Mensaje a los demócratacristianos de América reunidos en Ciudad Juárez, México


MENSAJE A LOS DEMOCRATAS CRISTIANOS DE AMERICA REUNIDOS EN CIUDAD JUAREZ MEXICO

Nuestros partidos y movimientos, no somos, ni debemos ser nuestra propia meta. Porque cuando un movimiento político, una institución, un líder o un gobierno se convierte a si mismo en su propio objetivo, deja de servir para comenzar a usar o manipular a los que debe servir. El ideario demócratacristiano, que es el de la liberación verdadera, es incompatible con la manipulación de las personas  y con cualquier tipo de opresión. Un ideario que no envejece, que no es estático, sino siempre abierto al mejoramiento.

Sinceramente creo que el relanzamiento de la Democracia  Cristiana que nos proponen, es una exigencia para cumplir con nuestra vocación de servicio a los pueblos en el quehacer político. Enriquecimiento significa profundización, creatividad, diversidad, pero coherencia con nuestro ideario y no un eclecticismo que diluya nuestra identidad y fundamentos. Porque entonces seríamos de todo, o cualquier cosa y de hecho no seríamos nada. Y somos democratacristianos. Sólo si tenemos confianza y convicción profunda en la justeza de nuestro ideario podremos presentarle a los pueblos, un camino definido a transitar en este momento de la historia y dar respuestas a sus necesidades y legítimas aspiraciones. Si  no, no nos identificaran, ni distinguirán nuestra propuesta de otras que ya les han decepcionado.

Siempre debemos estar abiertos al dialogo, dispuestos a escuchar y a trabajar juntos con todas las personas de buena voluntad respetando la diversidad. Pero queremos decir aquí, que creemos firmemente que el conjunto del ideario socialcristiano propone para el pueblo de Cuba y para los pueblos de América, un camino a recorrer  hacia la justicia, la superación de la pobreza, la democracia en el respeto a todos los derechos de todas las personas, la solidaridad y la fraternidad, la reconciliación y la paz.

Hermanos el flagelo de esta época es la deshumanización, que incluye la destrucción galopante de ese don que Dios nos dio con la creación y al que llaman medio ambiente. El humanismo cristiano es una respuesta, una luz de solución siempre actual, desde donde se rescata la persona con toda su dignidad y derechos por encima de cualquier otra categoría o valor. No le imponemos a nadie ni ideas y mucho menos la fe, pero no tengan miedo en proclamar la verdad que le da sentido y contenido a ese humanismo: Creados a imagen y semejanza de Dios nuestro Padre.

Creemos que debemos trabajar mucho, todos para que dentro de esta reflexión que propone la presidencia de nuestra organización continental, definamos una línea programática de conjunto. No estamos hablando de un programa común para todos los partidos, ni para sus propuestas electorales o de gobiernos. Estamos hablando de una toma de posición y una línea de acción que concrete esa misión inspirada en esta propuesta enriquecida y mirando a nuestros pueblos.  

Hoy, muchos pueblos de América, parecen estar atrapados como si hubiesen perdido la oportunidad de la verdadera justicia, mientras van perdiendo la libertad,  sumergidos en la trampa, anulados en la confusión. Anunciemos que sí podemos construir la nueva oportunidad y hacer el camino, siempre nuevo, de la justicia en la libertad y los derechos..

Los que dijeron o aun dicen,  que había que tomar alguna medida para satisfacción de los pueblos para evitar la llegada del comunismo, no hablaban desde los pueblos, sino desde el temor a los pueblos. Por eso, en aquel final de siglo XX, cuando parecía que ya no existía ese peligro del comunismo, las fuerzas se concentraron en el negocio, muchas veces en el negocio fácil para los que tienen mas y en detrimento de los que tienen menos y sin pensar en esa muchedumbre que aun hoy no tiene nada. Llegaron al fundamentalismo mercantil, que tratando a toda las cosas de la vida y actividades y hasta la persona misma como objeto de mercado aniquiló muchas capacidades ciudadanas y además de abrir la brecha entre ricos y pobres, llevó la democracia al peligro de aniquilamiento, donde no la aniquiló. Dejaron entonces a los pueblos indefensos ante el neototalitarismo que les acechaba. 

