Al arzobispo Wenski, a Monseñor Roman ,Monseñor Esteve y a toda diaspora cubana: Nos unimos a ustedes en el dolor y la esperanza por muerte de mons Gilberto Fdez y Villar. Para nosotros los de su comunidad del Cerro, el Padre Gilberto, es nuestro parroco inolvidable aqui en Cuba y en la diáspora. En los 60, bajo la peor persecusion del comunismo contra la iglesia, Gìlberto forjó una comunidad católica que todavia vive y que sigue siendo nuestra casa. Raiz e inpiración donde quiera que estemos.
Gracias Padre Gilberto Sacerdote bueno.”..’
Oswaldo Paya ,su familia y comunidad del Cerro en La Habana.