Sí para algo sirve este mal llamado congreso del partido comunista en cuba, es para despejar cualquier duda al respecto de las verdaderas intensiones de este equipo totalitario: conservar todos los poderes, liderados por el núcleo duro.
Ellos han determinado que van a permanecer como única fuerza política, (sin oposición reconocida) y que supuestamente representan los intereses de todos los ciudadanos y tienen que velar por ellos, aún siendo menos del 10% de la totalidad. Más preocupante es la elaboración de planes y estrategias de gobierno, digo ´´de mal gobierno´´ hasta el 2030, especie de ´´camisa de fuerza´´ que solo nos impondrá más penurias y distanciamiento de una sociedad moderna y verdaderamente democrática, donde se hagan valer todos los derechos.
Este ”fundamentalismo comunista´´es expresión patológica del egoísmo y ambiciones de un pequeño grupo, secundados por una militancia enajenada y cómplice que no quieren reconocer la realidad del pueblo, prefiriendo los privilegios que el régimen les ofrece, que realmente son migajas, comparado con lo que todos pudieramos lograr viviendo en libertad.
El pueblo cubano no tiene falsas expectativas, conoce que este´´ teatro de mal gusto´´que los comunistas llaman congreso es más de lo mismo, sobre todo más de todo los males que llevamos sufriendo durante casi 60 años y conoce además que la cúpula castrista secundada por el partido prepara la nueva sucesión. Entre el pueblo y el partido comunista existe un abismo insalvable, por supuesto en detrimento de la mayoria de los cubanos.
Eduardo Cardet.
CN del MCL.