VOCES DE CUBA: “HABLAR DE CAMBIOS ES SINONIMO DE INTEGRIDAD” por Manuel Robles Villamarín.

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“… por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.

Miguel de Cervantes Saavedra

El mes de julio siempre ha tenido mucha connotación para mí, no sé por qué, pero en el verano, específicamente en el séptimo mes del año, pasan situaciones en mi vida que me dejan una huella indeleble.  Uno de esos momentos fue el 22 de julio de 2012 cuando el régimen de Castro asesinó a mis amigos Oswaldo Payá y Harold Cepero.

Quizás algunos se puedan preguntar quiénes fueron ellos, para los que se hacen la interrogante: cubanos libres que por amor a Cuba y a su pueblo, estuvieron dispuestos a dar su vida para que el país fuera una nación donde se respetaran los Derechos, la dignidad de cada cubano sin distinción. Fueron dos hombres íntegros y por tal motivo, eran considerados grandes enemigos del “castrocomunismo”, pues su persona intachable, sus conciencias rectas, coraje, capacidad de liderazgo y lucha pacífica, llevarían paso a paso a la liberación anhelada y tan necesitada para los cubanos.

Los que luchamos por la libertad y la paz de Cuba, tenemos que plantearnos muy en serio vivir los valores que enaltecen y cuidan el ser. Hay una frase muy conocida del régimen: “… el que me haga sombra se va…”. A veces muchos del movimiento democrático cubano hacen pronunciamientos, tienen comportamientos que me cuestionan: ¿y estos con quiénes están…? Y es esa duda la que me aclara por qué el régimen no los “saca de circulación”, por qué los deja entrar y salir del país, por qué no le hacen una campaña de aniquilación como se la han hecho al Movimiento Cristiano Liberación (MCL). Pero este movimiento cívico – pacífico seguirá en pie, debido a que a lo largo de sus 27 años de lucha no ha buscado su propia gloria, sino lo que el pueblo quiere y necesita: los Derechos.

Actualmente se nota más la tendencia al populismo, al sobresalir, a la competencia política, a buscar la propia gloria. Es un hecho lamentable ya que estas actitudes también prolongan el poder del tirano. Debemos cuestionarnos desde la Verdad lo que hacemos, por qué lo hacemos y por quién lo hacemos. Debemos aprender a desarrollar la ética del cuidado, vivir una ética global, porque “si cambiamos al hombre cambiamos la sociedad, el derecho, las relaciones entre los pueblos. Es una renovación total”[i].

Oswaldo y Harold me enseñaron con sus vidas que la mejor manera de producir los cambios es mediante la integridad. El íntegro no cantará “Donde Todo el Mundo Canta”, no podrá ser chantajeado, será seguido por hombres y mujeres de decoro, ayudará a que los demás se cuestionen, salgan de sí mismos. Una persona íntegra no traiciona, se perfecciona, se renueva, cautiva, inquieta, transforma.

Necesitamos hombres como Oswaldo y como Harold que fueron esperanza cierta para un pueblo herido, desordenado, devastado. Ellos lucharon para que no se enfrentara cubano contra cubano, hicieron que muchos se liberaran del miedo y se percataran que el cambio está en uno, en su lucha transparente por el bien común.

Hoy, muchos cubanos enfrentamos un terrible momento: cuando el régimen castrista estaba en una gran crisis, el presidente Obama, el Santo Padre Francisco, como otros, le dieron un voto a la impunidad, pasaron por encima del pueblo, olvidaron sus Derechos, han formado parte de un negocio sucio donde el único beneficiado es el régimen.

Tengo que hablar, pues no podemos permitir que el pecado de omisión de algunos destruya lo que hemos ido logrando, no podemos permitir que se siga ignorando a la oposición cubana, una oposición que no solo reside en Cuba, sino que está también en varios lugares  del mundo. Estamos a favor de las relaciones siempre y cuando estas favorezcan que Cuba sea un Estado de Derecho, pero no es el caso. Se ha negociado con el Diablo. Tengamos presente que “si tú partes para ir a un sitio, a miles de kilómetros, y llevas todos tus defectos y el hombre viejo, ¿de qué te sirve?…”[ii]

Basta de conformarse con migajas de privilegios que no producen los cambios sino que modifican el mal. La idea es tender a un bien mayor, el cual se va conquistando en el camino de la esperanza, y este camino para nuestro pueblo iniciará cuando tú y yo vivamos la integridad.

Hay otra frase del Cardenal F.X. Nguyen van Thuan que me recuerdan el legado de mis amigos Oswaldo Payá y Harold Cepero, esto fue lo que hicieron y por eso, lo ganaron todo:

“Tú estás dispuesto más bien a renunciar a la riqueza y a la posición social, a renunciar a la vida para salvaguardar tu honor y tu fe. No abandones nunca este comportamiento, porque eso significaría perderlo todo”[iii].

¡Muchas gracias Oswaldo y Harold! Brille para ustedes la Luz Perpetua. En su honor, continuaremos el camino de la esperanza.

Manuel Robles Villamarín es un activista político, Bachiller Tecnico-Medio en Informatica, cursó los primeros 3 años de Ingenieria en Telecomunicaciones y Electrónica. También estudió periodismo con estándares internacionales en la especialidad de noticias, se formó en planificación de proyectos, es profesor de Matemática y ha servido en la Iglesia Católica.

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