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El Padre Francisco Santana murió el 28 de Enero de2004.
Sufrió mucho en sus meses de enfermedad terminal por todos los hermanos Prisioneros de la Primavera de Cuba y por su Patria sin libertad.
Dios quiso que muriera el mismo día en que celebramos el nacimiento del Apóstol de nuestra independencia José Martí y Pérez.
Sufrió el destierro hasta que murió, pues el gobierno cubano nunca le permitió, ni siquiera visitar su Patria querida.
Con esa pena en el alma, apenas pudiendo respirar, dio hasta el ultimo aliento hasta los últimos minutos de su vida al pueblo cubano, oprimido a la iglesia de Cuba, perseguida, sosteniendo el mensaje de esperanza y anunciando la nueva y gran noticia de la liberación.
No fue un cura político, fue un sacerdote que se hizo perseguido con los perseguidos pobres con los pobres y débil con los débiles.
Desde el programa de radio que logro en Radio Martí fue el primero que por primera vez en muchos años pudo hablar de Dios y del evangelio a millones de cubanos que en medio de la exclusión y las represalias contra los creyentes nunca más o nunca en sus vidas, habían estado en una iglesia. Mientras otros hablaban de Fidel y la Religión, el hablaba del Dios y del pueblo, del pueblo de Dios, del Cubano y su Fe..
Fue constante evangelizador, mensajero de la reconciliación entre los cubanos y testigo que proclamó la idea subversiva y silenciada pero verdadera de que los cubanos que vivimos dentro y fuera de Cuba en la diáspora “somos un solo pueblo”..
No fue político fue un sacerdote de la liberación, sin hacer teología sino con esa mística de los sencillos que optan radicalmente desde el evangelio por su prójimo y su prójimo fue ante todo el pueblo cubano. Por eso fue tratado con petulancia y hasta con desprecio por muchos en el reino de este mundo lo superaron. Un obispo de la diáspora Monseñor Agustín Román padre de todos, siempre lo acogió, lo alentó y lo acompañó con comprensión, con amor y con mucha valentía.
El padre Santana llegó con su voz a millones de cubanos y muchos abrieron el corazón a Dios o a la esperanza al escuchar su mensaje. Creó un verdadero puente de solidaridad entre los cubanos dentro de Cuba y los de la diáspora, que enviaban medicinas, alimentos y muchas cosas para necesitados aun sin conocerlos, con enorme amor y generosidad.
Ese día que murió el consejo del Movimiento Cristiano Liberación estábamos reunidos, creíamos, que secretamente, llegó la noticia y con dolor pero con esperanza y mucha gratitud hicimos la primera oración por el Padre Santana. Fue inspirador, y compañero del Movimiento Cristiano Liberación. Padre pastor, hermano y amigo a toda prueba. El mejor de los amigos. El decía; yo no quiero cargos ni glorias, lo mío es Jesucristo, la gente,,,
Por eso fue un verdadero hermano de la Liberación.
Gracias a Dios porque Cuba tuvo este hombre del Evangelio y de la Patria cubana.
Un día un hermano de la diáspora me dijo: ”Tu amigo el cura, es un poco loco (y después de un silencio afirmo) pero es verdad que es loco para defender al perseguido al
pobre, al necesitado, cuando se trata de ayudar a un infeliz él se lanza de cabeza como quien se lanza en una piscina sin preguntar si hay agua o no.
Gracias a Dios por el padre Santana. Gracias amigo.
Tus hijos del Movimiento Cristiano Liberación
La Habana 28 de Enero del 2010