(Intervención de Regis Iglesias Ramírez, miembro del Movimiento Cristiano Liberación, en el Club INFORMACION durante la conferencia auspiciada el 21 de septiembre de 2010 por la Asociación Cultural Opinión Plural en Alicante)
Cuando cada uno y todos los cubanos puedan pensar, hablar, actuar y asociarse libremente sin hipocresías.
Cuando llegue el día feliz de regresar a sus hogares, junto a sus familias, amigos y vecinos, los que tras los terribles muros de las cárceles del régimen aun permanecen por defender los derechos civiles y el decoro de cada persona humana.
Cuando podamos volver a nuestra patria sin represalias los desterrados.
El día que termine el apartheid político y social, el bloqueo económico asfixiante que mantiene el gobierno cubano sobre los ciudadanos.
Pero sobre todo cuando cambien las leyes y se devuelva al pueblo la soberanía inalienable para participar en el gobierno de su propio país y los cubanos todos puedan ser dueños de su destino sin ser sofocados por un sistema despótico y totalitario que a perdido toda legitimidad tras 51 años.
Cuando se pueda anunciar todo esto al mundo ese día dichoso las perspectivas de toda la nación, que padece dentro y fuera de la isla, serán las de un neonato que tras larga espera y de hecho alguna nalgada reveladora abre los ojos y llena por primera vez sus pulmones de vida para reconocer una maravillosa realidad: el mundo libre.
Hay varios modelos positivos y negativos que recurrentemente vienen a la memoria cuando se habla respecto a la transición cubana.
Los españoles pudieron dejar atrás las heridas del pasado cuando con voluntad democrática desde el poder fueron consensuadas equilibradamente las medidas necesarias que desmontaron el autoritarismo.
En Chile y algunos países este-europeos la presión ciudadana encontró esos pequeños resquicios constitucionales para decir no a las dictaduras, y como en España de la ley a la ley pero al igual que en Sudáfrica con una masiva resistencia masiva pudieron en un momento iniciar transiciones hacia libertades por tanto tiempo negadas.
Es preocupante para los cubanos hoy que algunos en el mundo acepten o incluso promuevan para cuba cambios de mando que dejen el poder en manos de una oligarquía militar que durante medio siglo a impuesto la amenazante premisa de socialismo o muerte al pueblo, pero que con tal de preservar sus prebendas políticas esta dispuesta a ceder migajas capitalistas coyunturales.
Ese bochornoso tipo de capitalismo siglo 19 o comunismo salvaje siglo 21 muy de moda en la Rusia actual o en la China y el Vietnam de este tercer milenio no lo queremos.
Un capitalismo sin democracia real o simplemente sin democracia es una aberración y seria un insulto a nuestro pueblo como lo hubiera sido sugerirle a los españoles en 1974, a los chilenos en 1987, o los sudafricanos en 1990 que deberían conformarse con poseer un negocio funerario, una pequeña cafetería familiar o una parcela de tierra donde sembrar patatas en silencio.
El pueblo chino que fue masacrado en Tianamen hace 21 años, los católicos chinos que no pueden practicar su fe, el pueblo tibetano que no puede aplaudir su pabellón en unos juegos deportivos que se concedieron a los mandarines de Pekín para garantizarle a occidente un mercado de mil millones y una factoría de mano de obra esclava, aun espera, luego de 31 años, que las reformas capitalistas y las leyes de mercado les traigan la tan ansiada democracia. No, los cubanos demócratas y patriotas no vamos a sentarnos a ver como marginan a nuestro pueblo los poderosos de todo signo, ni vamos a cruzarnos de brazos cuando alguien intente negarnos la libertad.
Y si Dios……. Sí, sostengo Su Nombre porque es nuestra roca por mucho que en estos días algunos malos constructores la desechen. Si el Creador con infinita sabiduría y bondad libero a su pueblo de la casa de esclavitud antes de pactar su alianza con la humanidad, porque nuestro dios es el dios de hombres libres, ¿cómo algunos hombres viles pueden pretender recetar a los pueblos que renuncien a esa libertad que les fue dada desde lo alto y es por ello inalienable?