La democracia solo es verdadera si es capaz de construir la justicia.

Esos que dicen que los cubanos solo queremos mejoras económicas y algunas migajas y no la libertad, además de despreciar a nuestro pueblo, son ilógicos e injustos. Porque niegan la causa de la pobreza, de la ruina y de la desigualdad que existe en Cuba, que es precisamente la ausencia de libertad. Por no tener derechos hoy en Cuba el pueblo pobre y los pobres del pueblo ni siquiera tienen voz para decir que son pobres. Ese es el camino  que llevan los  jerarcas del neototalitarismo en Latinoamerica. Llegan a nombre de los pobres y quitan la voz a los pobres. Llegan anunciando la justicia y suprimen los derechos de facto  y cuando pueden en también en las leyes. Se apropian del estado y entonces viene el golpe del estado contra el pueblo, porque ese estado ya no es del pueblo. Secuestran las instituciones hasta entonces democráticas y las falsifican.

Si en algo podemos adelantarnos a esa proyección programática que proponemos redactar entre todos, es en lo que específicamente se relaciona con Cuba.

El gobierno cubano cierra al pueblo las puertas del futuro con el orden de no derechos y mantiene a decenas de prisioneros políticos en las cárceles. Ellos están en prisión en condiciones inhumanas, sólo por defender los derechos de los cubanos.

Toda la represión, la propaganda y también muchos apoyos visibles que vienen desde gobiernos de Latino-América para el gobierno de Cuba, tratan de desalentar a los cubanos para que piensen que no hay alternativas.

Sin embargo el pueblo si quiere cambios, quiere una nueva vida, quiere la libertad. Recientemente hemos concluido una consulta en la que participaron más de 700 disidentes y otros ciudadanos dentro y fuera de Cuba, ofreciendo sus opiniones. El resultado ha sido la “visión de cambio” que se expresa en el documento “Unidos en la Esperanza”. En este documento se reafirma la voluntad de los cubanos de lograr sus derechos y la reconciliación. Mientras tanto continúa, la campaña del Proyecto Varela, porque aun no tenemos esos derechos y la continuaremos hasta lograrlos, aunque la represión contra los activistas es creciente.

El Movimiento Cristiano Liberación llama a los miembros de  ODCA y todos los Demócratas  Cristianos en el mundo a que apoyen con toda intensidad las demandas que hacemos en el Proyecto Varela, la solución pacífica entre cubanos que implique elecciones libres y garantías  de todos los derechos para todos los cubanos, comenzando por la liberación de todos los prisioneros políticos.  Los cubanos queremos la libertad y la solidaridad para la libertad. No se desvíen de este objetivo si quieren ser solidarios con nuestro pueblo.

Hermanos, no se dejen aplastar por ningún fundamentalismo, ni por el religioso, ni por el político, ni por el mercantil, ni tampoco por el  fundamentalismo secular que como el comunismo ateo  trata de sustituir a Dios por fetiches, para poder dominar las personas.

Seamos valientes. Vayamos a nuestro punto de partida, porque este no quedó atrás sino que va delante de nosotros iluminándonos. Vayamos a nuestro origen, porque este no es  pasado sino  esperanza. Retomemos nuestros fundamentos, porque no son ideas viejas, sino la buena nueva. Renovémonos en nuestras raíces, que no están sepultadas porque son una fuente de agua viva.

Esa luz, esa esperanza, esa buena nueva, esa fuente es el Evangelio de Jesucristo, Señor de la Historia. 

TODOS CUBANOS, TODOS HERMANOS Y AHORA LA LIBERTAD

Oswaldo José Payá Sardiñas

A nombre del Movimiento Cristiano Liberación

Desde Cuba, 26 de Agosto de 2009

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