Publicado en EL NUEVO HERALD
TRANSPARENCY FOR CUBA . by Oswaldo Payá (cubanexilequarter)
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EUROPAPRESS Cuba.- Oswaldo Payá critica la actitud de la Iglesia y de la UE al no incluir en su diálogo a la disidencia
El gobierno cubano ha continuado el diálogo con la Unión Europea en el que su interlocutor designado, es el gobierno español. Este ha aceptado las reglas del gobierno cubano y la más significativa de estas reglas es: Que los más altos funcionarios españoles no dialoguen con la disidencia pacífica cubana.
Esta exclusión es representativa de la contradicción entre ese dialogo y los anhelos mas legítimos de los cubanos. Por eso ese diálogo no es un facilitador del dialogo entre cubanos, ni de los cambios pacíficos, porque niega la voz a los que expresamente y directamente vamos a la raíz del problema al demandar los derechos para los cubanos. Si hay presos políticos en Cuba, es porque el gobierno niega muchos derechos a los cubanos. No se puede desconectar a esos cubanos de la causa por la que fueron encarcelados injustamente. Ellos, nuestros hermanos y compañeros de lucha, están en prisión por defender pacíficamente los derechos de todos los cubanos, por eso deben ser liberados rápidamente y sin condiciones.
El gobierno no respeta el derecho del pueblo a saber, lo sumerge en la angustia y la desinformación y en la incertidumbre sobre su vida y su propio futuro y ni siquiera se compromete ante sus ciudadanos a realizar los cambios y respetar sus derechos. No es la iglesia la que tiene presos a los presos, sino el gobierno, no es la iglesia la que niega los derechos a los cubanos, sino el gobierno. Pero tampoco es justo con el pueblo de Cuba, ni con la fiel y sufrida Iglesia en Cuba, que es parte de pueblo, que algunos pastores acepten el papel de ser interlocutores únicos del gobierno aquí en Cuba, aceptando y practicando así la condición de exclusión que impone el propio gobierno, en el momento en que los cubanos queremos cambios con transparencia, derechos y que se le respete al pueblo lo que es del pueblo: La libertad. Esa que Dios da y que nadie puede quitarnos.
Desde los tiempos de las otras dictaduras que azotaron a Cuba y durante toda la dolorosa historia del presidio político en esta dictadura, muchos familiares de prisioneros políticos y también comunes, así como cubanos perseguidos y excluidos, han encontrado en la Iglesia asistencia, consuelo y acompañamiento humano en medio de la pobreza, las enormes dificultades y el dolor. Así ha sido también y muy especialmente después del encarcelamiento de los que llamamos los Prisioneros de la Primavera de Cuba, que son un signo de la esperanza de la liberación. La iglesia puede ser perseguida y criticada por cualquiera, pero también cuando no tengan donde acudir hasta esos que la critican y persiguen como cualquier otro, pueden acudir a ella y tocar sus puertas y encontraran la acogida amorosa de religiosas, sacerdotes, laicos y también de sus obispos. Mucho mas una iglesia que en Cuba ha madurado en la pobreza y se ha afirmado y unido en su fidelidad a Jesucristo, sufriendo la persecución. También hemos aprendido de la Iglesia, que nadie debe pretender ser actor político desde la Iglesia, porque convierte a la iglesia en parte política, cuando esta debe ser facilitadora del dialogo entre todas las partes. Creemos que los cubanos no deben quedar como espectadores de esta u otra negociación o interlocución, sino que ya deben disponerse a ser protagonistas de su liberación, protagonistas de su propia historia como profetizará el Papa Juan Pablo II.
El gobierno ni nos reconoce a los disidentes, ni dialoga con nosotros, porque tendría que reconocer y respetar los derechos y la libertad de los cubanos. Por Disidencia u Oposición se conoce al movimiento que dentro y fuera del país lucha pacíficamente por la libertad, la reconciliación y los derechos humanos en Cuba. La disidencia, entonces, es mucho más que una temática que pueden tratar el Gobierno y representantes de la Iglesia sin escucharnos o considerarnos. Somos un grupo de cubanos y cubanas que durante décadas, la mayor parte del tiempo como voz solitaria en el desierto del terror y la mentira, hemos proclamado el derecho de los cubanos a los derechos y buscado la paz trabajando por la justicia. No pedimos espacio ni privilegios ni reconocimiento para nosotros, ni lugar en diálogos que no sean con todos los cubanos, solo anunciamos y proclamamos que, con diálogo o sin este, continuaremos luchando pacíficamente por la libertad, los derechos, la justicia y la paz en Cuba hasta lograr esas metas. Ese lugar no nos los otorga nadie en este mundo y en esa misión nos encomendamos a Dios Nuestro Padre, Señor de la Historia.
