EL PROYECTO VARELA, LA FLOR DE LA LIBERTAD. NY Times. 1 de junio de 2005 Por Oswaldo Payá

Siendo muy joven me prestaron un libro, muy gastado y forrado con cubierta de una revista cubana para disimular. Era la obra de George Orwel, “1984”. Un verdadero llamado de alerta para la humanidad. Identifiqué muchos rasgos de la sociedad totalitaria en que ha vivido sometido el pueblo cubano. El sistema totalitario descrito por Orwel contaba para la desinformación y las mentiras sistemáticas con los inmensos recursos del llamado “Ministerio de la Verdad” (de la mentira). Tenía como misión rescribir, constantemente, la historia y borrar toda evidencia y publicación que recordara algo que, aunque hubiese sucedido recientemente, no conviniera al régimen. Este proceso de borrado incluía “la Pulverización” o eliminación física de los protagonistas de esas verdades, a manos de los agentes del “Ministerio del Amor”(del miedo)  para que fuera como si nunca hubiera pasado.

Desde hace varios años se desarrolla en Cuba un movimiento ciudadano que ha logrado que muchos cubanos superen la barrera del miedo, que es la fuerza de sustentación del régimen. Las personas participan de diversas maneras. Una de estas, apoyando el Proyecto Varela. Escriben su nombre, su dirección, su número de identidad y firman una petición de Referendo para que el pueblo decida, sin que queden dudas, si quiere o no cambios radicales y pacíficos que garanticen sus derechos fundamentales. Decimos radicales porque es una solución que va a la raíz del problema que es la ausencia de derechos y la exclusión de los cubanos en su propio país. Los cubanos no pueden participar ahora, como hombres y mujeres libres, en la vida política, económica y cultural. Todos, inclusive el gobierno, saben que el pueblo si quiere estos cambios por esta vía. Por esta razón el Proyecto Varela se ha convertido en el símbolo, la esperanza y en un camino de liberación del miedo y de la opresión. Otra vía es la participación en el Dialogo Nacional, un proceso en el que los ciudadanos, reunidos en círculos de diálogo, en sus casas y en algunos casos en iglesias, analizan una propuesta de transición contenida en un Documento de Trabajo para transformarlo. Miles de cubanos han escrito sus opiniones y nuevas ideas que ahora son procesadas por comisiones que entregaran sus resultados a una Comisión de Redacción de un Programa de Transición. Este no será un programa de un partido, sino de base social y romperá los miedos al cambio. Garantizará los derechos de todos los cubanos, la economía libre y la asistencia social, incluyendo la continuación de servicios de salud y educación gratuitos. No habrá venganzas, ni violencias y no se despojará a ningún cubano de su casa y de su trabajo.  En pocos meses este Programa de transición, fruto del Diálogo Nacional será una realidad, que se presentará a la sociedad cubana, siempre como propuesta. Ya este movimiento social ha propiciado que los cubanos definan ellos mismos, la sociedad con que sueñan, su visión del futuro y de los cambios pacíficos. Pero no solo han señalado la meta sino también el camino, que es la movilización ciudadana, demandando sus derechos. 
La colecta de firmas para el Proyecto Varela se ha realizado y se sigue realizando, bajo la represión, no en la Perestroika. El 10 de mayo del 2002 presentamos las primeras 11020 firmas a la Asamblea Nacional del Poder Popular, superando las 10000 que pide la Constitución para proponer un Proyecto de ley. Ese día se puso de manifiesto que Cuba comenzaba a cambiar. Entonces aumentó la labor del “Ministerio de la Verdad” (la mentira) y del “Ministerio del Amor”(del miedo).  El gobierno paralizó el país una semana, y decreto varios días sin trabajo, y sin clases en las escuelas, para colectar, con enormes presiones, millones de firmas en apoyo de un cambio en la Constitución que declarara irrevocable este sistema totalitario. Aumentó la casería y el hostigamiento contra los dirigentes y activistas del Proyecto Varela. Pero esto no era todo. Algunas figuras de la oposición, las mismas que convocaron a la reciente asamblea del 20 de Mayo, también aumentaron su ataques  contra este movimiento social, circulando documentos que desalentaban a los ciudadanos para que no apoyaran el Proyecto y lanzando una lluvia de tergiversaciones y provocaciones que eran  apoyadas desde Miami por un sector minoritario, que no representa al exilio, pero que tiene un gran poder económico, e influencia política y  en los medios de difusión que se escuchan en Cuba o que llegan al resto del mundo. Bajo este triple fuego cruzado, crecía la popularidad del Proyecto Varela dentro de Cuba. Habíamos creado un Comité Ciudadano fuera del control de los espías y agentes del gobierno. Por eso decidieron asaltarlo y en marzo del 2003 detuvieron a los 75. Entre ellos cerca de 50 eran líderes del Proyecto Varela y otros más trabajaron en la colecta de firmas. En ese momento el régimen proclamó como héroes varios agentes infiltrados en la oposición, entre estos estaban los más cercanos colaboradores subalternos de las figuras de la oposición que atacaban el Proyecto Varela y que convocaron la reciente asamblea el 20 mayo. Son hechos, no acusaciones. Los nombres de los agentes son públicos como lo son los numerosos artículos, programas radiales y maniobras contra nuestro movimiento que desde aquel entonces y más ahora, volcaron sobre nosotros esos sectores poderosos de Miami para apoyar a las figuras de la Asamblea del 20 de mayo del 2005.

