos niega los derechos ciudadanos a los chinos, con la complacencia de los que han transferido desde occidente tecnología e inversiones bajo el concepto de “business is business”. Así se ha logrado comunismo salvaje, que la absorción por parte del totalitarismo del capitalismo salvaje, conservando el orden de no derechos y donde los trabajadores, por no tener voz, no les pueden llamar explotadores a los super-ricos y los pobres tampoco pueden decir que son pobres.

Admiro y celebro el esfuerzo de los atletas por dar lo mejor de si y no dejo de comulgar con la buena fe de miles de millones de seres humanos que en torno a cada olimpiada y a también a esta, se unen en un profundo deseo de paz y fraternidad. Pero aunque suene de mal gusto ante el festín que reflejan los medios de difusión,

Denuncio que obispos, sacerdotes y laicos católicos y también defensores de los derechos humanos están encarcelados en China. Denuncio el olvido de la sangre de tantos muchachos y muchachas, muy jóvenes, derramada por soñar con la libertad en Tiananmen Esa plaza es usada ahora como lugar turístico, donde se exhibe el retrato Mao Zedong, que es tanto como exhibir el retrato de Hitler o Stalin en cualquier plaza del mundo. Llegue hasta los oprimidos en China nuestra solidaridad mas allá de los alambres de puas, aunque ahora estos tengan la configuración de los anillos olímpicos, que también trapan alos tibetanos que luchan por su identidad. Porque los chinos, los tibetanos, como los cubanos también, son seres humanos y por eso, ellos y nosotros tenemos derecho a los derechos.

El régimen de no derechos en China se apresta a apadrinar el continuismo totalitario en Cuba, mientras confluye en esto, con los herederos de Stalin y Brezniev, con una pretensión de volver a convertir a nuestra isla en esfera de influencia para su competencia con los Estados Unidos de América. No queremos, ni nunca quisimos base militar norteamericana en Guantánamo, como no queremos ser plataforma de aterrizaje y lanzamiento de aviones y artefactos ofensivos rusos ni de ningún país, eso no contribuye la paz, ni lo necesitamos los cubanos. Tampoco queremos modelos de neocomunismo chino, porque el comunismo viejo o nuevo es opresión. Como dice nuestra declaración de libertad: Nosotros los cubanos queremos la libertad.

En el discurso del 26 de Julio reciente, en Santiago de Cuba, el general Raúl Castro anunció un proceso de consulta entre los trabajadores sobre un proyecto de ley de Seguridad Social. No habló de los cambios que el pueblo desea. Sobre esa consulta dijo: Todos serán escuchados, coincidan o no con la opinión de la mayoría..

Y mas adelante afirmó: “No aspiramos a la unanimidad, que suele ser ficticia en este o en cualquier tema”.

Pero lo cierto es que en Cuba se ha forzado una unanimidad ficticia sobre asuntos vitales durante décadas. Recordamos como en junio de 2002 después que presentamos a la Asamblea Nacional el Proyecto Varela con mas de las 10000 firmas como establece la Constitución, el gobierno impuso, en la propia Constitución, una adición que anula el ejercicio de la soberanía popular. Con la unanimidad ficticia acostumbrada en esa Asamblea Nacional del Poder Popular, que siempre ha votado unánimemente, anularon el derecho del pueblo a cambiar el sistema económico, político y social. En realidad este asalto contra la soberanía se produjo para evitar que las leyes pudieran cambiar, como pide el Proyecto Varela, para garantizar los derechos a la libre expresión, asociación y de elecciones libres. Porque esos derechos son incompatibles con ese sistema que pretende ser eterno y también con el método de unanimidad ficticia con que se impone.

Creo que la minoría son los que gobiernan en Cuba al negarles a la mayoría de los cubanos la nueva vida que desean. Nueva vida significa, reconciliación, superar el odio y el miedo, libertad y derechos. Sin embargo hay muchos cubanos en prisión por proponer esos cambios pacíficos, como lo hicieron en el Proyecto Varela. Muchos cubanos son vigilados, excluidos, marcados como gusanos, en desventaja por opinar diferente, por romper la unanimidad ficticia y por afirmar los derechos humanos. Las reglas y las practicas de la policía, del Partido Comunista, los tribunales, los dirigentes, los sindicatos y asociaciones del gobierno, son opresivas y excluyentes y muy represivas contra los que se atreven a disentir.

Pedir derechos no es ninguna agresión, ni chantaje, ni maniobra, es pedir lo que merecen los seres humanos por ser humanos, hijos de Dios. Eso no tiene reducción, los derecho son derechos y los humanos, humanos somos.

Aquí llegamos una vez mas, a la esencia de nuestro mensaje para todos los cubanos, inclusive para los que gobiernan y también para los que en el mundo se relacionan con la realidad cubana o lanzan opiniones sobre nuestro futuro: Pueden haber y hay diversas experiencias y posiciones, también existe gran diversidad de visiones sobre el pasado, el presente y el futuro de Cuba, pero lo que no puede negarse con ningún argumento o fuerza física o intelectual es que todos los cubanos y cada cubano merecen el respeto de todos sus derechos y que además solamente en el ejercicio de esos derechos pueden decidir lo mejor para Cuba, democráticamente.

Quien niega estos derechos en Cuba, oprime al pueblo cubano y le cierra las puertas del futuro. Quien apoya, justifica y silencia esta negación de derechos desde el exterior, no importa con que argumentos lo haga, desprecia al pueblo de Cuba y atenta contra la solución pacifica, digna y soberana que quieren los cubanos.

Por eso hemos comenzado en esta semana que pasada la campaña del Proyecto Varela para que los propios ciudadanos reclamen un Referendo para que las leyes garanticen sus derechos fundamentales. Hoy la propaganda aplastante y muchas fuerzas en el mundo apoyan o aceptan el concepto alienante de que no hay alternativa en cuba y por eso tratan de adaptarse al continuismo del totalitarismo , como lo hicieron en otras partes, tratando de matar la esperanza diciendo que no hay alternativa.

Pero si hay alternativa. El Proyecto Varela vuelve para que renazca la esperanza y trae la alternativa justa que es la libertad y los derechos para todos.

Oswaldo José Payá Sardiñas

La Habana 16 de Agosto de 2008

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