Vuelven y vuelven….Liberación

Escrito por Antonio Gordon especialmente para debatecuba.blogspot.es

Vuelven y vuelven – no a nacer- sino a salir. Y no son los peces de colores que ven a Dios nacer pero sí son los presos políticos cubanos de muchos colores porque la libertad está hecha de muchos colores. En verdad, la naturelaza está hecha con multiples colores, cada uno diferente pero engranados en un orden natural que hace su figura colectiva bella, bellísima.  

Uno de los presos políticos cubanos, especificamente Reinaldo Labrada, ha salido de la cárcel. No por que se esté haciendo gestiones con Obama. No porque Moratinos esté en algún guiso caribeño. No porque el régimen quiera hacer penitencia por haber insultado a la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. No. Es que Labrada ya ha cumplido su sentencia. La sentencia que le impusieron a él cuando fue a la cárcel con los otros que formaron el famoso grupo de los 75 del 2003. 

Sus colores son los del Movimiento Cristiano Liberación que ya por haber organizado y llevado a cabo la campaña gestora e inicial del Proyecto Varela se merece el reconocmiento además de la liberacion. ¡Qué bueno que cuando un preso político sale de cárcel – todo el mundo, o mejor dicho, casi todo el mundo porque el Granma no lo recoge – de fé de ese evento tan trascendental. De ese gran día de una felicidad genuína para el reo, su familia, vecinos y amistades. Es como si ocurriera una pascua porque el preso político estaba muerto y ha resucitado.  

Y como para inmediatamente desmentir cualquier version de “rehabilitación,”  adoctrinamiento, o apocamiento que hubiera deseado la inteligencia y la contra inteligencia del régimen, Labrada vuelve a su patio, a una de las provincias orientales, Las Tunas, para continuar su labor de proselitismo. Esa misma que lo llevó a la cárcel en el 2003, el Proyecto Varela. En realidad, Labrada actúa como mismo actúa el pescador de Isabela de Sagua del cual nos contaba la señora enferma que ví hace unos días atrás. Excepto, que Labrada está trabajando con bienes que no deben de echarse a perder y el pescador de Isabela tiene que comerse el pescado en corto plazo porque sino apesta o se intoxica. Labrada parece que tiene más tiempo, pero también, eventualmente, el Proyecto Varela tiene tener su tiempo, tiene que cuajar y ser digerido por la nación cubana o quedará como el pescado confiscado en un cartucho de nuestra historia revolucionaria. ¡Qué lástima haber perdido tantas oportunidades con el Proyecto Varela!  

Pero volviendo a los colores, cuando empiece a salir el sol por el oriente en las Tunas mañana, cuando el resplandor de los rayos solares se mezcle con los tonos grises y azulosos del horizonte, cuando se vean algunas franjas turquesas y otras naranja, se verá un conato de armonía en Puerto Padre. Porque la gestión de Labrada y el movimiento cubano y cristiano de liberación estará en armonía con la naturelaza, con todos sus colores. No tratando de imponer, pero sí de reflejar. No tratando de cubrir sino mas bien tratando de penetrar. Y no tratando de asombrar o ensombrecer, mas bien tratando de iluminar. Por ahí, por la luz, es por donde pueden venir más sorpresas en la Cuba que se avecina.

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