Publicado en Torbalears
Sesenta años de tiranía en Cuba. Más de 7.365 asesinados. Seis décadas en las que más de 20.000 cubanos han pasado por las cárceles del régimen como presos políticos y 2.500.000 exiliados, muchos de los cuales no podemos regresar a nuestra isla.
¿Tenemos que esperar la masacre continúe o se revitalice como en Venezuela o Nicaragua para que el mundo democrático no reconozca el cambio continuista y fraudulento de esa casta mafiosa en el poder y continúen callando para proteger los intereses económicos y los negocios de quienes pagan sus puestos políticos?
Muy bien que ningún país europeo de la Unión asista o reconozca la coronación del sátrapa heredero de Hugo Chávez, que de las Américas casi ninguno, igual del resto del mundo. Ahora, veremos cuantos se apuntan al convite habanero del jefe político-militar de Maduro.
Cuando el 24 de febrero el régimen cubano monte la farsa de referendo en el que los cubanos con derecho a voto lo hagan por el “SI” que garantiza el continuismo de un estado de no derecho o el “No” que legitima el estado opresivo de los últimos 60 años no veremos declaraciones solidarias con un pueblo oprimido. No veremos discursos encendidos por la libertad por parte de aquellos que ya la tienen y a Cuba ven solo como una oportunidad fácil de enriquecerse o simplemente no les interesa lo que pase allí. .
La tendencia de vendernos el referendo circense desde la Iglesia cubana, un sector identificado como “opositor” y algunos países que supuestamente hacen el papel de acompañantes de los cubanos en su lucha por la libertad, ha estado confundiendo y llenando mucho espacio mediático.
¿Que intentaran vendernos después el 24 de febrero? ¿Más humo?
Los casos de Venezuela y Nicaragua no se pueden extrapolar al cubano.
En la isla no se reconoce el pluralismo político, por lo tanto no se puede organizar una oposición aun en el escenario de autoritarismo y represión que han vivido Venezuela y Nicaragua estos años.
No se reconoce el derecho a elegir. Nosotros no tenemos ni concejales, ni alcaldes, ni gobernadores ni diputados y mucho menos un Presidente que pueda asumir transitoriamente por mandato del Congreso la representatividad de la República.
No tenemos recursos materiales para movilizar el mundo a nuestro favor.
Entonces no se puede tener por similar la situación de las tres puntas en el eje tiránico del Caribe.
No se puede esperar el mismo escenario. Esto es dorarnos la píldora o simplemente engañarnos y engañar a la opinión pública mundial crudamente.
En Cuba se ha combatido el sistema tiránico por todas las vías.
Las guerrillas cubanas combatieron por seis años el comunismo resistiendo aislados y sin recursos, privados por la reconcentración que hizo el ejercito de Fidel Castro de miles de campesinos que fueron sacados de sus casas y llevados a otras provincias donde se crearon “pueblos cautivos” (los gulags cubanos), para cortar el apoyo a los guerrilleros.
Miles de prisioneros políticos prefirieron la muerte o la represión despiadada en solitario que someterse dentro del sistema de ”adoctrinamiento” de sus carceleros.
Millones de cubanos han tenido que marchar al exilio y aun muchos resisten la desilusión, las traiciones del mundo libre y la apatía de una lucha que parece eterna. Pero un exilio que no se resiste a bajar los brazos ni perder la esperanza. Muchos aun no pueden regresar a su patria.
El régimen que quiere vender su supuesto reformismo es tan soberbio que no le interesa reconocer el derecho de los exiliados a regresar ni permite a muchos opositores salir de la isla.
La demanda cívica en Cuba a pesar de todo esto no es solo un testimonio.
Varios grupos opositores se han pronunciado por no participar en la farsa del 24 de febrero. Ellos no podrán movilizar a miles de ciudadanos en su protesta ni lograran paralizar con el abstencionismo la tomadura de pelo del régimen y quienes llaman a legitimar el llamado referendo constitucional, pero su gesto marcara la diferencia moral.
Tampoco quienes promueven desde una supuesta identidad contestataria el desvarío de asistir y votar “NO” pueden honestamente apuntarse un triunfo de unos cuantos votos negativos pues no sería más que la muestra de resistencia de esa supuesta línea más ignorante que dura del régimen deseosa de mantener intocable la memorabilia de cada pañuelo estornudado, papel higiénico usado o palabreja psicótica escrita por Fidel Castro en medio de la guerra fría, cuando era el peón ruso en cuanto conflicto de “baja intensidad”, así gustan llamar los expertos a las masacres en África, Asia o América Latina, le interesaba a Moscu tener una cabeza de turco que garantizara su presencia hegemónica en el mundo.
