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Tony cumplió este 14 de Junio 47 años de edad. Siempre vivió en Zamora, humilde barrio de Marianao, en la casa donde nació y  que después transformó con sus propias manos, abriendo uno a uno los huecos para nuevos cimientos que soportaran un techo de hormigón que hasta entonces era de madera. Su familia crecía, su hija Genysel, que marchó hace pocas semanas al exilio, se acercaba a la adolescencia y Lazara Masiel, que ahora está en quinto grado venía en camino. Lázara por devoción al santo y Masiel por Masiel. Al decir de Regis Iglesias, en la amistad a los tres, nos unen la fe cristiana, la vocación por la libertad de Cuba y ser fan del pop y el rock de los sesenta y los setenta, décadas prodigiosas, aunque ellos dos son mas jóvenes que yo, pero tienen buen gusto.  Ellos y otros compañeros de lucha siempre encontramos tiempo para escuchar juntos esa “música sacra”.

Su esposa Gisela trabajaba como peluquera en su propia casa y guardaba centavo a centavo con mucha austeridad, pero siempre con una alegría propia de las que miran hacia el horizonte con fe. Mientras cargaba ladrillos viejos y pedazos de cabillas de edificios en derrumbe, para completar su casita, Tony trabajaba como técnico electricista, primero en una empresa constructora y después en el Hospital de Maternidad Obrera en Marianao. Pero como su vocación, y yo lo se, es la de abogado, estudiaba por un método dirigido, la carrera de Derecho en la Universidad de la Habana.

Es difícil explicar, algo casi surrealista al decir de algunos europeos sobre la cosas que no comprenden, que además de buen padre  y trabajador sin límites por el bienestar de su familia,  Antonio Ramón Díaz Sánchez, dedicaba su vida a la lucha cívica por la libertad y la democracia en Cuba.

A través de dos décadas de lucha incansable por los derechos de los cubanos Tony se convirtió en uno de los líderes e Movimiento Cristiano Liberación. Siempre con una coherencia en su actuación y en su palabra y con un lealtad a toda prueba hacia sus camaradas y hermanos de lucha y hacia su Patria.

Juntos trabajamos en muchas campañas cívicas, siempre para tratar de alcanzar derechos que los ciudadanos no tienen, por vías pacíficas y emplazando a las autoridades para que las leyes respetaran los derechos de los ciudadanos o para que al menos respetaran los pocos derechos que contienen las leyes cubanas. Antonio Díaz fue también un líder, un gestor principal del Proyecto Varela. Trabajamos largas jornadas, junto con otros líderes del Movimiento, en la fundamentación legal del Proyecto Varela.  Junto a otros miembros de la oposición, dedicamos muchos días semanas y años en la colecta de firmas, verificaciones, animación y orientación de activistas. A los días le faltaban horas y semanas para atender nuestros trabajos y familias y dedicarnos en cuerpo y alma a esta lucha por los cambios pacíficos. Esto no lo hacíamos en tiempo de perestroika sino bajo mucha persecución que Tony siempre enfrentó con mucho valor y convicción aunque no poco sufría su familia por esta  persecución punto a punto.

Juntos entregamos las primeras 11020 firmas en la sede de la Asamblea Nacional del Poder Populares 10 de mayo de 2002.

Tony Díaz fue condenado a veinte años de prisión en juicio sumario y falso, por trabajar cívica y pacíficamente por cambios en las leyes apoyándose en los pocos derechos que enuncian en la Constitución vigente. Pueden buscar las actas del juicio y no encontraran delito alguno que no sea no tener miedo a decir la verdad. En los últimos meses estuvo en una celda del hospital militar por serias enfermedad diagnosticada como “colitis ulcerosa”. Después la Seguridad del Estado lo devolvió a la prisión de  canaletas en la provincia de Ciego de Avila a 500 kilómetros de su casa. Pero antes le propusieron que si se ponía el uniforme de preso “le mejorarían las condiciones y le dejarían en una prisión en la Ciudad de la Habana”. No hay que hacer división entre los que visten el uniforme de preso y los que no lo aceptan, pues todos esos prisioneros políticos tienen el mismo valor y lealtad a sus principios de liberación , por eso están en prisión. Lo que Tony  rechaza es el chantaje. Por eso lo enviaron a una celda de aislamiento, una jaula, con un hueco para hacer necesidades, humedad, mosquitos, ración de campo de concentración(esa es la comida en toda la prisión, a decir verdad) y suspensión de visita .

Así celebra este 14 de Junio, su aniversario 47, este prisionero de conciencia, que con su fe y su coraje irradia esperanza para todos los cubanos.

¡Felicidades, querido hermano, de parte de todos los que te queremos que somos muchos!  

Oswaldo José Payá Sardiñas

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