No quisiera que el tema Cuba siguiera centrándose sobre mi persona sino sobre los muchos ciudadanos cubanos que, ellos sí, continúan siendo objeto de actos de repudio, hostigamiento y apaleamientos y especialmente pido una mayor atención hacia los presos políticos que, como el caso de Orlando Tamayo, se encuentran en situación límite con grave riesgo de sus vidas.
Agradezco al PP europeo y a otros grupos parlamentarios la solidaridad que han mostrado conmigo con motivo de mi expulsión ilegal e injustificada de Cuba, pero considero que traducir esa solidaridad en una resolución de urgencia, trámite que está regulado en este Parlamento para casos de graves violaciones de los derechos humanos y del Estado de Derecho en terceros países, no es proporcionado, existiendo por desgracia tantos asuntos de una importancia y urgencia mucho mayores que lo que a mi me ha ocurrido. Por eso pedí a mi grupo político que no apoyara la proposición citada.
El Gobierno cubano tomó una decisión arbitraria contra un eurodiputado español consciente de que con ello hacia un gesto inamistoso al Gobierno español y al Parlamento Europeo. Lo considero una torpeza mayúscula que debía tener una respuesta por parte de mi gobierno, que lo hizo condenando la expulsión y convocando al embajador de Cuba en Madrid para pedirle explicaciones y por parte del Parlamento Europeo, cuyo presidente expresó igualmente su rechazo a tal insólita medida.
No quisiera que el tema Cuba siguiera centrándose sobre mi persona sino sobre los muchos ciudadanos cubanos que, ellos sí, continúan siendo objeto de actos de repudio, hostigamiento y apaleamientos y especialmente pido una mayor atención hacia los presos políticos que, como el caso de Orlando Tamayo, se encuentran en situación límite con grave riesgo de sus vidas.
Luis Yáñez. Eurodiputado socialista