Despedida de Payá
Al terminar mi visita a Miami quiero dejar testimonio de mi gratitud a todos los que colaboraron para que me pudiera encontrar y comunicar con mis hermanos de la diáspora.
No cuento con recursos para organizar eventos de mayores dimensiones y ninguna organización política del exilio estuvo encargada de la logística, ni de costear los gastos de mi visita.
Es por esto que públicamente reconozco y agradezco a Monseñor Román y al Padre Francisco Santana que, como es su costumbre con todos los cubanos, me acogieron y ayudaron como un hijo más de la Iglesia en la Ermita de la Caridad; a mis amigos Orlando Gutiérrez, Julio Hernández y Juan Suárez-Rivas y a otras amistades que junto a mi familia organizaron mi recorrido y costearon los gastos; a las autoridades locales por la protección a mi persona, que entiendo fueron ofrecidas debido a las amenazas de muerte de que fui objeto en Cuba el día anterior a mi salida del país.
Me llevo a Cuba el abrazo de mis hermanos del exilio y les dejo mi respeto a todos por igual, a los que han dado su apoyo al Proyecto Varela, apoyando así a los miles de cubanos que firman este proyecto dentro de la Isla, y a los que han expresado su oposición al mismo.
Todos somos cubanos.
Regreso a la patria con la certeza de que nuestro reencuentro espiritual ha comenzado.
Osvaldo Paya Sardiñas
Miami,14 de Enero,2003