Por Esteban Israel
LA HABANA (Reuters) – Las nuevas medidas contra Cuba aprobadas esta semana por Estados Unidos están aumentando el acoso a los disidentes en la isla, dijo el viernes el activista demócrata cristiano Oswaldo Payá.
En el barrio, dijo, pocos vecinos se atreven a saludarlo y en los muros de su cuadra partidarios del gobierno de Fidel Castro pintaron en los últimos días consignas como: «En una plaza sitiada, la disidencia es traición.»
«A la iglesia donde vamos la Seguridad del Estado envía agentes todos los domingos y a algunos de los que me saludan los interceptan luego y les piden información. Si se niegan, la amenaza es escalofríante,» dijo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación.
«Una vez mas el gobierno cubano siente que tiene un argumento para reprimirnos,» dijo el ingeniero de 54 años.
El presidente George W. Bush aprobó el lunes un nuevo paquete de medidas para aumentar la presión económica sobre Cuba con la esperanza de forzar un cambio de gobierno.
El plan incluye 80 millones de dólares para apoyar a la «sociedad civil» y promover una «transición democrática» una vez que el presidente Castro, que cumplirá 80 años en agosto, deje el poder.
El gobierno cubano acusa a los disidentes como Payá de ser mercenarios a sueldo de Estados Unidos.
Payá se opuso a la Comisión para Ayuda a una Cuba Libre creada en el 2003 por Bush para promover un cambio político en la isla y cuyas recomendaciones han llevado al endurecimiento del embargo económico de 45 años.
«Este informe, cualquiera sea la intención, va formando un círculo negativo que desplaza el enfoque del problema hacia el conflicto entre Fidel Castro y Estados Unidos,» dijo.
«Pero todos sabemos que nos están reprimiendo por proponer una alternativa pacífica y cubana,» indicó.
El Movimiento Cristiano Liberación presentó en mayo su programa «Todos Cubanos,» un detallado plan de transición que, según Payá, fue discutido en los últimos dos años por unas 15.000 personas e incluye una reforma constitucional, una nueva ley electoral y mecanismos de apertura económica.
Payá, un hombre cercano a la Iglesia Católica, fue el impulsor en el 2002 del «Proyecto Varela,» una propuesta de ley para introducir libertad de expresión, elecciones multipartidistas y reformas de mercado en Cuba.
Su iniciativa estaba respaldad por las firmas de más de 25.000 cubanos, más del doble de las requeridas por la ley.
El «Proyecto Varela» desató una ola represiva que llevó al encarcelamiento en el 2003 de 75 disidentes condenados a penas de hasta 28 años, acusados de conspirar contra el gobierno cubano cumpliendo órdenes de Estados Unidos.
Payá sostiene que a medida que se intensifica el debate sobre el futuro de Cuba está aumentando el nivel de represión contra los disidentes.
«La amenaza de muerte es real. Hay agentes que lo han dicho a los presos y a compañeros nuestros que nos van a aniquilar, que nos van a matar antes de que halla un cambio,» dijo.
Payá sostiene que más de 25 miembros del Movimiento Cristiano Liberación están presos.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos, un grupo ilegal pero tolerado, calcula que hay 316 presos políticos en la isla.