Pero el régimen mientras se empolva su arrugada mejilla y arrastra tras sí a la mayoría desesperada y con la esperanza de que los viejos grilletes rusos y chinos que emplea la policía nacional sean sustituidos por unos nuevos “made in USA” o “hechos en la UE”. Por cierto que hace años ruedan en las destruidas calles de la isla, las patrulleras Peugeot, mucho más cómodas que las rusas de la fábrica Lada.
Nuestra realidad es tan particular, tan diferente que quienes hoy, después de permitir la masacre del pueblo venezolano o nicaragüense, señalan a los cubanos por no organizarse en las calles para demandar el cambio. Hipócritas.
¿Hubo algún pronunciamiento, advertencia, sanción al régimen porque violando su propia ley reprimió y reprime a los más de 35,000 cubanos que dentro de la isla han demandado se celebre un referendo para que se reconozcan y garanticen sus derechos como demanda el Proyecto Varela?
¿Algún gobierno democrático desconoció a esa Asamblea Nacional lacaya del régimen y al propio régimen por violar su propia constitución? ¿Alguno desconoció las votaciones que entronizaron al mellizo de Maduro versión cubana a pesar que el Movimiento Cristiano Liberación denuncio con la demanda Un Cubano, un Voto ante la Asamblea Nacional lo ilegitimo de un proceso que no reconoce el derecho a todos los cubanos dentro y fuera de la isla votar, regresar a los exiliados que se quisieran presentar como candidatos y que las Comisiones de candidatura fueran eliminadas por impedir a los ciudadanos proponer sus candidatos?
¿Algún gobierno democrático exigió que se investigara de manera independiente las muertes de Oswaldo Paya, Premio Sajarov de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, fundador del Movimiento Cristiano Liberación y Harold Cepro uno de sus jóvenes líderes?
¿Algún gobierno ha demandado la libertad de los presos políticos cubanos como Eduardo Cardet, Coordinador Nacional del Movimiento cristiano Liberación? ¿Alguno ha defendido el derecho de todos los exiliados, como yo a regresar a nuestra patria?
No, dependen muchos de ellos de los inversionistas que en Cuba levantan hoteles y en Europa eligen gobiernos. Así que mejor darle el espaldarazo a lo que dice querer ser la alternativa para simplemente ser parte del fraude y el continuismo.
Sobre la votación de febrero, esa votación que pretende alucinar a los más ingenuos y disfrutaran los más listillos opiomanos, el Secretario General del Movimiento Cristiano Liberación, Tony Diaz, ex preso político de conciencia desterrado que hoy vive exiliado en Miami escribió en sus redes sociales:
“Las diferencias con un proceso donde de verdad se pueda elegir entre rechazar la dictadura o legitimarla son tan evidente que no es posible ignorarlas. Por ejemplo, la Constitución de 1980 de Chile, en sus disposiciones transitorias, prescribía que 8 años era el periodo de gobierno y que antes de convocar a elecciones, el órgano encargado, convocara un Referendo para aprobar o rechazar un candidato propuesto por ese órgano. Si se aprobaba sería el próximo presidente, si se rechazaba se convocaría a elecciones en un plazo fijado por la Ley.En 1988 el candidato propuesto en referendo fue Agusto Pinochet, la mayoría voto no y Pinochet fue rechazado para continuar en el puesto por lo que convocó a elecciones libres, donde perdió el poder. ¿En que se parece el proceso chileno de 1988 con lo de Cuba en Febrero del 2019? En nada.”
Entonces, no hay posibilidad de otra cosa en lo que se elige el 24 de febrero próximo en la isla. El “Si” aprueba el colorete de lo viejo. El “No” de ninguna manera deroga, sino reafirma lo viejo con sus escaras. Es escoger entre la vieja guillotina y la picana eléctrica.
Participar en esa aberración es legitimar la represión, legitimar el régimen porque no se trata de un referendo propuesto por el pueblo para que se reconozcan y garanticen sus derechos.
No tendrán los ciudadanos la oportunidad de decirle “No” a la tiranía sino que la legitimaran porque el “no” legitima todos los crímenes, toda la represión, la falta de derechos y la miseria que hemos vivido todos estos años de dictadura y el “si” amnistiara, legitimara el continuismo de esa represión, esa falta de derechos y esa miseria que ha padecido y padecerá nuestro pueblo.
Los entusiastas deseosos de demostrar su honrada inconformidad con el régimen la tienen complicada para demostrarlo participando en la farsa del 24 de febrero próximo.
Febrero promete más alucinación, más enajenación de nuestros derechos. Promete que al menos los cubanos libres no aceptaremos todo este circo, aunque sea el gesto digno en nombre de un pueblo que se resiste al sometimiento.
Por Regis Iglesias
Portavoz del Movimiento Cristiano Liberación