Quiero darles a ustedes una buena nueva: los cubanos comenzamos la transición hace 8 años.
El 10 de mayo de 2002 once mil 20 ciudadanos cubanos presentaron al congreso de la isla una solicitud de referendo para que se garantizaran en las leyes los derechos de todos.
Esta iniciativa de ley pudo ser presentada al parlamento, que absolutamente controla el régimen, en medio de una feroz persecución y una represión brutal que en marzo de 2003 llevo a la cárcel a más de 40 gestores nacionales de dicho proyecto de ley conocido como Proyecto Varela.
Estando en prisión pudimos enterarnos de que el coordinador nacional del comité ciudadano gestor del Proyecto Varela, el ingeniero Oswaldo Payá Sardíñas, una vez mas se había presentado en el, técnicamente, máximo órgano legislativo del país para una nueva entrega de solicitud del referendo sobre el Proyecto Varela respaldada esta ocasión por 14 384 firmas de ciudadanos que se sumaban al reclamo popular.
Es interesante que en una sociedad hermética y represiva como la cubana mas de 25 mil ciudadanos den individualmente ese primer paso de liberación respaldando el gesto colectivo y solidario que beneficiara a millones de cubanos, haciendo publica la entrega de sus datos personales para un proceso que reclama el inicio de la transición pacífica y ordenada hacia la democracia. Esto había sido inédito en la Cuba comunista.
La base social que representan estos ciudadanos continuara ofreciendo, mientras los derechos del pueblo no sean reconocidos tendrá vigencia el Proyecto Varela, a la oposición democrática cubana infinitas posibilidades y capacidad. Podría llegar a conjugarse en su momento la fuerza del reclamo de la ley y la masa ordenada y decidida que pacíficamente cambie con su desafío la sociedad cubana.
Debo decirles a ustedes: el Proyecto Varela sigue extendiéndose dentro de Cuba. Sus 5 propuestas -libertad de expresión y asociación; libertad inmediata a los prisioneros políticos de conciencia; libertades económicas para los cubanos; derecho a participar libremente en el gobierno del país y elecciones libres y democráticas- resumen lo que el pueblo cubano necesita con urgencia.
En España más de una veintena de gestores del Proyecto Varela que fuimos encarcelados por 7 años y 6 meses en Cuba, precisamente por trabajar en esta iniciativa de ley y fuimos ahora desterrados a esta querida patria de nuestros abuelos; damos pasos para impulsar la asociación Comité Internacional de Apoyo al Proyecto Varela, porque queremos ser en el exilio doloroso el firme eco de la voz de esas decenas de miles de ciudadanos que son dignísima y valerosa avanzada, dentro de Cuba, de todos los cubanos.
Les digo lleno de esperanza y orgulloso de mi pueblo, que mas de 17 mil cubanos dentro y fuera de la isla han participado de los equipos del dialogo nacional iniciado en 2004. Estos cubanos han diseñado un programa transitorio que define las pautas a seguir en el proceso ordenado y cívico de reconciliación y cambios. Son ellos la referencia ineludible para la transición y para la cuba del futuro próximo que se diseña entre todos y sin exclusiones.
Los cubanos quieren servicios sociales sostenibles y racionales, especialmente servicios de salud, educación, asistencia y seguridad social.
Quieren programas focalizados para reducir la pobreza y las abismales desigualdades entre el pueblo y la cúpula militar que ostenta el poder.
Tenemos que fomentar y dignificar el trabajo.
Queremos una economía diversificada y competitiva que sea descentralizada y libre, donde la iniciativa personal y colectiva sea el motor que genere riquezas con garantía y respeto para la inversión nacional y foránea.
Queremos derechos a sindicalizarnos, asociarnos y expresarnos libremente.
Participar en el gobierno del país, un país donde las leyes finalmente garanticen todos los derechos para todos los cubanos.
Lo lograremos porque nos sentimos acompañados y queremos que nos acompañen siempre todos los hombres de buena voluntad del mundo con su solidaridad y su generosidad.
Lo lograremos porque, como dice mi querido amigo Oswaldo Payá Sardíñas, los cubanos no sabemos, no podemos y no queremos vivir sin libertad.
Muchas gracias