El mensaje de Fox a Cuba: “simpatía” por el Proyecto Varela
En tono afectuoso, el presidente de México, Vicente Fox, expresó su “simpatía” por el Proyecto Varela –que pide en Cuba cambios hacia la democracia— y refrendó “el compromiso” de su gobierno “por defender la causa de los derechos humanos en la isla y en cualquier parte del mundo”
Lo hizo casi al terminar su encuentro con el disidente cubano, Osvaldo Payá Sardinas, realizado en Los Pinos por la tarde del martes 14
El propio Payá –ingeniero civil de 51 años, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación, de tendencia demócrata cristiana— cuenta:
“Fueron unos 10 minutos Primero hubo un afectuoso saludo y recordamos el encuentro que sostuvimos en La Habana (en febrero del año pasado, durante la visita oficial de Fox a Cuba) Después le empecé a explicar sobre la realidad cubana Se interesó muchísimo Luego preguntó: ¿Cómo va el Proyecto Varela? Le expliqué y en esa explicación se fue el tiempo Casi para terminar expresó su simpatía por la causa que defendemos y cómo México tiene el compromiso de la defensa de los derechos humanos, no sólo en Cuba, sino en cualquier parte del mundo”
Finalmente, “dijo que iba a seguir con mucha atención la evolución de lo que estamos haciendo (el Proyecto Varela) y envió un saludo muy fraternal”, al pueblo de Cuba
No hubo, señala Payá, “más expresiones de su parte”, ni se tocó el tema de las relaciones México-Cuba, ni se habló del presidente Fidel Castro
No hizo falta A decir de analistas, con el sólo hecho recibir al disidente cubano, Fox envió un claro mensaje a Castro: la salida del canciller Castañeda no significa un cambio en la nueva política de México hacia Cuba, que incluye el diálogo con los opositores al régimen de La Habana
Payá lo interpreta de la siguiente manera: “El sólo recibirme es un mensaje y una demostración de que las relaciones entre México y Cuba no se limitan a la relación entre los gobiernos Es un mensaje al pueblo cubano de que (Fox) tiene en consideración lo que estoy representando en México: un movimiento cívico que dentro de Cuba lucha por los cambios democráticos”
–Pero también puedo pensar que es un mensaje a Fidel Castro
–Bueno, si lo piensa, escríbalo
“Tender la mano”
En los hechos, los encuentros entre los mandatarios mexicanos y opositores al régimen cubano han provocado el enojo de Fidel Castro y fricciones entre ambos gobiernos Sucedió así cuando Carlos Salinas de Gortari recibió en 1991 a los anticastristas del exilio, Jorge Más Canosa y Carlos Alberto Montaner; cuando Ernesto Zedillo recibió en 1999, de nuevo, a Carlos Alberto Montaner, mientras que su canciller, Rosario Green, se reunió en La Habana con el disidente Elizardo Sánchez Santacruz; y cuando en febrero del año pasado, el propio Fox se reunió con seis representantes de organizaciones disidentes en la embajada de México en Cuba
–¿Cree que su encuentro con Fox moleste al gobierno cubano?
–No lo sé Si se molesta que lo diga el gobierno (cubano), para eso tiene bastante dominio sobre todos los medios de comunicación (de la isla)
Payá se interrumpe Se toma medio minuto: “En realidad no veo nada agresivo ni negativo en esto Recibir a un cubano que representa a un movimiento que lucha por los derechos humanos, no es una agresión a nadie”
–Pero ¿No cree que pueda deteriorar aún más las relaciones entre ambos gobiernos?
–No es mi intención Pero eso dependen de cómo lo interpreten los gobiernos Aclaro: de ninguna manera estamos buscando el enfrentamiento entre Estados, sino el abrazo y la solidaridad entre los pueblos
Invitado por la Comisión Mexicana de Derechos Humanos y el Partido Acción Nacional, Payá estuvo en México del martes 14 al viernes 17 En su condición de católico visitó La Villa, santuario de la Virgen de Guadalupe, y sostuvo encuentros con académicos, con organizaciones de derechos humanos, con legisladores del PRI y del PAN –partido que impulsa su candidatura al Premio Nobel de la Paz—y con el aún canciller Jorge Castañeda, en el edificio de Tlatelolco De hecho, la reunión con Payá fue el último acto del polémico secretario de Relaciones Exteriores Al finalizar éste, Castañeda hizo entrega de la Cancillería a su nuevo titular, Luis Ernesto Derbez
–¿Cómo fue el encuentro con Castañeda?
