Este posible crucial viraje de Estados Unidos en relación con la isla fue también aplaudido por Antonio Díaz Sánchez, secretario general del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), fundado por el fallecido opositor cubano Oswaldo Payá.
“Creemos que el Gobierno estadounidense tiene que ser pública, abierta y claramente solidario con el derecho de los cubanos a pronunciarse mediante elecciones libres”, reclamó Díaz.
A la vez, el activista cubano apeló a la “solidaridad internacional” de los países democráticos en la consideración de que los cubanos “también tienen derecho a la libertad y la responsabilidad de lograrla”.
Por ello, prosiguió, tanto las relaciones diplomáticas como el intercambio económico con la isla caribeña deben, en primer lugar, “partir de que Cuba no es un país democrático y sin derechos”.
Durante las primarias y en la carrera por la Presidencia del país, Trump hizo frecuentes alusiones a que “revocaría” las medidas ejecutivas del presidente Barack Obama “a no ser que el régimen de los Castro” restaurara “las libertades en la isla”.
Una “solidaridad con la libertad del pueblo de Cuba”, por parte de Trump, que debe exigir, reiteró Díaz, “elecciones libres”, aunque todavía está por determinar, precisó, cuáles son esos aspectos concretos del “acuerdo” con Cuba que tiene en su punto de mira el magnate neoyorquino.