“Preguntó por qué no estabas”Por Regis Iglesias Ramirez

Acabo de recibir una llamada telefónica de mi hermano José Miguel Martínez desde Madrid: “Monseñor Jaime nada mas entro pregunto por ti…” me dijo Migue.

Me sentí profunda y sinceramente agradecido por este gesto de deferencia de nuestro pastor en el momento de su encuentro con algunos de los desterrados salidos de las prisiones luego de las gestiones de nuestra iglesia católica cubana pese al sabor amargo que a dejado en algunos de nosotros la salida exilio.

Lo digo claramente: Este encuentro se realizo de espaldas al Comité de Apoyo Internacional al Proyecto Varela que ha estado acompañando desde el primer día y de forma tangible a todos los prisioneros de la primavera de 2003 desterrados y sus familiares.

Lo prepararon con tiempo suficiente de forma conspirativa manipulando las necesidades urgentes de los desterrados y sus familias.

Lo prepararon engañando a todos, incluyendo al propio monseñor Ortega por quien no tienen especial simpatías, ignorando a los incómodos incomparables.

Tal vez equivocadamente vieron un filón con quien de hecho es de momento el único interlocutor con la oligárquica junta militar de la isla para asegurar sus propios intereses también oligárquicos. Por eso engañaron a los pocos que asistieron e ignoraron desde el primer momento a quienes dentro de nosotros mantienen un compromiso definido y consecuente con y para el pueblo cubano.

Querían evitar, quienes organizaron este encuentro, se recordara la represión contra nuestros hermanos que dentro de la patria trabajan por el dialogo nacional y la soberanía popular, los valerosos activistas del Foro Todos Cubanos gestores de la Ley de Reencuentro Nacional y el Proyecto Varela.

Mucho me hubiera gustado haber visto a mi pastor. No he podido verle esta vez porque no lo han querido quienes se arrogaron una representatividad que está muy lejos de sus bolsillos. No sé si Monseñor lo sabrá.

No importa, yo solo estoy respondiéndole a mi pastor. Ya nos volveremos a encontrar, quizás como la última vez que lo hicimos en una prisión cubana. Quizás en la Catedral de la Habana, pero seguro que en Cuba, y esto estoy seguro será pronto. Que tiempos estos, que desafortunadamente no han pasado!

Paz y Bien a todos

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