–Se interesó por los perseguidos en Cuba Me preguntó por la situación de muchos disidentes en la isla, que él personalmente conoce Yo le expliqué sobre la situación del Proyecto Varela y le expresé la gratitud y admiración que se le tiene en mi país Y es que desde México nadie había tendido la mano al pueblo de Cuba Él lo hizo con, además, mucho respeto a nuestra autodeterminación
A pregunta expresa, Payá considera que la salida de Castañeda –“un asunto interno del que no opino”– no afectará la interlocución del gobierno mexicano con los disidentes cubanos “No veo una actitud negativa hacia nosotros (los disidentes) ni a lo que hacemos en la isla”, comenta Y recuerda que en su encuentro con el presidente Fox éste le habló de “continuidad y firmeza en la defensa de los derechos humanos en Cuba y en el mundo”
EL PROYECTO VARELA
Payá es considerado en la isla como disidente moderado La organización que dirige –Movimiento Cristiano Liberación, fundada en 1987—nació a partir de un grupo de creyentes católicos que concurrían a la iglesia del barrio habanero de El Cerro Dicha organización aboga por la “reconciliación” entre los cubanos y la lucha pacífica por la democracia y los derechos humanos en la isla
Expulsado de escuelas y de varios centros de trabajo por su actividad “disidente”, Payá trabaja como reparador de equipos electrodomésticos en el sistema de salud de la isla Se queja de permanente hostigamiento por parte de los agentes de la Seguridad del Estado cubano (mejor conocidos como G-2) De hecho, en diciembre pasado, antes de salir de Cuba rumbo a Europa, sufrió uno de los llamados “actos de repudio”: un grupo de personas se plantó frente a su casa para gritarle consignas e insultos Otros pintaron letreros con amenazas en la fachada de su casa y amarraron la puerta de entrada con un cable
Invitado a Estrasburgo, Francia, para recibir el premio Andrei Sajarov –que le otorgó el Parlamento Europeo por su iniciativa del Proyecto Varela–, Payá fue obstaculizado por el gobierno cubano para salir de la isla De hecho, las autoridades le otorgaron el permiso de salida en el último momento Ello gracias a la gestión de una delegación del Parlamento Europeo que viajó a La Habana y de la solicitud que el presidente de España, José María Aznar, realizó directamente con Fidel Castro
En su viaje a Europa, fue recibido por los presidentes José María Aznar, de España, y Jaques Chirac, de Francia, y fue saludado en audiencia pública por el Papa Juan Pablo II Luego viajó a Estados Unidos donde recibió el premio Harriman del Instituto Nacional Demócrata Además, se entrevistó con el secretario de Estado, Collin Powell, y sostuvo un agrio debate en Miami con opositores radicales a Fidel Castro Luego, realizó su viaje a México
Payá es el principal promotor del Proyecto Varela, que toma su nombre del presbítero Félix Varela, intelectual y prócer de la independencia cubana Se trata de una iniciativa que aprovecha el artículo 86 de la Constitución cubana para convocar un referéndum sobre cinco puntos: derecho a la libre asociación; derecho la libertad de expresión y prensa; derecho de iniciativa privada y empresa; amnistía a presos políticos y una nueva ley electoral
Como la Constitución establece el requisito de 10 mil firmas de ciudadanos como mínimo para establecer dicha convocatoria, Payá y otros grupos disidentes se dieron a la tarea de recolectarlas El pasado 10 de mayo, Payá entregó en la sede del Parlamento cubano una caja de cartón con la solicitud de referéndum apoyada por 11 mil 020 firmas
Sin hacer alusión directa al Proyecto Varela, las “organizaciones de masas” pertenecientes al Partido Comunista Cubano convocaron a una consulta entre la población para refrendar el sistema socialista Dicha consulta –según el gobierno de Castro— contó con el apoyo de 9 millones de cubanos Con base en esta iniciativa, en mayo el Parlamento cubano aprobó una reforma a la Constitución que declaró como “irrevocable” al sistema socialista en la isla Fue, en los hechos, la respuesta oficial al Proyecto Varela
Payá, sin embargo, dice que volverá a presentar la iniciativa del Proyecto Varela y que para ello se continúa con la recolección de más firmas “Ya tenemos otras miles”, comenta
A Payá se le comenta que la Constitución ya fue reformada para bloquear al Proyecto Varela y que el Parlamento está dominado por diputados del Partido Comunista Cubano, los cuales vetarían de nuevo dicha iniciativa
El disidente cubano divide su respuesta en dos: Primero, dice, “la modificación a la Constitución que se hizo en mayo no se ha publicado Está congelada Pero aún si la publican, se mantienen en la misma Constitución los artículos que apoyan la posibilidad del Proyecto Varela (no fue modificado, por ejemplo, el artículo 86 que permite el referéndum) Por tanto, tenemos derecho a reclamar la vigencia de estos artículos
En segundo lugar, Payá pide no concentrarse sólo en la respuesta que pueda dar el gobierno cubano al Proyecto, sino en el efecto que éste está causando en la población: el reclamo de sus derechos
Abunda: “Tiene más valor el hecho de que miles de cubanos hagan a un lado el miedo y firmen la iniciativa” Ello, afirma, “en medio de una represión constante” en contra de los firmantes, pues –asegura—se les expulsa de sus escuelas o de sus centros de trabajo; agentes de la Seguridad del Estado los detienen para interrogarlos o los amenazan
–Si la iniciativa del Proyecto Varela entrara al Parlamento ¿Los diputados del Partido Comunista podrían rechazarla?
–Legalmente es así Pero tendría para el gobierno cubano un impresionante costo político e histórico: ante los ojos del mundo estaría desconociendo derechos universalmente aceptados
EL FATALISMO BIOLÓGICO
Payá rechaza la tesis del “fatalismo biológico” Esta sostiene que la transición a la democracia en Cuba sólo se logrará después de la muerte del presidente Fidel Castro Puede ocurrir, señala, que en la sucesión de Fidel, “los que están en el poder se reconviertan en los nuevos capitalistas: una nueva máscara para mantener sus privilegios mientras las condiciones de la población siguen degradadas”
Insiste: “No ponemos nuestras esperanzas en la muerte de nadie, ni en las concesiones que alguien pueda darnos antes de morir Los cambios no vendrán del régimen, sino del pueblo Por ello nuestras esperanzas están puestas en el movimiento cívico”
–¿Qué papel puede jugar México en la transición cubana? ¿Podría ser un mediador o un facilitador en la transición como en Venezuela o Colombia?
–No tanto de mediador, pero si de facilitador Los amigos siempre son positivos en momentos de crisis El gobierno mexicano podría proponerlo y eso no significaría para nosotros una injerencia o un deseo de suplantar el papel que nos corresponde sólo a los cubanos: el cambio pacífico a la democracia El obstáculo hasta ahora –no sólo para los posibles países facilitadores, sino para el propio pueblo cubano–, es el régimen totalitario que actúa como un muro de contención