Declaración con motivo del Comunicado de la Segunda Sesión del Diálogo entre Cuba y España. Mov. Cristiano Liberación

Declaration in response to the Communiqué of the Second Session of Dialogue between Cuba and Spain

La Embajada de España ha tenido la amabilidad de hacerme llegar el texto del comunicado conjunto emitido después de Segunda Sesión del Diálogo de Derechos Humanos entre los gobiernos de España y Cuba. Agradecemos este gesto que no es extraño dado el trato respetuoso y amigable que la representación española ha tenido durante muchos años y también ahora con presentantes de la sociedad civil dentro de esta con nuestro movimiento.

Dentro de Cuba estamos promoviendo un diálogo que sea sobre la base del respeto a la dignidad y los derechos de todos los cubanos como camino de reconciliación y para lograr los cambios que el pueblo quiere.

Respecto al comunicado conjunto, aunque no sea la intención de los autores, suena a verdadera ironía, el citar la visita del Relator Especial para el Derecho a la Alimentación a Cuba, como demostración de la colaboración del gobierno de Cuba con los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas.

Este relator no se entrevistó con ningún activista de derechos humanos dentro de Cuba que, como la mayoría de los cubanos, tenemos también mucho que decir sobre el derecho a la alimentación en nuestro país. Lo tristemente notable fueron los halagos y las justificaciones que este Señor Relator hizo al gobierno cubano dando muestras de una gran parcialidad y superficialidad.

Los recorridos por las cárceles de funcionarios cubanos y de visitantes extranjeros no han incluido el diálogo con aquellos prisioneros políticos que están en prisión, precisamente por defender los derechos humanos y que aun desde la prisión defienden los derechos y la dignidad de todos los prisioneros y denuncian los tratos crueles y las condiciones degradantes que sufren la mayoría de los prisioneros comunes y políticos cubanos.

Recientemente hemos denunciado el sadismo de los guardias y la Seguridad del Estado en la Prisión del Guayabo, en  Isla de Pinos, donde  está recluido cumpliendo injustamente una condena de doce años, el abogado Rolando Jiménez  Posada, exoficial antidrogas del Ministerio del Interior. 

 En el momento de ser encarcelado ya era civil y gestor del Proyecto Varela.  Rolando Jiménez hizo declaraciones por vía telefónica desde la prisión desmintiendo  al periodista oficial Lázaro Barredo, que en un artículo publicado en el periódico Granma ofrecía una versión deformada sobre el proceso judicial en que condenaron a este abogado.

Sólo por esto los guardias de la prisión sacaron al prisionero Jiménez de su celda y lo introdujeron en una galera donde lo esperaban prisioneros comunes que en algún momento habían sido procesados por tráfico de drogas y en cuyos procesos había participado Rolando Jiménez cuando era oficial antidrogas.

Uno de estos prisioneros lo golpeó salvajemente con un palo mientras otros prisioneros lo sujetaban y los guardias desaparecían después de cerrar la galera con candado. Nos extendimos en este ejemplo, no aislado, porque no estamos apelando a posiciones políticas ni a prejuicios, sino defendiendo personas reales y testimoniando sobre hechos concretos. Y los hechos no se discuten. Las golpizas y tratos crueles son sistemáticos en las prisiones cubanas. 

Ya que en el Comunicado Conjunto se menciona una colaboración de los gobiernos de Cuba y de España con los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas, recordamos que estas actuaciones hasta el presente, no redundan en la mejora de la situación de los derechos humanos para los cubanos y penoso sería que se utilizara el hecho de que los gobiernos de Cuba y España traten esos temas en su diálogo para  ocultar o justificar la realidad de la violación de los derechos de los cubanos.

El desarrollo de las relaciones de cualquier estado o grupo de estados con Cuba, sólo es en bien del pueblo cubano y admisible moralmente si los cubanos pueden participar con todos sus derechos y con toda libertad y dignidad en esas relaciones y en la vida de su propio país.

Si tal como anuncia el mencionado comunicado el gobierno de Cuba finalmente va a ratificar a mas tardar en el próximo mes de marzo, los Pactos de derechos Civiles, y Políticos y Derechos Económicos, Sociales y Culturales, lo coherente y un avance verdadero, sería liberar a los cubanos encarcelados por defender esos derechos, publicar los textos de esos pactos para que el pueblo cubano los conozca y modificar las leyes para que se garanticen esos derechos en la ley y en la práctica. Así lo afirma el Proyecto Varela y la propuesta de Ley de Reencuentro Nacional que hemos presentado ante la Asamblea Nacional del Poder Popular. (Los textos pueden encontrarse en la pagina Web www.oswaldoaya.org

El mencionado Comunicado conjunto dice: “La parte española reiteró que seguirá trabajando por la normalización de las relaciones entre Cuba y la Unión Europea, sobre la base de los principios establecidos para tal fin” (hasta aquí  la cita)

Quisiéramos que los gobiernos de Cuba y España explicaran públicamente a sendos pueblos, cuales son estos principios.

