LA CUBA VIRTUAL VS LA CUBA REAL. por Minervo Chil Siret, MCL

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Asombra ver, escuchar y leer declaraciones de diversos personajes sobre su visión de la realidad actual de Cuba y sobre los supuestos beneficios que traería para Cuba y los cubanos la visita del presidente Obama. ¿Cómo se puede ser tan ciego? ¿O caso nos quieren vender gato por liebre?

¿Cómo hablar de empoderamiento ciudadano, cuando los únicos beneficiarios del intercambio son los mismos personeros de la oligarquía económica-política-militar que han regido el país durante casi 6 décadas? ¿Cómo creer que se abrirán espacios de reconocimiento y respeto a los derechos de los ciudadanos, cuando lo único visible y público es el aumento notable de la represión? ¿Por qué asumir que los mismos que nunca han respetado los acuerdos y declaraciones firmados por ellos, van ahora a reconocer lo que siempre han negado?

¿Será que Obama tiene poderes milagrosos desconocidos y logrará la conversión instantánea de los represores? De otra forma no se explica el desmedido optimismo de quienes creen que su visita puede contribuir, de alguna forma, al mejoramiento de la vida de los cubanos.

Quienes han mantenido al pueblo sometido durante 57 años no van a cambiar de la noche a la mañana. Mucho menos si están logrando todo lo que quieren a cambio de nada. Lo único que se está logrando es reforzar el discurso del régimen de que la razón histórica está de su lado. Y con esto solo confunden a un amplio sector de la población cubana que siempre ha visto al pueblo norteamericano y a los sucesivos gobiernos de EEUU como aliados del pueblo oprimido de Cuba.

Quienes piensan que los “cambios” ocurridos en Cuba en los últimos años, son merecedores de una felicitación a la cúpula gobernante, o no conocen bien la realidad de Cuba o creen que los cubanos no merecemos una vida digna. Presentar como “logros” que hay que aplaudir, permisos y autorizaciones (que pueden ser negadas o retiradas en cualquier momento) para realizar algunas actividades económicas menores de manera autónoma, es negarle a los cubanos sus DERECHOS en materia económica.

Eliminar la ominosa “Carta Blanca” pero dejándole al régimen la potestad de decidir qué cubanos pueden salir de Cuba, y entrar o regresar, ha sido quizás la muestra más palpable y exitosa del cambio-fraude que tratan de instaurar. Ya nadie habla del DERECHO de los cubanos, de TODOS los cubanos a entrar y salir LIBREMENTE de su país.

Permitir acceso restringido a internet (y a precios prohibitivos para la mayoría de los cubanos) ha menguado las demandas del DERECHO al acceso LIBRE a la red de redes y a la LIBERTAD DE PRENSA Y DE INFORMACIÓN, sin censuras.

Quizás los avances tecnológicos de la época que vivimos, provoca que algunos prefieran vivir en una Cuba virtual, que solo existe en su alienada imaginación. O peor aún, que traten de convencernos de que ésa es la verdadera Cuba, solo porque eso es lo más conveniente para sus intereses.
Cuba no es el régimen. Cuba somos todos los cubanos, los de dentro y los de fuera. Tengamos la forma de pensar que tengamos. Y TODOS TENEMOS DERECHO A LOS DERECHOS, a todos los derechos, sin exclusiones.

Ni a los EEUU, ni a la Unión Europea, ni a ningún otro estado o conjunto de estados, corresponde definir qué rumbo debe tomar la sociedad cubana. Eso nos toca a los cubanos, a todos los cubanos. Pero apoyar las demandas de cambios de los cubanos es SOLIDARIDAD, no injerencia.

Para lograr los cambios radicales que Cuba necesita, primero hay que crear el ambiente y las condiciones para que los cubanos (los ciudadanos, no el régimen) puedan ejercer su DERECHO A LA AUTODETERMINACIÓN. Y para que nadie se llame a engaño ni trate de confundir, me refiero a garantías jurídicas para el ejercicio de la libertad de expresión, incluida la libertad de prensa, del derecho a asociarse libremente en movimientos y partidos políticos de diversas ideologías, y la convocatoria de un proceso eleccionario libre, plural y competitivo donde los cubanos podamos elegir, por primera vez en 7 décadas, al gobierno y al parlamento que mejor represente la voluntad popular. Un primer paso en esa dirección sería convocar el referendo que pide el Proyecto Varela, avalado por más de 25000 ciudadanos, más del doble de lo que exige la Constitución vigente.

Estos son los verdaderos cambios que deben ocurrir en Cuba. Estos son los cambios que hay que exigir y apoyar. Que se le dé la voz y el voto al pueblo para que decida libremente su destino. Esto sería empoderar verdaderamente al pueblo cubano. Lo demás son falacias, justificaciones y pura propaganda.

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