Ya en octubre del 2003 entregábamos 14384 firma más a la Asamblea Nacional del Poder Popular y en diciembre de ese año anunciábamos el Dialogo Nacional. Este diálogo comenzó en mayo del 2004. Desde fines de ese año se recrudece nuevamente el triple fuego cruzado contra el Proyecto Varela y el Diálogo Nacional. Nuestros compañeros líderes del Proyecto Varela siguen en prisión y pensamos que nuestra ausencia a esa asamblea no necesitaba explicaciones ya que, sus jefes en Cuba y sus aliados en Miami, continuaron los ataques. Pero esta vez con una avalancha de emplazamientos públicos y críticas sólo porque no asistíamos a esa asamblea, a la que finalmente no quiso asistir la mayoría de los grupos más importantes de la oposición interna, ni de las esposas de los prisioneros, Las Damas de Blanco. Pero al parecer nuestros adversarios, tenían mucho interés en destacar, muy críticamente, nuestra ausencia. No lograron confundir a la mayoría de la oposición interna, pero si a muchos que, de buena fe, fuera de Cuba, quieren ver la unidad de la oposición, a toda costa. No se han dado cuenta que no estamos separados de la mayoría de la oposición, sino que la mayoría de los líderes de la oposición simplemente son mantenidos en prisión. Muchos desde ellos, desde la prisión, coincidieron en decirnos que era moralmente inaceptable nuestra presencia en esa asamblea. ¿Cómo es posible que algunos digan que son solidarios con los Prisioneros detenidos en marzo del 2003, cuando de manera desleal y feroz lo que hacen después de su detención es arreciar los ataques contra el Proyecto Varela sabiendo que fue la causa que llevó a prisión a la mayoría de estos? 

Mientras escribo este artículo, agentes del Ministerio del Amor(del miedo), como los nombraba, Orwel,  está recorriendo el país, amenazando casa por casa a decenas miles de ciudadanos que firmaron el Proyecto Varela para que se retracten , para pulverizar sus voluntades, para que parezca que eso nunca ha ocurrido y para frenar el proceso de Diálogo Nacional. Pero este movimiento ciudadano no es pasado, es presente y es esperanza de futuro y es ya, camino hacia ese futuro. Esta represión casa por casa “coincide” con una masiva propaganda que algunos de los mencionados medios, desde el exterior, lanzan contra notros como una avalancha de polvo para sepultarnos. Esperamos que no sea polvo “radiactivo”, pero si lo fuera, no devolveremos la radiación letal, sino transformada en un rayo luz visible que sea nuestra mano amiga, porque nos sostienen la fe y el amor por nuestro pueblo y por la paz. Continuamos la campaña por el Refrendo del Proyecto Varela y el Diálogo Nacional. Aun bajo la represión y desde lo más profundo de esta masa aplastante de mentiras, renacerá y dará flores y frutos para todos, el árbol de la libertad. 

Oswaldo José Payá Sardiñas

Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación y del Proyecto Varela.

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