Libertaddigital
Me gustaba mucho ver sonreír a Moratinos. Me recuerda a aquellos bonachones que abundaban en los pueblos de España hace años y que ahora parecen estar en peligro de extinción. Pero digo que me gustaba porque la experiencia me ha ido enseñando que la amplitud de su sonrisa es directamente proporcional al número de mentiras que pronuncia. De hecho, la falsa sonrisa es ya un rasgo identificativo del Gobierno de Zapatero.
El hecho es que el ministro de Asuntos Exteriores español ha logrado que Europa aísle a los demócratas cubanos ondeando, precisamente, la bandera del diálogo. Sin embargo, cada vez que Moratinos pronunciaba la palabra diálogo, un demócrata en La Habana perdía cualquier oportunidad de relación con las autoridades europeas.
Moratinos no ha dejado de solicitar una política “autónoma y legítima” frente a la de Estados Unidos. Pero la posición común europea se basaba en el diálogo y la norteamericana en el embargo. ¿Miente Moratinos? Quizá no, si no fue un lapsus cuando dijo que quería dar pasos para “superar la posición común y llegar a un acuerdo de asociación con Cuba”. Porque “asociarse” con Cuba si que suena a autonomía.
Pero el momento más álgido de sus declaraciones vino cuando se refirió a los “cambios continuos de liberalización en Cuba”. No sé que entenderá Moratinos por liberalización, pero desde que Raúl Castro llegó al poder no se les ha permitido a los cubanos ninguna forma de tener alguna iniciativa al margen del Gobierno. Los cambios que se han producido sólo afectan a la capacidad de las empresas del Gobierno de ofrecer bienes y servicios generando una nueva fuente de divisas para el castrismo. Lo más sorprende es que Moratinos defendiera esto horas después de que el Grupo Operativo de Lucha contra las Indisciplinas Sociales haya perseguido a varios cubanos por regentar iniciativas privadas.
Como dice Oswaldo Payá, el levantamiento de las sanciones ha provocado una nueva sanción al pueblo cubano y una humillación internacional para los españoles que creemos en la democracia, los derechos humanos y la libertad. No sonrían tanto, por favor.
Matías Jove es director ejecutivo de la Asociación Española Cuba en Transición.