Oswaldo José Payá Sardiñas
Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación
La Habana, Cuba, 17 de Junio de 2010
TRANSPARENCY FOR CUBA . by Oswaldo Payá
http://cubanexilequarter.blogspot.com
The Cuban government has continued the dialogue with the European Union in which the speaker-designate, is the Spanish government. They have accepted the rules of the Cuban government and the most significant of these rules is: That the highest Spanish functionaries not dialogue with nonviolent Cuban dissidents.
This exclusion is representative of the contradiction between that dialogue and the most legitimate aspirations of the Cubans. That is why this dialogue is not a facilitator of dialogue among Cubans, or of peaceful change, because it denies a voice to those who expressly and directly go to the root of the problem by demanding rights for Cubans. If there are political prisoners in Cuba, it is because the government denies many rights to the Cubans. You can not disconnect those Cubans for the cause of which they were unjustly imprisoned. They, our brothers and comrades in struggle, are in prison for peacefully defending the rights of all Cubans, for that reason they must be released quickly and without conditions.
The government does not respect the people’s right to know, it submerges them into anxiety, misinformation and uncertainty about their lives and their own future and do not even commit to its citizens to make changes and respect their rights. It is not the church that has imprisoned the prisoners, but the government. It is not the church that denies rights to Cubans, but the government. But it is also not fair to the people of Cuba, nor the faithful and suffering Church in Cuba, which is part of people, that some pastors accept the unique role of being sole partners of the government here in Cuba, accepting and practicing the condition of exclusion imposed by the government itself. At the moment that Cubans want change with transparency, rights and that what belongs to the people be respected: Freedom. That which God gives and no one can take away.
From the time of the other dictatorships that scourged Cuba and throughout the tortured history of political imprisonment in this dictatorship, many relatives of political and also common prisoners, as Cubans persecuted and excluded have found in the Church support, comfort and humane support in the midst of poverty, the enormous difficulties and the pain. It has been also and especially after the imprisonment of those we call the Prisoners of the Cuba Spring that are a sign of hope of liberation. The church can be persecuted and criticized by anyone, but when they have no where to go to even those who criticize and persecuted as any other, can go to it and touch its doors and find the loving acceptance of nuns, priests, lay people and also their bishops. Much more a church in Cuba that has grown up in poverty and has been affirmed and suffering persecution united in their allegiance to Jesus Christ. We have also learned from the Church, that no one should pretend to be a political actor from the Church because it converts the church into being a political part, when it should be a facilitator of dialogue between all parties. We believe that Cubans should not be spectators of this or any negotiation or dialogue, and should also prepare to be agents of their liberation, the protagonists of their own history as prophesized by Pope John Paul II.
The government neither recognizes us dissidents, nor engages in dialogue with us, because it would have to recognize and respect the rights and freedom of Cubans. In dissent or opposition the movement inside and outside the country peacefully struggles for freedom, reconciliation and human rights in Cuba. The Dissidents, then, is much more than a theme that can be treated by the Government and representatives of the Church without listening to or considering us. We are a group of Cubans who for decades, most of the time as a lone voice in the wilderness of terror and lies, have proclaimed the right of Cubans to their rights and sought peace working for justice. We do not ask for a space or privileges or recognition for us, or place in dialogues that are not with all Cubans. We only announce and proclaim that, with or without this dialogue, we will continue to fight nonviolently for freedom, rights, justice and peace in Cuba until we achieve those goals. This place is not given to us by anyone in this world and in that mission, we entrust ourselves to God our Father, Lord of History.
Oswaldo José Payá Sardiñas
Coordinator,Christian Liberation Movement
June 17, 2010