Me vinculé con mucho entusiasmo a la recogida de firmas, una vez haber leído la propuesta, vino de manos de mi amiga y compañera de lucha Vivían Acosta Suárez, procedente de Palma Soriano.
Sin pérdida de tiempo me di a la tarea, algunos vacilaban, otros lo firmaban convencidos de la importancia que revestía ese documento y lo que podía significar para el futuro de nuestra patria. Previamente les daba una pequeña conferencia sobre las bases en que se apoyaba dicho proyecto:- La propia Constitución de la República.
En este trabajo cívico-político me apoye en mis inseparables compañeros de lucha, los integrantes del Movimiento “Jóvenes por la democracia” de la cual como Periodista Independiente era su vocera . Claro Sánchez Altarriba, Osvaldo Rams De la Cruz, Geordanis Prieto Estrada, Rodolfo Mariño Cala (Fallecido) Vicente Díaz, Mirtha Pérez Soto, José Antonio Reiner, la familia Escobedo Espinosa y el Centro Femenino de Ayuda Humanitaria dirigido por Ana María Espinosa Escobedo y varios más. En esa época su iniciador y propulsor Néstor Rodríguez Lobaina se encontraba en prisión cumpliendo una de las sanciones impuesta por las autoridades por sus actividades opositoras en la cárcel de Guantánamo.
Este movimiento fue muy combativo, con riesgosas actividades en toda la provincia. Por medio de ellos conocí personalmente a Leonel Grave de Peralta, José Daniel Ferrer García y familia, Jesús Mustafá y familia, a el Dr.Ricardo Silva, Leanne Blázquez Acosta y muchos otros de Palma Soriano y Palmarito de Cauto.
En una ocasión visité la casa de Osvaldo Payá Sardiña, fue un encuentro en el que recibí nuevas instrucciones, al regresar a mi ciudad, unos días después una vecina de mi cuadra y miembro del Comité de Defensa de la Revolución “Domingo Alonso Rodríguez” me llamó y confidencialmente me alertó que había sido visitada por miembros de la Seguridad del Estado indagando sobre mis actividades y comportamiento en la cuadra (Y no pertenecía a esa organización de masas, ni a la Federación de Mujeres Cubanas) En esa visita se le comunicó que estuviese preparada para un posible registro en mi vivienda.
Qué conste para la historia, los miembros de ese comité y algunos de las cuadras adyacentes siempre me apoyaron y avisaron en cada ocasión en que mi integridad física corría peligro. Esta vez se pusieron todos de acuerdo y con mucho sigilo se presentaban en mi casa con un bolso lleno de papeles de periódicos e iban sacando cuanto documento pudiese ser una evidencia para llevarme a los tribunales y juzgarme, entre ellos: numerosas planillas ya firmadas del Proyecto Varela, cuidadosamente eran escondidas en sus domicilios, hasta que pasaba el peligro.
Esta evidencia, daba por sentado el respeto que inspiraba aún entre los que al parecer era “Fieles a la revolución”. y no escatiman esfuerzos y posibles peligros para solidarizarse con la causa por la cual luchaba.
Nunca los olvidaré y viviré agradecida para toda la vida, por ellos me libré de registros y posibles detenciones.
Con toda sinceridad.
Haydée B.Rodríguez Rodríguez
Madrid, 17 de julio de 2012