Puede parecer ingenuo o tonto tal como algunos alegan festinadamente suponer en las intenciones de los hermanos Castro y sus acólitos la de crear condiciones para una supuesta reconciliación nacional…
No voy a reproducir ahora el documento “El camino del pueblo” pero cabria recordar que cuando se va a dar un criterio respecto a algo, coincidamos o no, mas valdría leer y analizar antes de que va el asunto.
Solo cuando los del poder acepten respetar los derechos ciudadanos se podría convocar a un dialogo nacional y a elecciones libres. Esta actitud de respeto a los derechos que siempre han violado los del poder sería el inicio de su “arrepentimiento” por haber actuado de espaldas al pueblo y contra el pueblo durante más de cincuenta años Pero para que los ciudadanos puedan verdaderamente diseñar, decidir y construir su futuro, deben ser garantizados por las leyes sus libertades y lograrse un ambiente de confianza y respeto para todos. De esta forma podremos realizar un verdadero diálogo nacional e iniciar el proceso de cambios legales sin exclusiones, para que el pueblo pueda conservar todo lo positivo que ha creado y cambiar soberanamente aquello que decida cambiar.
Me parece bien, si es que alguien puede tirar la primera piedra, que quienes hayan cometido crímenes o violaciones a los derechos humanos confiesen sus actos, esto paso en Sudáfrica durante el proceso de dialogo y reconciliación y también en algunos países de Europa del este. Estaría de acuerdo con algunos que piensan que todos los vinculados de una manera u otra con la tiranía, ya hayan sido del partido, de la juventud comunista, la central de sindicalistas y las federadas pro-régimen, los que han participado en actos de repudio desde 1959, los que gritaban pidiendo “paredón, paredón!”, los que pertenecieron a los comité de defensa de la revolución o cualquiera de las bazofias reproducidas por el castrismo de sistemas opresivos y criminales deben ser castigados, pero, ¿por quién?. Muchos de estos andan incluso por el mundo alardeando de valerosos, consumados e intransigentes anti castristas y nunca les he escuchado pedir perdón por su vergonzoso pasado. Tampoco los he escuchado en Cuba, es cierto.
Está muy bien que quienes hayan provocado algún daño voluntario o involuntario a otra persona humana, a otro cubano le pida perdón a el o a los familiares que dejara la víctima, Arturo Suárez Ramos con mucho valor y civismo lo hizo públicamente con las personas afectadas por el acto violento que cometió en sus años de joven irreflexivo y sin cultura política, y eso lo honra. Sería bueno que en el Hogar Cubano donde se construya la Civilización del Amor incluso los delincuentes, los ladrones, los ladrones, los asesinos, los violadores, los proxenetas, los estafadores, los traficantes pidan disculpas a sus victimas. Que quimérico, no? Pero que bien estaría.
Los culpables de fidelismo, por ingenuidad, oportunismo o complicidad psicópata deben si recibir un trato civilizado, humano y con apego a las leyes que deben hacer cumplir LOS TRIBUNALES DEL PAIS si es que quien quede fuera de toda sospecha y las victimas deciden acusarles, llegado el tiempo de los cambios que todos anhelamos.
Todos los cubanos no queremos cambios?, No queremos libertades civiles, políticas, económicas, justicia social, respeto a nuestros criterios, poder entrar y salir de nuestro país libremente, residir en cualquier parte de la geografía nacional que elijamos etc etc? Entonces creo que quien hable de esto y tenga esto por meta habla en nombre de toda la nación, aunque en la declaración “El camino del pueblo” nadie dice hablar en nombre de todos los cubanos pese a que entre los firmantes hay una muy heterogénea gama de tendencias, estilos, orígenes y experiencias particulares que pueden ser representativas de lo que es hoy la oposición, y el mismo pueblo cubano.
Supongo que todo aquel que se declare opositor a un sistema es precisamente porque no comulga con el sistema, no?
El PCUS en época de la desintegración de aquel imperio euroasiático, no se convirtió en la DUMA, la DUMA es lo que comúnmente le llamaban los rusos al parlamento desde incluso tiempos de los zares.
El PCUS se reciclo en varios partidos de corte nacionalista e incluso un pequeño grupo de trasnochados continuo llamándose comunistas y nostálgicos del estalinsmo. Precisamente para evitar una nueva rusificación de la política en nuestra patria es que insistimos que la soberanía debe ser devuelta al pueblo y eso se expresa de manera tangible cuando los ciudadanos votan sus puntos de vista en un plebiscito como ocurrió en Chile
Hay incluso miembros de la policía política que dicen sería bueno que el partido comunista debía ser proscrito, se lo he escuchado a alguno, pero no están de acuerdo en revelar las actas y archivos de la seguridad del estado lo que mantendría al pueblo estafado respecto a quien a sido quien durante todos estos años de persecución, espionaje y represión a los ciudadanos. Que todas las tendencias políticas o ideológicas estén presentes en la futura Cuba democrática es garantía de los derechos y libertades que imperaran en una sociedad nueva, que toda la verdad florezca respecto a nuestra memoria histórica es imprescindible para mantener sana esa nueva sociedad.
Yo pase siete años y medio en prisión, lo que es muchísimo menos de lo que han pasado muchos hermanos y un poquito más de lo que han debido enfrentar otros por amor a Cuba. No conocí a ningún hermano prisionero político en ninguna de las prisiones por las que pase que no se sentara en algún momento con nuestros captores o con nuestros carceleros a dialogar sobre algún asunto personal para intentar solucionarlo civilizadamente. Algunos preferían que otros por ellos lo hicieran pero sin excepción todos lo hacían en algún momento como ya he dicho. Creo que es una prueba de madurez política en cada uno de los valerosos hermanos que conocí en prisión el hecho de que con firmeza de principios, pero con mentalidad abierta, espíritu de dialogo y responsabilidad mantuvieran esta actitud honorable que mucho dice de su talante democrático y reconciliador. Estoy orgulloso de todos mis hermanos con quienes compartí presidio político.
El documento “El camino del pueblo” es bien claro en sus puntos, no reconocerlo es el derecho de todos, pero cuando algún indignado me explique cómo harán que la paloma dibujada por ellos pueda abrir el pico y comer pues comenzare a tomar en serio sus objeciones legitimas a “Camino del pueblo” . Nosotros sabemos a dónde vamos y como iremos, casi lo logramos hace ocho años, ahora nada nos detendrá, aunque el terreno sea movedizo.