Pocas veces la oposición política cubana ha sido tan precisa en tiempo, contenido y forma, como lo ha hecho con el lanzamiento del documento “El camino del pueblo”. Que dicho sea, no se trata de un simple documento o “más de lo mismo”, como han expresado algunos pesimistas .El camino del pueblo pudiera muy bien denominarse “El camino a la libertad o a la democracia, porque contrariamente a la práctica histórica de muchos opositores, de describir muy bien la triste realidad que sufre Cuba sin proponer rutas para el cambio, el documento en cuestión ,deja muy claro cuales son los pasos a dar para democratizar la Isla.
Después de la excarcelación de los presos políticos de conciencia, el tema de la democratización de Cuba comenzó a dar muestras de cansancio a nivel internacional, incluso, en sectores que históricamente han sido muy solidarios con los derechos de los cubanos, hemos podido observar rostros serios y miradas de pena por el curso que tomaban las cosas ¿los argumentos? muy sencillos: 1) “La oposición dentro de Cuba está muy dividida y realmente no se puede apreciar cuales pasos están dispuestos a dar juntos.” 2) “No se podrá lograr apoyo si no es a demandas concretas.” Hasta se ha escuchado y propagado la supuesta vejes de los opositores, como si se tratara de galanes de telenovelas, atletas o del éxito de un cantante de actualidad, en fin, toda una leyenda bien estructurada, quizás, desde los edificios de inteligencia castrista en el Vedado habanero, o de la mentalidad de quienes lucran y viven de la falta de libertad en Cuba y necesitan renovar el ambiente para mantener el circulo vicioso.
La pose de moda es la de observar los supuesto cambios, que desde el poder totalitario, sin ningún sonrojo, anuncia a viva voz su intención de conservar el status cuo, pero que al parecer, muchos intereses prefieren no escuchar, y ya, hasta en publico, abogan por “dar un voto de confianza al poder”, excluyendo la voluntad popular y tomando como solución lo que siempre ha sido el problema. Hasta entre los mismos exiliados, en distintas partes, existen estas corriente, afortunadamente todavía es bien minoritaria y se manifiesta de distintas maneras, lo que hace suponer que responden a distintos intereses. Algo similar comienza a ganar conciencia en el pueblo de Cuba. La mentalidad del escapismo, generada con toda intención desde el gobierno de la Isla, es la opción más popular en la ciudadanía que vive aplastada por la intransigencia oficialista.
En este contesto ,en la mayor desigualdad posible, a riesgo total, olvidando las diferencias, unidos en el amor al pueblo y a la patria, una vez mas los luchadores de siempre nos dicen: “Aquí estamos” .Este es “El camino del pueblo” por qué es la ruta de la libertad y la vida no la del “socialismo o muerte”
El camino del pueblo” no es una estructura de organización jerarquizada o colegiada que muy bien le vendría al régimen para concentrar la represión, sino, un primer e importantísimo paso de puesta en común, donde se integra como gesto de buena voluntad, todo lo que une, resaltando el ejercicio soberano del pueblo como piedra angular para el proceso de transición a la democracia. La legitimidad de esta demanda es inigualable porque pretende que el pueblo recupere la soberanía que durante años ha sido secuestrada.
Si en algún momento se les ha pedido a la oposición cubana unidad, aquí esta la respuesta, pero en una dimensión superior. Queda ahora, en consecuencia con lo acordado, movilizar a ese sector del pueblo capaz de reclamar su soberanía, para eso, necesitan el apoyo del mundo libre y fundamentalmente de sus compatriotas del exilio, no hacerlo se una felonía, porque aunque lejos de la tierra amada no debemos olvidar que también somos pueblo, caminemos entonces junto a los nuestros por la libertad de Cuba