The Union of Cuban Writers and Artists (UNEAC), A REPRESSIVE TOOL

El arte es un don de Dios para los seres humanos, como lo es la capacidad de expresión y creación libres para poner poesía en todo su quehacer. Pretender controlar, someter, censurar, oprimir y confiscar en todo sentido  el arte, es un sacrilegio contra el alma humana. Esa ha sido la misión del poder que domina la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas Cubanos). Ese poder ha sido el juglar de una dictadura,  mientras ha vigilado, censurado,  excluido y reprimido a muchos de sus propios  miembros y a otros,  por sus ideas, sus expresiones y  su “desacato”.  Esta persecución no se ha producido solamente  durante el llamado  “ quinquenio gris”, sino durante más de medio siglo de oscuridad cerrada.

La UNEAC es la máscara de la cultura del miedo. Puede engañar a muchos en el mundo, pero no a los cubanos y creo que mucho menos, a sus propios  miembros. Ahora que nadie se rasgue las vestiduras diciendo que ofendo a losartistas y escritores. Todo lo contrario, denuncio la opresión sostenida  contra todos estos cubanos y la usurpación de su identidad. Defiendo su derecho a tener  organizaciones auténticas, libres y democráticas que los representen, defiendo su mayor derecho que es la libertad.  Decir que la UNEAC representa a los escritores y artistas cubanos es como decir que el verdugo y el carcelero representan al condenado y al confinado.

La UNEAC y la política de represión cultural del régimen han sido un constante atentado contra la poesía y el alma humana. Esa burla, opresión y usurpación contra el ser humano y contra su derecho  al pensamiento, a la expresión y a la creación libres, sólo pueden existir en el totalitarismo.  Y el poder que domina la UNEAC sólo puede sostenerse apoyando y apoyándose en ese sistema de coacción y terror que es el comunismo. Así,  de manera forzada y con total sumisión a sus jefes,  pero no desde el pueblo, se pueden celebrar los cincuenta años de la UNEAC, en un país donde se vigila, se hace una ficha de todos e inclusive se encarcelan algunos que se expresan diferente y se excluyen a los que no expresan con “pasión” su incondicionalidad al régimen.

El régimen totalitario implementó su propio sector de la cultura cuyos dirigentes y activistas dominaron y confiscaron los escenarios, los libros, las universidades y escuelas, las obras, el cine y la producción cinematográfica, los medios de difusión, las imprentas; surgieron trovadores y cineastas que cautivaron a muchos, construyeron el lenguaje y la seudocultura de la revolución, ganaron aplausos, lagrimas de emoción y embriagaron multitudes, pero al final fracasan.

Y fracasan porque todo era y es un megafraude que se construyó y se sostiene sobre el silencio del alma de un pueblo privado de libertad y para sostener el poder totalitario, primero, de un solo hombre y ahora de una oligarquía. Fracasaron donde siempre, al final, fracasan la mentira y la opresión; fracasaron en el corazón de los cubanos, fracasaron en el espíritu humano que siempre busca la libertad.

El señor Miguel Barnet, Presidente de la UNEAC desde su cómoda  vitrina y su posición de ventaja opresiva, habla con odio de “los estertores de la disidencia”. Pero,  Señor Barnet; es la UNEAC quien simboliza mejor los estertores del régimen totalitario comunista que oprime a Cuba. Estertores porque la mentira se muere y la verdad resurge, porque el odio se termina y el amor prevalece, porque el miedo se va y la transparencia ya viene llegando, porque la opresión sucumbe y la libertad triunfa, porque  la tiranía se está acabando y el pueblo va renaciendo. Fin

Epílogo:  Dedicado a Humberto León, ex guitarrista del grupo musical los KENT, amigo y compañero de campo de trabajo forzado en Isla de Pinos, quien después fuera condenado a cuatro años de prisión(del 80 al 84) por tatar de escribir su libro, que “los censores intelectuales oficiales” consideraron subversivo. ¿Sabe algo de esto el Señor Barnet?

Oswaldo José Payá Sardiñas                                    La Habana, 21 de Agosto de 2011

The Union of Cuban Writers and Artists (UNEAC), a repressive tool

Art is a gift of God to humans, just as is the ability to express and create, and imbue poetry in everything one does. To attempt to control, submit, censor, repress, and confiscate art in any way is a sacrilege to the human soul. That has been the mission of the powers that dominate the Union of Cuban Writers and Artists (Unión de Escritores y Artistas Cubanos, UNEAC). That power has been the joke of a dictatorship, while it has monitored, censored, excluded and repressed many of its own members and others, because of their ideas, their expressions and their “disrespect.”  This persecution has not only occurred during the last so called “gray five years,” but also  during more than half a century of closed darkness.

The UNEAC is the mask of a culture of fear. It can deceive many people in the world, but not Cubans, and I believe it is less likely to deceive its own members. Now, no one tear up their clothes saying that I am offending artists and writers. On the contrary, I denounce the sustained oppression against these Cubans and the takeover of their identities. I defend their right to have authentic organizations that are free and that represent them, defending their greatest right, which is freedom. To claim that the UNEAC represents Cuban writers and artists is like saying that the executioner and the jailer represent the condemned and the confined.

The UNEAC and the politics of cultural repression of the regime have been a constant attack against poetry and the human soul. That mockery, oppression and usurpation against the human being and his right to think, to free expression and creation, can only exist in totalitarian regimes. And the power that controls UNEAC can only be sustained by supporting and being supported by the system of coercion and terror that is communism. Thus, in a forced manner, and with absolute submission to their bosses, but not the people, we can celebrate the fifty years of UNEAC, in a country where people are monitored, where everyone has a file and where those who express themselves differently or do not express their unconditional support of the regime with fervor are incarcerated.

The totalitarian regime implemented its own cultural sector whose leaders and activists dominate and confiscated the theaters, the books, the universities and schools, the Works, the cinema and photography, and movie production, the media, the press; storytellers emerged and cinematographers that captivated many audiences, built the language and the subculture of the revolution, won applause, tears of emotion and intoxicated audiences, but in the end fail.

And they failed because everything was a mega-fraud built and supported by the silence of the soul of a people deprived of freedom and to sustain the totalitarian power, first, of a man and now of an oligarchy. They always failed, in the end, lies and oppression fail; they failed in the hearts of Cubans, and they failed in the human spirit, which always seeks liberty.

Mr. Miguel Barnet, President of the UNEAC from the comforts of his position of oppressive advantage, speaks with hate of the “dissidence rattlers.” But, Mr. Barnet, it is the UNEAC that better symbolizes the rattlers of the totalitarian communist regime that subjugates Cuba. The lies die and the truth resurfaces, because hate ends and love endures, because fear leaves and transparency has come, because oppression succumbs and liberty triumphs, because tyranny is ending and the people beginning again. End.

Epilogue: Dedicated to Humberto León, ex guitarist of the band KENT, friend and colleague of forced labor in the Isle of Pines camp, who was then sentenced to four years of prison (from 1980 to 1984) for trying to write his book, that “the official intellectual censors” considered subversive. Do you know something about this Mr. Barnet?

Oswaldo José Payá Sardiñas                                    La Habana, August 21, 2011

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad