Hoy queman nuestra bandera en Venezuela y solo puedo detestar a esos zafios que la identifican con una tiranía. Solo puedo detestar a esos criminales que han convertido en mercenario el símbolo por el que dieron su vida miles de patriotas por nuestra independencia, por nuestra libertad.
Son traidores quienes han profanado aquel sacrificio, quienes se burlan de la sangre y la esperanza de miles de cubanos que abonaron con sus vidas el camino de la libertad hasta nuestros días.
Son unos miserables quienes han plantado nuestra bandera en tierra ajena como conquistadores y ocupantes, quienes la ultrajan con su miserable irrespetuoso desdeño porque es mas fácil tomar nuestra bandera como objeto y blanco de la frustración y cobardía que desahogar sobre el tirano la furia justa del oprimido.
No creo ni en los iconoclastas anti patriotas, ni en los oportunistas traidores, ni en los furiosos cobardes que, impedidos por su limitado coraje, queman, mas que a esa tela gloriosa que nos identifica como nación a todos, el sacrificio y el martirio de los mejores hijos de Cuba.