 Hablando de principios, hablaremos de lo que es importante para los pueblos de Cuba y  España: Recordamos que si ese desarrollo de relaciones entre la Unión Europea y Cuba no es sobre la base del respeto de todos los derechos de los cubanos, entonces se estará imponiendo o aceptando de hecho, la condición y la situación de exclusión de los ciudadanos cubanos en esas relaciones, tal como se hace en dentro de nuestro propio país en muchos aspectos de la vida al negárseles importantes derechos civiles, sociales, económicos y políticos.

El diálogo si es con Cuba, debe servir para apoyar el diálogo entre cubanos y para apoyar los cambios que los cubanos quieren: los cambios que abran las puertas a los derechos, a la libertad, a la paz  y a la reconciliación.

Eso si es respeto a la soberanía nacional y a la autodeterminación de los cubanos.

Oswaldo José Payá Sardiñas

Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación

La Habana, 12 de Febrero de 2008

Declaration in response to the Communiqué of the Second Session of Dialogue between Cuba and Spain

The Spanish Embassy has kindly sent me the text of the joint communiqué released after the Second Session of the Dialogue on Human Rights between the governments of Spain and Cuba . We thank them for this gesture which is not uncommon given the respectful and amicable relations that the Spanish mission has had with civil society, including our movement, for many years.

Within Cuba we are promoting a dialogue founded on respect for the dignity and rights of all Cubans as a path towards reconciliation and to achieve the changes that Cubans want.

With regards to the joint communiqué, though it was not the intention of the authors, it sounds truly ironic to cite the visit of the UN Special Rapporteur on the Right of Food as an example of collaboration between the Cuban government and the human rights mechanisms of the United Nations.

This Special Rapporteur never met with any human rights activists in Cuba who, like the majority of Cubans, have much to say about the right to food in our country. What was sadly notable were the flattery and justifications the Rapporteur rendered to the Cuban government, demonstrating great partiality and superficiality.

Visits to prisons by Cuban officials and foreign visitors have not included meetings with political prisoners who are in prison precisely for defending human rights and continue to defend the rights and dignity of all prisoners and denounce the cruel treatment and degrading conditions which the majority of common and political prisoners suffer.

Recently we denounced the sadism of the guards and state security agents of the prison of Guayabo, on Pinos Island , where the lawyer Rolando Jiménez Posada, a former antidrug official of the Interior Ministry, is unjustly serving a twelve year sentence. 

At the time of his imprisonment he was a civilian and member of the Varela Project. Rolando Jiménez made a statement by telephone from prison denying reports made by Lázaro Barredo, a journalist from Granma, the official newspaper, in which he presented a deformed version of the judicial process in which Rolando was condemned.

In response, the guards of the prison took Mr. Jiménez out of his cell and placed him in a galley where common prisoners that had been criminally prosecuted for drug trafficking by Mr. Jiménez personally awaited him.

One of these prisoners attacked him savagely with a stick while others held him and guards disappeared after locking the galley. We point out this event, which is not isolated, not because we are appealing to political positions or prejudices but to defend real people and to bear witness to actual events. These events are indisputable. Beatings and cruel treatment are systematic in Cuban prisons.

Although the joint communiqué mentions collaboration between the Cuban and Spanish governments with regards to the human rights mechanisms of the United Nations let us recall that these actions have not improved human rights for Cubans and it would be shameful to use the dialogue between the Cuban and Spanish governments to conceal or justify the real and continuous violation of the human rights of the Cuban people.

The development of relations between any state or organization with Cuba are only beneficial to the Cuban people and morally admissible if Cubans can participate with full rights, liberties and dignity in these relations and the life of their own country.

The communiqué mentions that the Cuban government will finally ratify, at the latest by the end of March, the United Nations Conventions on Civil and Political Rights and Economic, Social and Cultural Rights. In light of this, what would be coherent and a true advancement would be to liberate Cubans jailed for defending these rights, publish the texts of these conventions so that the Cuban people are familiar with them, and to modify laws so that these rights may be guaranteed in law and in practice. The Varela Project and the proposed Law of National Reunification which we have presented before the National Assembly of the Popular Power affirm these ideas. (The texts are available at www.oswaldopaya.org).  

The mentioned joint communiqué states “the Spanish side reiterated that it will continue to work for the normalization of relations between Cuba and the European Union based on principles established for such an end.” We would like the governments of Cuba and Spain to explain publicly which principles these are.

Speaking of principles, let’s speak about what is important to the people of Cuba and Spain: if the development of relations between the European Union and Cuba is not based on the respect of all the rights of Cubans, it will impose or accept as a matter of fact the condition and situation of exclusion of Cuban citizens in those relations, just as they are excluded within Cuba through the denial of civil, social, economic and political rights.

If there is a dialogue with Cuba , it should support dialogue between Cubans and the changes that Cubans seek: changes that will open the doors to rights, liberty, peace and reconciliation.

That would respect the national sovereignty and self-determination of all Cubans.

Oswaldo José Payá Sardiñas

Coordinator, Christian Liberation Movement

Havana, February 12th, 2008

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