“La gran expectativa en Cuba es por la proyección del cambio que el pueblo cubano quiere en la relación con Estados Unidos. Pero los cambios más importantes no dependen de Obama, sino del gobierno cubano y de los cubanos”, dijo el opositor Oswaldo Payá.
Dirigentes de la oposición interna saludaron el triunfo en Estados Unidos del demócrata Barack Obama, pero varios expresaron reservas y otros esperanza en torno a un diálogo con el gobierno de La Habana, al tiempo que le pidieron abogar por la libertad de los presos políticos, informó la AFP.
“Creo que esto es muy bueno para Cuba, porque se abre la posibilidad de un diálogo, aunque algunos sectores intransigentes del gobierno lo van a torpedear”, declaró el economista opositor Oscar Espinosa Chepe.
Espinosa y otros miembros de la disidencia acudieron a la residencia del representante de la Sección de Intereses de Washington en La Habana (SINA) para esperar los resultados de las elecciones siguiendo las informaciones de las cadenas de televisión estadounidenses.
“La gran expectativa en Cuba es por la proyección del cambio que el pueblo cubano quiere en la relación con Estados Unidos. Pero los cambios más importantes no dependen de Obama, sino del gobierno cubano y de los cubanos”, dijo el opositor Oswaldo Payá.
Las Damas de Blanco, esposas de presos políticos, felicitaron a Obama, pero le pidieron que antes de buscar un diálogo con el gobierno cubano presione por la liberación de sus familiares y el respeto a los derechos humanos.
“Aunque no quite el embargo, sino que haya una flexibilización de los viajes o al envío de remesas, creo que algo se avanzará con Obama”, manifestó la periodista independiente Miriam Leiva.
Durante su campaña, Obama se dijo dispuesto a dialogar con el gobierno cubano bajo condiciones y a levantar las restricciones a los viajes y envíos de remesas a la Isla que impuso George W. Bush en 2004 para endurecer el embargo.
El noticiero de televisión oficial informó a medianoche del triunfo de Obama. La noticia empezó a correr también por llamadas de amigos y familiares, algunas llegadas desde Estados Unidos.
“Impresionante, estábamos esperando el resultado. Esperemos que las cosas empiecen a cambiar”, dijo una estudiante de derecho de 32 años, que se enteró del triunfo de Obama por un vecino que tiene cable ilegal, en un barrio del oeste de La Habana.
En algunos hoteles o centros nocturnos, con televisión por cable, empleados cubanos y turistas siguieron los resultados. “Vamos a ver qué va a pasar con Obama, pero para mí no va a cambiar nada. Esperemos que haya algo que mejore”, afirmó un empleado de hotel del sector de Miramar.
Un grupo de empresarios estadounidenses que asiste a la Feria Internacional de La Habana se reunió en un hotel pendientes de los datos.
“Necesitamos un presidente que cambie las relaciones con Cuba, se necesita un cambio grande y rápido”, había dicho el ganadero de Florida John Parke Wright, el lunes, en la apertura de la feria.
Analistas, diplomáticos e incluso dirigentes cubanos, señalan que la elección de Obama y su posible flexibilización de la política hacia la Isla supondrá un “desafío” para La Habana.