Día triste, muy triste. Arturo Perez de Alejo, nuestro amigo, nuestro hermano ya no esta físicamente con nosotros. El Señor que reúne a los suyos le ha llamado a Su Presencia y lo ha llevado de vuelta a Casa.
Arturito, hombre sencillo pero no simple, valiente y de principios, ejemplar como padre, como esposo, como amigo y patriota nos deja vacío que jamas podrá ser llenado por quienes le queremos y respetamos, quienes conocimos de su entereza y coherencia, su compromiso con la libertad de Cuba.
Nos deja el recuerdo de la agudeza de sus pensamientos, su voz emula de Leonardo Fabio, su porte Harrison Ford, capitan Han Solo temerario de la galaxia, nos deja agradecidos y honrados de compartir esta lucha y anhelos de liberación, los años de resistencia tras los muros de las cárceles, la fidelidad a la amistad y los principios.
Allá en su Manicaragua elevada sobre la bruma de las nubes y las palmas verdes le conocí, en su portal con la taza de cafe en la mano y el cigarro negro cubano, batallando uno y otro por dominar su continente. El cigarro que finalmente le venció como no pudo doblegarlo toda una tiranía.
Allá, donde se que ha vuelto, en su tierra bravía, de gente noble le conocí. Allí compartimos sueños, luchas, estrategias para colectar y verificar las firmas del Proyecto Varela y noches en la terraza familiar de Osmel entre tragos de ron y una vez mas, aroma de tabaco.
Me llamaba “el ave negra del infortunio” por mi gusto a vestir de negro luto por mi patria, mis hermanos asesinados y por estética de rockero. Yo le llamaba como sus amigos, “pecho é mulo”
La penúltima vez que nos vimos le visitamos en el Mercy Hospital de Miami junto a su abnegada esposa que pendiente a todo le cuidaba con mimos.
Osmel, Tony Diaz Sanchez, Ernesto Martini y yo íbamos a reunirnos esa tarde noche después de visitar a Arturito con otros compañeros del MCL,entre ellos Eduardo Cardet, nuestro Coordinador Nacional que nos visitaba desde la isla. Antes de irnos, como siempre gustaba repetir Arturo nos recalcó con firmeza: “Pongan mi nombre en todo lo que acuerden, lo que decidan ustedes yo lo subscribo siempre”
Al salir no pudimos contener las lagrimas
Nos despedimos en su casa hace a penas unas semanas Tony, Jose Miguel Martínez Hernández y yo.
Mientras dormía quise hacer una oración callada por el y justo al terminar, de repente abrió sus ojos y me miro con expresión tranquila, casi con una sonrisa, casi ya no podía hablar,. Me acerque a el, nos abrazamos fuerte y le dije: “Nos volvemos a ver Arturito, nos volveremos a encontrar mi hermano” y el asintió con un gesto tranquilo.
Te vamos a extrañar mucho querido amigo, entrañable compañero.
A tu familia, tu esposa Moraima y tus hijas todo el acompañamiento de nosotros tus amigos tus hermanos del Movimiento Cristiano Liberación.en estas horas duras.
Buen viaje eterno Arturito, disfruta ya de la Gloria que te ganaste y mereces!
Publicado: 26 Enero 2017