El vocero del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Regis Iglesias Ramírez, afirmó que la abstención del movimiento de participar en el referéndum sobre la nueva Constitución se debe a que esta no reconoce los derechos del pueblo cubano, sino que solo legitima el continuismo del régimen comunista.
Este 24 de febrero el Gobierno realizará un referéndum para que la población decida si aprueba o rechaza el proyecto de Constitución para reemplazar la Carta Magna de 1976.
Sin embargo, luego del proceso de consulta realizado entre el 13 de agosto y 15 de noviembre de 2018 a nivel nacional, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó un nuevo proyecto que mantiene la exclusividad política del Partido Comunista de Cuba.
El preámbulo afirma que “solo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad plena”, excluyendo cualquier otro pensamiento o corriente y por tanto negando la posibilidad de un pluralismo en la isla.
Ante esto, el 14 de febrero el MCL informó en su sitio web que “con respecto a la votación convocada el próximo 24 de febrero en un intento del régimen de validar una nueva Constitución (con el Sí) o mantener la actual (con el No), ambas sin reconocer derechos fundamentales de los ciudadanos, el Movimiento Cristiano Liberación declara que no participará en esta farsa”.
En declaraciones a ACI Prensa, Regis Iglesias afirmó que “la abstención del MCL es la posición vertical que siempre hemos sostenido respecto al cambio fraude que ya Oswaldo Payá denunció desde que Raúl Castro heredó el poder de su hermano” Fidel Castro.
“Nosotros no vamos nunca a legitimar nada que no sea reconocer los derechos del pueblo cubano. Cada persona debe consultar su propia conciencia, la nuestra siempre estará tranquila defendiendo siempre la libertad y los derechos de los cubanos y por esa razón no participaremos de nada que signifique el continuismo del actual estado de cosas en la isla”, señaló.
El vocero del movimiento fundado por Oswaldo Payá indicó que el principal punto polémico del proyecto “es el no reconocimiento y garantía de los derechos de los cubanos, la hegemonía absolutista del partido comunista por encima de la sociedad”.
“Votar ‘Sí’ es legitimar la falta de derechos y el continuismo de la clase oligárquica que hasta ahora ha sometido a los cubanos. Votar ‘No’ es amnistiar la falta de derechos, la miseria y los crímenes que durante muchas décadas la draconiana Constitución de 1976 institucionalizo en la isla”, expresó.
En ese sentido, indicó que el proceso de consulta a la población y el proyecto presentado son “otra estafa” del régimen. “Una estafa en la que con todos los resortes del poder le dicen al ciudadano ‘legitima tu falta de derechos ya sea votando Sí o votando No’, porque no hay alternativas en lo que se estaría votando”.
Regis Iglesias, quien fue uno de los 75 opositores encarcelados durante la Primavera Negra de 2003 por promover el “Proyecto Varela”, dijo que la población cubana “nunca ha tenido expectativas en que desde el poder se produzcan los cambios que la sociedad necesita. El régimen ha timado muchas veces por 60 años a los cubanos y esta vez no es la excepción”.
“Nadie en Cuba espera que un régimen totalitario y represivo como el cubano sea promotor de la libertad”, señaló.
El vocero del MCL indicó que por su parte el movimiento “intenta organizarse en medio de la represión” y “llegar a cada rincón de la isla para ser una referencia real en la que los ciudadanos se identifiquen e identifiquen sus aspiraciones”.
“Es la única opción seria y coherente de desafiar el poder de un Estado totalitario que lo controla todo y tiene el poder de la fuerza y la intimidación de los ciudadanos”.
“Hemos recorrido el camino de una ley draconiana entre resquicios legales que nos permitan legal, pacífica y ordenadamente transitar hacia el reconocimiento de la soberanía popular y los derechos de todos los cubanos”, afirmó el vocero del MCL, que promueve el “Proyecto Varela” y la iniciativa ciudadana “Un cubano, un voto”.
Iglesias aseguró que “en esto seguiremos trabajando, en que las leyes cambien para que se pueda iniciar el proceso de democratización liberando a los prisioneros políticos, el regreso de los exiliados y ser reconocidos sus derechos, en medio de un ambiente de respeto al pluralismo y con total acceso a los medios de difusión y el derecho a la libertad de expresión y reunión”.
“En definitiva, que verdaderamente podamos dar pasos en un ambiente de reconocimiento y garantía de los derechos del pueblo para que el pueblo pueda darse a sí mismo la sociedad libre, justa, prospera y fraterna que desea. El camino no está exento de dificultades y peligros, pero de una manera u otra siempre estaremos con el pueblo, porque más tarde o temprano este demandará su libertad”, aseguró.