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Principio: Los que defendemos los derechos humanos, los defendemos siempre, defendemos no los conceptos, sino las personas. Son las personas las que tienen derechos no las ideas ni las cosas. Entre las personas, entre los seres humanos, estamos también nosotros los cubanos. Aunque la anterior afirmación parezca elemental, creo que es necesaria, como denuncia, ante los políticos y otros personajes que últimamente visitan a Cuba, viniendo del sur, del este, del oeste y del norte también.
El derecho de los cubanos a viajar, a entrar libremente en su propio país y volver a salir, vivan donde vivan, no importa cuando y porque hayan salido de Cuba, debe ser respetado por el gobierno de los Estados Unidos de América. Por eso deben ser eliminadas todas las restricciones que existan en ese y en cualquier otro país, que impidan o limiten los viajes de los cubanos a Cuba cada vez que quieran hacerlo. También defendemos el derecho de los norteamericanos a salir de su país con destino a cualquier país, incluyendo al nuestro. Estos derechos deben ser respetados sin condicionarlos a nada.
Creo que lo que hasta aquí he expresado es justo. Pero sería hipócrita y parcial quedarse ahí, como hacen tantos en el mundo que cuando hablan del tema de lo viajes a Cuba, silencian que en nuestro país no es un derecho viajar libremente al exterior, ni salir del país, ni entrar libremente. Esa es una injusticia mayor que durante medio siglo han padecido los cubanos que viven dentro y fuera de Cuba. Pero muchos gobiernos, políticos, dignatarios religiosos y personajes en el mundo sólo quieren hablar de los derechos de los cubanos cuando se trata de criticar la política de los Estados Unidos América. Se incluyen en esta actuación parcializada los congresistas Bill Deluhnt y sus acompañantes que visitaron al gobierno cubano en días recientes.
Omiten estos congresista norteamericanos, que la mayoría de los cubanos que viven fuera de Cuba tienen la condición de desterrados y que muchos de los que salen de nuestro archipiélago son marcados con el castigo oficial de “salida definitiva” después de que se les despoja de todos sus vienes. Eso ocurre ahora en el 2009, no es pasado.
Los cubanos sólo pueden visitar su propio país por un tiempo limitado, si son autorizados por el gobierno cubano. De la misma manera que sólo pueden salir de Cuba los autorizados por el gobierno.
Desde el 20 de diciembre del año 2007, un grupo de cubanos presentamos en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular el “Proyecto Heredia” o propuesta de Ley de Reencuentro Nacional, en la que se garantizaría el derecho a todos los cubanos a viajar libremente y también el derecho de regresar a los cubanos del exilio. Esta demanda no debe ser ignorada por el mundo, pero debe ser apoyada por los propios cubanos dentro y fuera de Cuba.(Buscarla en www.oswaldopaya.org)
Está muy bien que en su país, el Señor Delahunt y sus colegas, exijan el derecho de viajar libremente para sus compatriotas y también para los cubanos que allí viven. Pero es triste que ellos vengan aquí a defender el privilegio de los norteamericanos a venir como turistas, y no tuvieran una sola palabra en solidaridad con los cubanos que en nuestro propio país estamos privados de ese derecho. Siguiendo la conducta de los políticos y personalidades que visitan nuestro país en los últimos años, Delahunt y compañía, se sumaron a la exclusión negándose a escuchar a los que defendemos los derechos humanos abiertamente y bajo la represión. No fueron solidarios, ni muy respetuosos con nuestro pueblo, los congresistas norteamericanos, porque bien saben que el primer problema para los nosotros los cubanos, es la falta de derechos en nuestro propio país.
Vinieron a hacer la demanda equivocada en lugar equivocado. Nos recuerdan la historia del norteamericano que dice a un funcionario del gobierno de Cuba: En mi país somos libres y cualquiera se puede parar frente a la Casa Blanca y gritar “abajo Bush” (o “abajo Obama”).
Y el cubano responde, en Cuba también somos libres, y cualquiera se puede parar frente al Comité Central del Partido Comunista y gritar: “abajo Bush”(o “abajo Obama”).
Oswaldo José Payá Sardiñas
La Habana, 13 de Febrero de 2009