Hace 19 años el tirano Fidel Castro desató toda su furia contra 75 cubanos de la oposición democrática, defensores de los derechos humanos, sindicalistas, bibliotecarios y periodistas independientes. Su único delito fue soñar con una Cuba libre y trabajar por el inicio de una transición ordenada y pacífica hacia la democracia y el estado de derecho. La mayoría de ellos, incluido una veintena de líderes del Movimiento Cristiano Liberación, trabajaba en la campaña cívica del Proyecto Varela, petición ciudadana dirigida a la Asamblea Nacional del Poder Popular que solicita la realización de un referendo para que el pueblo soberanamente se exprese sobre las leyes que regulan el ejercicio de los derechos fundamentales de los cubanos, una amnistía para los presos políticos y de conciencia, y la celebración de elecciones libres y justas. Según la Constitución, los ciudadanos pueden ejercer la iniciativa legislativa, requiriendo para ello que lo hagan al menos 10,000 electores. Es de destacar que en la Asamblea Nacional se han entregado los datos de más de 35,000 electores de todo el país solicitando la celebración del referendo del Proyecto Varela.
La ilusión y el apoyo creciente que esta campaña cívica por la libertad y los derechos de todos los cubanos estaba despertando en los ciudadanos fue la que provocó que el dictador cubano paralizara el país varios días para forzar, desde el poder, una recogida de firmas masiva donde se ratificara el supuesto apoyo a «la revolución y el socialismo», lo que se utilizó después para fraudulenta e ilegalmente modificar la Constitución y declarar al socialismo «irrevocable». Pero como todos sabían que ese «apoyo» era falso y la popularidad del Proyecto Varela iba in crescendo, el tirano Fidel Castro decidió asaltar a la oposición democrática y a la sociedad civil independiente y anunció públicamente, a través de la señal televisiva, el inicio de una ola represiva para impedir que la Primavera de Cuba terminase con su poder totalitario y absoluto.
El 11 de julio de 2021, miles de cubanos, hastiados de sobrevivir sin derechos y condenados a la miseria, se lanzaron espontáneamente a las calles a todo lo largo y ancho del país para exigir LIBERTAD. Estas manifestaciones pacíficas, que se extendieron durante dos días más, fueron brutalmente reprimidas después de que el actual Primer Secretario del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel anuciara, igualmente a través de la señal televisiva, que la orden de combate había sido dada a todos los comunistas, demostrando una vez más, el carácter segregacionista y represivo del régimen cubano. Comenzó luego una cacería casa a casa para detener a los participantes en las manifestaciones pacíficas. A lo que siguió la adopción de varios instrumentos legales para incrementar los niveles de censura y represión.
Durante los últimos meses se han venido desarrollando farsas judiciales, como las realizadas hace 19 años al grupo de los 75, contra los participantes en las manifestaciones pacíficas de julio de 2021. Y al igual que en la ola represiva del 2003, las sentencias que están imponiendo, además de totalmente injustas son estratosféricas, con condenas que llegan hasta los 30 años de privación de libertad. La inmensa mayoría de estas personas no están asociadas a ninguna organización de la oposición democrática ni de la sociedad civil independiente. La mayor parte de ellos son jóvenes, entre ellos varios menores de edad, que solo sueñan con un país libre, en el que se respeten sus derechos y en el que puedan buscar y alcanzar la prosperidad y la felicidad. Lo que demuestra que a la dictadura cubana no le basta con reprimir todo intento organizado de buscar una transición hacia la democracia y el estado de derecho, sino que para la junta político-militar en el poder, todo cubano que no se doblegue a su poder totalitario es un enemigo al que hay que aplastar.
La comunidad internacional ha respondido únicamente con pronunciamientos de condena a la represión, que aunque necesarios no son suficientes. La historia ha demostrado, y una vez más lo está confirmando con la invasión ordenada por el dictador ruso Vladimir Putin a Ucrania, que cuando dictadores, tiranos y mandatarios con intenciones expansionistas no enfrentan la reacción decidida y firme de la comunidad internacional, solo alimentan el sentido de impunidad y alientan la escalada en su accionar criminal.
Por eso el Movimiento Cristiano Liberación lanzó la Campaña por la Solidaridad con la Libertad de los Cubanos, y propuso a la comunidad internacional once acciones concretas para el aislamiento de la dictadura totalitaria cubana por su accionar segregacionista y represivo, tal y como se hizo con el régimen del apartheid sudafricano. Aprovechamos para agradecer a los legisladores de Costa Rica, República Dominicana, El Salvador y Chile que han solicitado a la Comisión Europea que suspenda el Acuerdo de Cooperación Política y Económica entre la Unión Europea y la dictadura cubana, tal y como explícitamente pedimos en las Once Acciones Concretas.
La junta político-militar que rige Cuba ha demostrado que únicamente le interesa mantenerse en el poder. Por eso busca aterrorizar a la población con la represión, las enormes condenas de las farsas judiciales, los actos de repudio, las campañas de descrédito en los medios de comunicación y la férrea censura impuesta hasta en las redes sociales. Ante tanta intransigencia por las autoridades dictatoriales, que prácticamente condena a todo el pueblo cubano a vivir eternamente en la esclavitud y la miseria, varias decenas de miles de compatriotas, desesperados y desesperanzados han escapado en los últimos meses del país que los vio nacer, en lo que ya se ha convertido en otro de los grandes éxodos masivos promovidos desde la cúpula de la oligarquía mafiosa en el poder como válvula de escape para aliviar la presión social.
La comunidad internacional no puede seguir haciéndose de la vista gorda. No se puede seguir alimentando el sentido de impunidad de la junta político-militar que dirige Cuba. No se puede seguir tratando a una dictadura que oprime despiadadamente a su pueblo como si fuera un gobierno democráticamente electo que respeta los derechos de sus ciudadanos. No se puede seguir haciendo negocios con una oligarquía que actúa como un grupo mafioso, y segrega y excluye a sus connacionales de la actividad empresarial para que no le hagan competencia y dependan de ella, y utiliza los beneficios y ganancias de esas operaciones comerciales para financiar no sólo sus lujos y privilegios exclusivos sino además la represión contra toda manifestación de crítica o desacuerdo. Es hora ya de que la comunidad internacional defina y demuestre con acciones concretas de qué lado está. Si está con el pueblo y sus aspiraciones de una vida en libertad y con todos los derechos, o si por el contrario está con la dictadura totalitaria que le segrega y reprime.
El grito de LIBERTAD expresado masiva y espontáneamente en las calles cubanas en julio de 2021, aunque por ahora ahora ahogado y amordazado, sigue resonando en el corazón y la mente de los cubanos. A pesar de la represión, la censura y las maniobras de distracción y confusión para consolidar el cambio-fraude ya instalado, hay también muchos cubanos que contra toda esperanza trabajan por construir una Cuba como la soñó Martí, con todos y para el bien de todos. Por eso más temprano que tarde nuestra Patria renacerá libre y en paz.
¡Libertad y Vida!
Todos cubanos, todos hermanos y ahora, la libertad.
Movimiento Cristiano Liberación
18 de marzo de 2022