En mi país hay personas que llaman Golpe de Estado a que el Partido que ha ganado democráticamente las elecciones generales, dos veces, y aumentando en votos y escaños, gobierne España con la abstención del 2º partido en votos y escaños, y con el apoyo del 4ª en votos y escaños.
Lo grave no es que haya personas que lo piensen, lo grave es que hay partidos que lo secundan, y apoyan iniciativas como que se rodee la Casa de la soberanía nacional, la casa de todos, por una minoría que no respeta el resultado electoral.
El resultado electoral solo se respeta si les favorece a ellos, si no, no es democrático, porque intentan convencernos de que democracia solo hay cuando gobiernan ellos.
De esta manera se entiende la defensa a ultranza e irracional que hacen de regímenes dictatoriales como Cuba o Venezuela. Consideran que son democráticos porque “gobiernan” sus compañeros ideológicos.
Como solo ellos son el pueblo, como solo ellos son la democracia, como solo ellos son patriotas, todo el que esté contra ellos, está contra el pueblo, está contra la democracia y está contra la patria.
Y por eso, se encarcela sin juicio civil a opositores en Venezuela, cuando no se mata a manifestantes; por eso se encarcela, deporta o mata a opositores en Cuba, y por eso se rodea el Congreso cuando a través de las elecciones no se “asalta el cielo”.
Hoy me he reunido con Regis Iglesias Ramirez y Carlos Payá Sardiñas, hermano del asesinado Oswaldo Payá. He conocido de primera mano la propuesta para que en las elecciones cubanas de 2018 se garantice, algo tan lógico y democrático, como el derecho a Un cubano, Un voto.
He tenido la oportunidad de escuchar de primera mano cómo viven los cubanos. Hace poco un amigo, mal informado, me decía que en Cuba hay muchos coches viejos, pero que ya es por turismo; Vamos que en realidad, los tienen porque quieren pero podrían comprarse otros. Claro, teniendo en cuenta que el salario mensual medio de un cubano es de 15€, y que el valor de un Peugeot 508 allí es de 262.000$, no parece que ese sea el motivo.
Hay tanta mentira, tanta manipulación, tanta ignorancia, tanto totalitarismo, tanto odio y tanto sectarismo en algunos políticos y movimientos hoy en día, que asusta.
Hace pocos días decía un “líder mediático” que la derecha es heredera del franquismo, se hartan de llamarnos fascistas por no ser de izquierdas, pero la realidad es que el PP jamás ha apoyado, ni apoyará, que no se deje hablar a alguien en una universidad; jamás apoyaremos que se rodee el Congreso o cualquier institución, solo porque hayamos perdido las elecciones, ni si quiera cuando hayamos ganado y los perdedores las gobiernen.