Hoy, 8 de septiembre de 2014 estamos celebrando la Fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre, Reina y Patrona de Cuba. Junto a esta fecha señalada y especial para muchos cubanos, desde hace 26 años, el Movimiento Cristiano Liberación (MCL) celebra su fundación, su lucha incansable por la libertad, por los derechos de los cubanos, o sea, por la justicia y la dignidad de la persona, del cubano.
Decimos que estamos de fiesta, hoy los miembros del MCL nos preguntamos personalmente por qué festejamos. Por mi parte tengo que celebrar mucho:
Haber conocido y beber de la experiencia de Oswaldo Payá y Harold Cepero, dos hombres que me enseñaron qué significa dar la vida por amor a los demás, dos hombres que me ayudaron a responder mejor a las inquietudes políticas y sociales de nuestro país, seres humanos llenos de sabiduría y humanidad que provocaron en mí un interés profundo por el bien de las persona, y junto a ellos me percaté de que todo el tiempo el ser humano se está formando, por tal motivo, hoy y siempre tendremos esperanza.
Celebro la alegría de haber sido libre en Cuba, pues la libertad la llevamos dentro, todo está en poner los medios para superar nuestros miedos.
Celebro el tesoro que Dios me ofreció por mi activismo, ese tesoro lo llamo amigos. En mis viajes a Santiago de Cuba, Placetas, Candelaria, entre otros pueblos, con el objetivo de dar charlas, conocer a nuestros activistas, a nuestros líderes y principalmente conectarnos más y avivar la esperanza, descubrí a personas que hoy puedo llamar amigos y no conocidos… ¡Muchísimas gracias!
Ser activista, líder del MCL para mí ha sido una experiencia de vida que ha contribuido sobremanera en mi crecimiento humano, y creo que por todos los acontecimientos vividos, por todo lo que sufrí, es que puedo decir hoy que estoy salvado para siempre. Todo lo que se hace por el bien de la humanidad, por la persona, nos construye, nos forma, nos llena, y solo alguien que está lleno de deseos de hacer el bien a pesar de las múltiples dificultades que se puedan presentar, podrá tener la certeza de que estará salvado para siempre. Por tal razón y es al punto que deseo llegar: El MCL está salvado para siempre. El bien nada ni nadie lo puede opacar o destruir, el bien permanece, vive para siempre.
Feliz día para todos los miembros del MCL y para todos los que nos apoyan.
Que la Virgen de la Caridad del Cobre le conceda a cada cubano y a los que aman al pueblo de Cuba sus más profundas aspiraciones, en especial, que nos alcance la libertad para nuestra tierra.
¡Libertad y Vida!