Luego de arruinar el béisbol de la isla, cuando Fidel Castro de un plumazo ilegalizo el profesionalismo creando una serie amateur mediocre y sin figuras conocidas por la fanaticada cubana, fue necesario que los nuevos teams remembraran, al menos subliminalmente, a los equipos desaparecidos de la centenaria liga cubana de beisbol profesional.
El nombre de “Industriales”, que era muy parecido al de “Almendares” (incluso en el color azul de su franela), fue una invención de Ernesto Guevara. Nada mas paradójico que el aniversario 50 del equipo de béisbol capitalino sea en Miami.
¿Leerán un discurso ponderando antes del desafio los “logros del deporte revolucionario”, como acostumbran hacerlo en la isla estos mismos que van a la Florida? Quienes atacaron a un opositor pacifico en un terreno de beisbol internacional por pedir libertad para Cuba ¿pediran perdon por actuar como unos matones cuando eran los favoritos de la corona, rectifico, de la gorra verdeolivo de comandante?
Tal vez ahora no hablen de politica. Tal vez ahora no le dediquen los dos lucrativos encuentros al “comandante en jefe” pero de regreso a la isla no dudo que “celebren” el cumpleaños de “Industriales” en un acto político donde se resalte el “patriotismo” de estos beisbolistas, por haberse quedado en la isla jugando como esclavos para el anciano amo de la finca de Biran, aunque ahora irán a Miami a recoger un poco de bisuterías donadas por los “traidores”
Siempre he dicho que Miami es el mayor ejemplo de que los cubanos pueden reconciliarse lo cual es muy sano para nuestra Nación y deseado por todos los que queremos que este medio siglo de odio pase de una vez, aunque me parecería justo que los culpables al menos pidan disculpas a las victimas.
Sin odio, sin revanchismo pero con justicia y verdad: que todos los agresores y abusadores PIDAN PERDON YA o esto no es mas que parte de ese inadmisible cambio fraude. Esto no seria más que el convite y la hipocresía oportunista de unos cuantos vividores y patrioteros que nos intentan vender este engaño en nombre de la reconciliación.
Sin reconocimiento de la verdad públicamente es bien difícil que esa reconciliación sea verdadera o posible. Reconciliación sí, es necesaria, pero con la verdad y la justicia o no es reconciliación, no es Liberación.