dibujo: Colette Rodriguez Marcano
Hace unos meses hicimos una petición para recoger firmas por Internet, de esas “campañas” que sirven más para crear algún estado de opinión pero que al final no tienen mayor impacto mediático que pensando lograr detener el disparatado concierto de los Rollings Stones en la Habana, la Sun City del Caribe.
17 personas nada mas la firmaron, con un carácter testimonial que al menos para mi tuvo valor pese a lo modesto del alcance. Enviarla se envió a muchos, pero poco respondieron Casi todos eran amigos que fueron reprimidos en Cuba por escuchar la música de, entre otros grupos de rock, los Rollings. Reprimidos en nuestra adolescencia y primera juventud por nuestra actitud rebelde allí donde casi todos estaban vinculados a las juventudes comunistas o simplemente pasaban de buscarse un problema, No era una pose ni ganábamos un penique, un kilo prieto diríamos entonces en la isla, por ella, solo la represión en la Cuba de los 80s (la misma en esencia que es hoy), cuando casi nadie se atrevía a plantar cara.
La cuestion no es que Mick, Keith, Charlie y Ronnie vayan a hacerse los héroes o los rebeldes en la Habana, que ninguna industria y los Stones lo son, se dedica a ir contra corriente por mucha pose o aparente postura bravucona e irreverente que mantengan. La cosa iba de que no queríamos que con su presencia en la isla los Rollings consciente o inconscientemente prestaran el escenario para que un viejo General vendiera al mundo que la isla esta cambiando. No, no esta cambiando vayan los Stones, Obama o se den un abrazo el Papa y el Patriarca. No esta cambiando, pregúntenle a quienes recibieron ayer los golpes, quienes han recibido en estos días las amenazas para que no manifiesten sus criterios. Pregunten a las victimas de mas de medio siglo de tiranía. La respuesta sera tajante: no han cambiado!
Si yo estuviera en la isla en estos días, aunque de hecho siempre está mi corazón pero me refiero a estar físicamente y eso me lo impiden porque me desterraron, tendría la tentación de asistir al concierto de los Rollings, de disfrutar su música, los saltos de Mick, los riff de Keith.
Pero creo que no,seguramente no iría por mucho que algún amigo me insistiera. No querría ser parte, ni como victima finalmente redimida por la presencia de mi banda favorita de rock.
A inicio de los 90s fui con mi hermano Felix Antonio Rojas a un concierto en un parque de la Habana donde se homenajeaba al muchas veces vilipendiado por la propaganda comunista en Cuba, John Lennon solo para al final subir al escenario y gritar por los micrófonos “”Abajo Fidel, Libertad para Cuba!”.
Años mas tarde en ese mismo parque el propio Comandola en Jefe, el mismo que llamaba con sorna y desprecio “elvisprelianos con actitudes raritas” a los jóvenes de los años 60s amantes de la música rock que fueron a parar a campos de concentración, develó una estatua a John Lennon.
Creo que soy de los pocos amantes del rock en la isla que no tiene una foto en el banco del parque junto a “la morza”, porque decidí cuando vi la farsa carnavalesca de aquellos militares y sargentos culturales homenajeando a Lennon, no poner un pie más nunca en ese parque del Vedado y menos hacerme la foto de rigor con la estatua del ex-Beatle. Por eso digo que es muy probable que a mi me hubieran visto, si viviera en Cuba, en el concierto de los Rolling Stones, por mas que sentado en mi casa o probablemente en una celda tararease You can´t always get what you want…