Lancheros. por Regis Iglesias Ramirez, portavoz MCL

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Cuando estaba en prisión conosi a muchos hombres acusados o sancionados por trafico de personas. En Cuba este delito mayormente se aplica ha individuos que procedentes de Estados Unidos o México conducen lanchas rápidas para trasladar de Cuba a esos países a grupos de personas  por las que deben pagar una vez en territorio estadounidense o mexicano sus familiares y amigos 10,000 dolares.

A veces se trata de emigrantes residentes o ciudadanos cubanos en estados unidos que se enrolan en esas expediciones para rescatar a sus familias o en pago a los verdaderos capos del negocio por haber  trasladado con anterioridad a esos familiares.

Se han dado casos dramáticos en que han perdido la vida grupos enteros de 30 personas por las malas condiciones climáticas en el golfo de México o el estrecho de la florida. También cuando las lanchas guardacostas cubanas embisten o atacan con  fuego de sus ak-47 las lanchas de los traficantes.

Los juicios que se siguen en la isla a los implicados son como todos los juicios en Cuba parcializados y de nada vale la defensa aun cuando los residentes en el exterior tengan que pagar los servicios de un “abogado” en 5000 dolares. Irremediablemente y sin tener en cuenta el grado de implicación en el delito de los encartados las sentencias rondan entre 20 y 30 años de privación de libertad a los acusados. Las lanchas de estos traficantes no son las frágiles “pateras”  que se conocen en la Europa mediterránea, son lanchas modernas y con todos los equipos de protección y auxilio posibles, lo que reduce grandemente las perdidas de vida por mal tiempo.

Estoy contra el trafico de personas. Estoy contra este negocio que sobre todo facilita la entrada y salida de los agentes de la policía política del régimen a países donde residen la mayoría de nuestros hermanos exiliados, que son victimas del espionaje que realizan esos sabuesos de la dictadura a quienes los traficantes facilitan la entrada en territorio norteamericano o mexicano, y que al menor contratiempo pueden contar con los mismos traficantes para regresar dónde sus jefes de la Habana.

Muchas de estas personas acusadas y sancionadas  de trafico de personas ya en  prisión mantienen una actitud miserable de informantes y provocadores al servicio de la seguridad del estado, conocimos a algunos…Otros, lamentablemente la minoría, se unen a la lucha contestataria política y se vinculan a  prisioneros políticos como nosotros que les educamos y orientamos dentro del activismo de monitoreo a las violaciones de los derechos humanos tan frecuentes o permanentes en prisión.

Estos pocos valientes que enmiendan sus errores humanos pagan un enorme precio por asumir una conducta honesta y contestataria. Pero el sistema comienza a tratarles como prisioneros políticos ( a algunos, a los chivatos, con toda intención para poder acercarlos a nosotros y que hagan su sucio trabajo), castigándoles por cada acto de desobediencia política de manera mucho mas severa que si se tratara de alguien sancionado por esta causa.  Por cierto que soy testigo de que algunos de estos “lancheros”, como son llamados los sancionados por trafico de personas, son mas activos y contestatarios que algunos presos políticos y por supuesto también mas reprimidos

Entre las personas que conocí en prisión que me impresionaron por su valor a la hora de enfrentarse a los abusadores militares de la cárcel en defensa no solo de sus derechos sino de los derechos de todos los reclusos y por su solidaridad sin limites con los presos políticos están los ciudadanos norteamericanos Douglas Moore, quien llevaba al momento de yo salir de prisión dos años consecutivos en el área 47, el tristemente celebre “rectángulo de la muerte” por su rebeldía anti-sistema y Julio Rafael Mesa Fariñas, quien ha realizado varias huelgas de hambre en protesta por el trato brutal que ha recibido y también en solidaridad con los presos políticos. La ultima fue de 12 días que realizo fue como protesta al asesinato a nuestro hermano Orlando Zapata en febrero de este año. Es llamativo lo poco o nada que la sección de intereses de los Estados Unidos de América hace o deja de hacer por estos ciudadanos suyos encarcelados en Cuba. El colmo fue en la visita de junio pasado cuando a Julio Rafael Mesa Fariñas le trajeron unos tenis viejos, unos dulces vencidos en ¡2005! y prensa de 2007¡¿?!…..según Douglas Moore, de los correos que a pedido a sus representantes diplomáticos en la Habana le envíen a su madre en Estados Unidos no han llegado ninguno….

Otro de los lancheros que durante mucho tiempo fue solidario amigo y disidido contestatario contra el régimen es Rolando Garcia Perera, residente en Miami y encarcelado en cuba hace 9 años ya. es un hombre con muchos padecimientos médicos, al igual que Julio Douglas, que incluso fue declarado no compatible con el régimen penitenciario hace algunos años sin que las autoridades cubanas le otorgaran la licencia extra-penal.

Los casos de estos hombres que han pagado una alta cuota por su solidaridad y activismo político dentro de prisión deben ser analizados para que les sea otorgada la libertad ya sea por razones humanitarias, al estar padeciendo graves problemas de salud, o como reconocimiento a la labor política consecuente que han asumido durante todos los años que han pasado en prisión.

Ojala pronto estos hombres también sean puestos en libertad.

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