Como Payá era español no se descarta que sus familiares presenten una querella criminal ante la Audiencia Nacional en Madrid.
Familiares del opositor cubano, muerto el año pasado en oscuras circunstancias, están asombrados de que la Unión Europea siga cruzada de brazos ante el pedido de una investigación.
Los familiares del extinto disidente cubano Oswaldo Payá han venido perfilando estrategias para conseguir que se haga una investigación internacional sobre las dudosas circunstancias de su muerte pero hasta ahora “siguen esperando un apoyo más firme de parte de las instituciones europeas, que de momento es inexistente”, destaca el periódico español La Gaceta.
“En los últimos meses, han presentado una demanda -que ha sido admitida a trámite- ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dependiente de la Organización de Estados Americanos, de la que Cuba es miembro activo”, señala, además de que el pedido ha sido formulado oficialmente también ante Naciones Unidas.
Pero la Unión Europea (UE) no ha precisado si colaboraría con la ONU en una posible investigación, y hace unos días, indica, “la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, dijo que no le constaba que Naciones Unidas hubiese iniciado la puesta en marcha de ninguna iniciativa y que la UE no disponía de medios para iniciarla”.
Carlos Payá, hermano del disidente y miembro del Consejo Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación, declaró a La Gaceta que les “extraña que la UE no haga más por Payá, Premio Sajarov del Parlamento Europeo que, además, murió siendo español”.
Según el periódico, en base precisamente a que además de cubano era español, los familiares de Payá no descartan presentar una querella criminal ante la Audiencia Nacional en Madrid. Dada esa posibilidad, Carlos Payá indicó: “Confiamos en la independencia de la Justicia española”.
LAGACETA: La familia de Payá, decepcionada con la Unión Europea
Recuerdan que el disidente murió siendo ciudadano español.
A medida que se acerca el primer año de la trágica desaparición del disidente cubano Oswaldo Payá -acaecida el 22 de julio de 2012-, sus familiares va afinando las estrategias para configurar una investigación internacional que aclare las circunstancias de su muerte. En los últimos meses, han presentado una demanda -que ha sido admitida a trámite- ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dependiente de la Organización de Estados Americanos, de la que Cuba es miembro activo.
En Europa siguen esperando un apoyo más firme por parte de las instituciones europeas, que de momento es inexistente. La última demostración de esa desidia tuvo lugar hace unos días en la Eurocámara cuando, en respuesta a una pregunta del eurodiputado español Francisco Sosa Wagner -de Unión Progreso y Democracia- sobre si colaboraría con Naciones Unidas en una hipotética investigación, la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, dijo que no le constaba que Naciones Unidas hubiese iniciado la puesta en marcha de ninguna iniciativa y que la UE no disponía de medios para iniciarla.