Mientras más constatamos la insatisfacción existencial de los cubanos, mientras mas pobres se hacen los pobres y mas déspotas los poderosos, mientras mas evidente se hace el daño a la persona, es decir el daño antropológico,
mientras mas deformadores y lacerantes son los efectos de la cultura del miedo en los cubanos, mientras mayor es el sufrimiento de los cubanos dentro y fuera de Cuba por este destierro cruel, pero a su vez; mientras mayor es en nosotros la fe y mientras nos mueva el amor en la verdad por nuestro pueblo, mas determinada es nuestra opción por la liberación.
Nunca como ahora, el totalitarismo que oprime al pueblo cubano había tenido tanta complicidad cínica internacional. Un sistema opresivo que no solo mantiene la dictadura política, sino la praxis perversa de apropiarse de las personas. Estamos hablando de los cubanos, de personas reales y no de conceptos, pues el régimen se apropia de su tiempo, de sus vidas, de su juventud. El grupo de poder totalitario sigue negándoles todo proyecto propio y verdadero a los individuos, a las familias y al pueblo, porque sigue negándoles la libertad.
Mientras tanto los pobres son mas pobres, los poderosos se comportan como familia real y los habitantes de Cuba no son ciudadanos porque a la sociedad no la rige la justicia y el derecho sino la arbitrariedad, el abuso de poder y la regla reaccionaria de que el poder total y sin apelaciones, y por tiempo indefinido, sigue siendo para las figuras históricas. Por eso en Cuba el pueblo no es soberano. No puede decidir, no puede elegir.
Las aparentes únicas opciones que se le dejan a los cubanos son participar en el teatro de la mentira y de la simulación, adaptarse para sobrevivir, escalar por encima de las cabezas de sus semejantes, la cárcel para muchos, el lamento, luchar por el pan cada día con miedo y bajo persecución, no sólo constatar la pérdida de valores, sino sufrir el proceso de extinción de las virtudes en la sociedad e irse, salir del país, con el desgarramiento de familias que siguen sufriendo la separación cruel dentro y fuera de Cuba. Mientras muchos contemplan en una supuesta impotencia, la corrupción institucionalizada, que otorga a los super-poderosos, cual verdadera aristocracia, todos los privilegios y todo el poder y vida de ricos, mientas la mayoría tiene que vivir humillada y pobre.
Pero existe la opción de la liberación. Todos somos hijos de Dios, fuimos creados libres y hermanos, esa es la única fuente de todos los derechos y la insepultable inspiración de la liberación de los seres humanos. Por eso una vez más renace la esperanza.
Liberación de la mentira, liberación del miedo, liberación del odio, de la simulación y del desaliento, pero liberación de las estructuras opresivas del totalitarismo. Esto es posible desde la lucha pacífica y cívica, sin odio, pero sin miedo.
Hace veintiún años surgió el Movimiento Cristiano Liberación y ni el encarcelamiento de la mayoría de nuestros líderes, ni la persecución implacable, ni la infamia y las intrigas, ni todas las trampas nos harán desistir de esta lucha por la libertad y los derechos del pueblo cubano.
Por esa liberad, por esos derechos para todos y no por otra causa, están en prisión muchos de nuestros hermanos del Movimiento y otros cubanos. No los olviden.
A todos los cubanos que dentro y fuera de Cuba han sido parte de este movimiento, les decimos “sigue siendo tu movimiento, Liberación, ahí tienes tu lugar”
Pero llamamos también a cada cubano, pues todos tienen su lugar en este movimiento para trabajar y luchar por el bien de todos los cubanos. Todos los cubanos dentro y fuera de Cuba, somos un mismo pueblo, un solo pueblo, no permitamos que nada, ni nadie nos divida.
Los derechos son camino y meta para nuestro pueblo, por eso el Proyecto Varela renace y vuelve a las calles, por que “los cubanos tenemos derecho a los derechos”. Porque si los cubanos queremos cambios, y los queremos, si queremos una vida nueva, y la queremos, tenemos que ser nosotros mismos los protagonistas de ese cambio, Lograrlo, conquistarlo, para el bien de todos. Y cambios no pueden ser otra cosa que libertad, derechos, reconciliación y justicia. Ese es el camino de la paz.
Eso es Liberación.
TODOS CUBANOS TODOS HERMANOS Y AHORA LA LIBERTAD
Consejo Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación
Cuba, 8 de Septiembre de 2009