“Porque se opina, se existe.” por Osmel Rodriguez, MCL

24747_105563429463979_100000309661710_137725_4277201_nNinguna sociedad es monolítica, ningún sistema político genera una lineal manera de pensar y opinar. Porque se opina es porque se existe: en principios y disidencias.

No puede haber democracia donde hay opresión, ni de las mayorías sobre las minorías, o de toda la sociedad en su conjunto sobre un solo individuo. La verdadera base de la democracia humana es la igualdad general de condición, y esta no puede establecer cánones ideológicos, principios de comportamiento filosóficos y políticos, corrección unilateral de pensamiento.

Desde niño apreciamos de manera diferentes los colores, el respeto y la integridad. Y esos valores crecen y cambian en mil fragmentos distintos que no reconocen uniformidad ni monoteísmo. Hasta el mismo Dios nos hace diferentes para ser seres humanos.

Las sociedades que intentan, inútilmente, monopolizar opiniones, filosofías y credos se levantan sobre cimientos artificiales. El individuo humano como ser excepcional es único e individual en su creación, de otra forma se convertiría en un simple número en la lista anatómica del genero animal.

La historia ha demostrado que las sociedades basadas en esos conceptos han destruido los pilares de la humanidad, la singularidad del ser humano como entidad viviente y han alcanzado los más profundos abismos de desigualdad, injusticia y opresión para al final colapsar, como todo lo que por esencia se aparta de su origen natural

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