Aun los medios de prensa en Cuba no hablan de la visita Señor Hill Richardson, que viene animando una delegación de empresarios a un país donde los ciudadanos cubanos no tienen derecho atener empresas y muchos son perseguidos por tratar de buscar el pan de cada día.

Siempre hemos sostenido que la solución del problema cubano corresponde a los propios cubanos.  El problema cubano es el totalitarismo que niega los derechos a las personas y la soberanía al pueblo. De ninguna manera pedimos a ningún visitante, por importante que pueda ser, que trate de solucionar este problema, que nosotros, mediante la lucha cívica, seguramente vamos a superar. Pero tampoco quedaremos en silencio cuando alguien como este político norteamericano, ex candidato presidencial, sin mencionar las violaciones de los derechos humanos en Cuba,  el encarcelamiento injusto y cruel de decenas de luchadores pacíficos por la democracia y la exclusión que sufren los cubanos en su propio país, abre paso a los negocios entre mercaderes de Nuevo México y los que tienen el poder total en Cuba. La visita es de mercado, pero tiene consecuencias políticas: el aliento al inmovilismo y la complicidad con el status que niega el cambio y la apertura que quieren y necesitan los cubanos.

Que nadie diga que viene a hacer negocios o  a divertirse en Cuba para promover la democracia, pues eso es un insulto ala inteligencia y la dignidad de los cubanos.

Cuando el Señor Richardson apoya el fin de las restricciones de su gobierno para que los cubanos puedan viajar desde los Estados Unidos de América a nuestro país, nosotros decimos más: es un derecho de los cubanos visitar su Patria cada vez que lo deseen sin limites ni permisos.

Pero nosotros no olvidamos y no creemos que el Señor Richardson olvide, que es el gobierno cubano quien no reconoce el derecho de los cubanos que viven en el exilio a visitar nuestro país libremente y a regresar a vivir aquí, ni el derecho de los cubanos a viajar libremente fuera del país. El gobierno cubano viola constantemente el derecho humano de los ciudadanos cubanos de salir libremente de nuestro país y de entrar libremente. Por lo que nos parece parcial que se  hable de manera fraccionada del derecho de viajar de los cubanos, mientras el gobierno de Cuba les hace  sufrir destierro y prohibiciones de viajar.

Nuestro Movimiento nunca ha apoyado el aislamiento, pero denunciamos que la conducta parcializada de estos y otros visitantes contribuye a aislar al pueblo que ya está discriminado en Cuba. Algunos se empeñan en afirmar que los cubanos sólo quieren mejoras económicas y no derechos. Esa es una visón despótica e indignante, porque por no tener derechos, es por lo que la mayoría de los cubanos sufren la pobreza y todo tipo de restricciones en sus vidas, mientras observan indignados que los extranjeros tengan derechos que se les niega a los cubanos.

No pedimos nada a nadie, pero si alguien quiere ser  honesto en su posición hacia Cuba; que reclame la libración de los prisioneros políticos y apoye el derecho de los cubanos a tener derechos. Eso no siempre es compatible, sino que muchas veces choca frontalmente, con la visión pragmática de que “bussines is bussines”

 Oswaldo José Payá Sardiñas

La Habana, 27 de Agosto de 2009

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