Tres agentes de la Seguridad del Estado preguntaron por mi en la puerta de nuestro hogar mientras estábamos reunidos en familia el DIA DE LAS MADRES. Uno de los agentes dijo burlándose: “Están celebrando con Cocacola”, pues la puerta estaba abierta.
Cuando llegue a la puerta me dijeron: “Te traemos tres paquetes de parte de Joe”. Les respondi: “No voy a recibir ningun paquete de ningun Joe”. Ellos trataron de enseñarme un papel en el que se veía mi nombre y les dije: “Aunque diga mi nombre no quiero nada.”
Los agentes subieron a su auto blanco moderno de chapa particular haciendo ademanes. La provocación ordenada por su alto mando trataba de perturbar y amenazar a mi familia en un dia que los cubanos consideramos sagrado