A mi hermano Eduardo Cardet
Callarán tu voz, como la de otros.
Callarán tus obras, como la de otros.
Callarán a tu familia, como a la de otros,
pero no podrán callar tu mirada
limpia como la mar que abraza.
No podrán silenciar tu resistencia pacífica
a quienes te vejan y te aniquilan civilmente.
No podrán hacer que el pueblo olvide
que cada día desde tu celda perdonas
sin rencor a quienes te golpean.
Levantamos la voz sin ira para pedir justicia.
Deseamos que ya pare la injusticia.
Nadie salvo tu mirada sabe
lo que es luchar por ser libre.
Nadie mejor que tu compañero
para abrir camino hacia ese final
donde el sol resplandecerá
e iluminará el camino hacia la libertad.
Nadie parará ya esta marcha
que une a millones de cubanos
que desean ser libres.
Ya se fue Fidel, pero queda su sombra
que en su cobardía cercena tu voz.
Temen morir como ellos asesinaron.
Vivirán hasta que Dios quiera,
sólo la justicia recaerá sobre ellos.
Espero hermano que pronto te liberen
y puedas abrazar pronto a tu familia.
Espero que pronto en las cárceles cubanas
sólo acaben los asesinos y los criminales
no quien ejerce su derecho a opinar.
Mi hermano pronto llegará la primavera
que pondrá fin a este largo invierno.